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      Victoria Ocampo y la primera casa moderna argentina que ahora es un hotel

      En Mar del Plata, el hotel Realidades esconde una obra de  un constructor de galpones, diseñada por la misma Victoria Ocampo en el más extremo racionalismo. En su época, fue repudiada por los vecinos

      Victoria Ocampo y la primera casa moderna argentina que ahora es un hotelVictoria Ocampo. La primera obra moderna de la Argentina diseñada por la filántropa Victoria Ocampo en Mar del Plata (1927).

      Hoy parece sencillo imaginarse una casa moderna, estamos hartos de verlas. Prismas muchas veces insípidos, fachadas lisas, abundancia de vidrio. Lo que diríamos: minimalismo explícito y contundente, a veces, vulgar. Pero la revolución estética y ética que cambió a la arquitectura y a las ciudades para siempre empezó hace más de 100 años en Europa y los Estados Unidos. Como es de rigor, llegó a nuestras costas a cuentagotas, bastante más tarde y con muchísima resistencia.

      Hotel. La casa cubista de Victoria Ocampo, hoy está escondida dentro del hotel Realidad del gremio de los trabajadores tabacaleros (OSETRA), en la esquina marplatense de Alberti y Pellegrini.Hotel. La casa cubista de Victoria Ocampo, hoy está escondida dentro del hotel Realidad del gremio de los trabajadores tabacaleros (OSETRA), en la esquina marplatense de Alberti y Pellegrini.

      Sí, así es. Lo que ahora llamamos moderno (o contemporáneo) fue una nueva manera funcional de concebir el hábitat humano que comenzó a principios del siglo XX. Y llegó para acabar con los estilos históricos que, te cueste creerlo o no, imperaron en el mundo durante 500 años.

      Vanguardista. Así lucía la primera casa moderna de la Argentina diseñada por la filántropa Victoria Ocampo en Mar del Plata (1927).Vanguardista. Así lucía la primera casa moderna de la Argentina diseñada por la filántropa Victoria Ocampo en Mar del Plata (1927).

      Per la llegada de semejante revolución a la Argentina no fue fácil. Es que cuando el austro húngaro Adolf Loos escribió su famoso ensayo “Ornamento y Delito”, en Buenos Aires, José C. Paz, el dueño del diario La Prensa, estaba construyendo su palacete frente a Plaza San Martín. Y así como en 1908, Loos denunciaba com arcaicas a las molduras, cornisas, angelotes y cariátides, el Palacio Paz se levantaba copiando los châteaus franceses, simulando estar construido en piedra, y con interiores de estilo francés, medieval, inglés y cuanta otra cosa se pudiera copiar de un libro de historia.

      Casa moderna. Alejandro Bustillo diseñó una casa moderna para Victoria Ocampo en Barrio Parque (1928), para muchos, la primera casa racionalista de la Argentina.Casa moderna. Alejandro Bustillo diseñó una casa moderna para Victoria Ocampo en Barrio Parque (1928), para muchos, la primera casa racionalista de la Argentina.

      Lo que te quiero decir es que para hacer edificios lisitos y prismáticos, es decir, meter la idea de la arquitectura moderna o racionalista en Buenos Aires se necesitaban muchos huevos ¿Y quién lo hizo? Una mujer, Victoria Ocampo.

      Como sabrás, esta intelectual argentina fue la fundadora de Sur, una publicación literaria que apareció en 1931 y se convirtió en la revista de la vanguardia argentina. Pero antes de esto, Victoria quería y logró construir una casa moderna en Buenos Aires. Su amor por la arquitectura era tan fuerte, que en el primer número de Sur escribió Walter Gropius. Vos te preguntarás quién era y a cuento de qué viene a aparecer Walter ahora. Bueno, es que el alemán Gropius había fundado en 1919 la Bauhaus, una escuela de diseño, arte y arquitectura en la ciudad de Weimar. Y el profesor impuso el principio: la forma sigue la función.

      Racionalismo. Dibujo de la obra que construyó Alejandro Bustillo para Victoria Ocampo en Barrio Parque.Racionalismo. Dibujo de la obra que construyó Alejandro Bustillo para Victoria Ocampo en Barrio Parque.

      A Victoria le encantaba esa premisa que el mismo Gropius llamó funcionalismo y estaba dispuesta a llevarla a la práctica. Pero a la joven, que estaría rondando los 35 años en ese momento, le encantaba lo que hacía Le Corbusier. Para la década del 20, el arquitecto suizo francés había construido un puñado de casas absolutamente blancas, sintéticas como cajas de zapatos y con una subyugante estética cubista, un movimiento pictórico del que Le Corbusier era un destacado cultor.

      El equipo de Sur. Posan en las escaleras de la casa moderna de Victoria Ocampo Pedro Enriquez Ureña, Waldo Frank, Alfonso Reyes, Leo Ferrero, Pierre Drieu la Rochelle, Ernest Ansermet, José Ortega y Gasset, Eduardo J. Bullrich, Oliverio Girondo, Jules Supervielle, Eduardo Mallea, Alfredo González Garaño, María Rosa Oliver, Guillermo de Torre, Victoria Ocampo.El equipo de Sur. Posan en las escaleras de la casa moderna de Victoria Ocampo Pedro Enriquez Ureña, Waldo Frank, Alfonso Reyes, Leo Ferrero, Pierre Drieu la Rochelle, Ernest Ansermet, José Ortega y Gasset, Eduardo J. Bullrich, Oliverio Girondo, Jules Supervielle, Eduardo Mallea, Alfredo González Garaño, María Rosa Oliver, Guillermo de Torre, Victoria Ocampo.

      Como te decía, todo este movimiento europeo tampoco era súper popular en su continente, imaginate lo que era meter una casa moderna acá. Para colmo, Victoria era miembro de una familia aristocrática y todos sus amigos y parientes vivían o ambicionaban una casa de estilo. De hecho, ella misma tenía una casa Tudor en San Isidro, Villa Ocampo, hoy museo y Monumento histórico Nacional administrado por la Unesco.

      Villa Victoria. La casa de la Ocampo en Mar del Plata, estilo tradicional en madera. En  Matheu 1851.Villa Victoria. La casa de la Ocampo en Mar del Plata, estilo tradicional en madera. En Matheu 1851.

      El asunto es que la pequeña Victoria creció en esa casa de verano y fue su residencia hasta los últimos días. Así y todo, cuando se acercaba a los 40 quería dar el gran golpe y cuentan que coqueteó con Le Corbusier para hacer una casa en Buenos Aires. Pero, al final, se decidió por Alejandro Bustillo, un arquitecto argentino que se cansaba de hacer casas de estancias y que años después construiría enormes obras como el Hotel Llao Llao, el Casino y Hotel Provincial de Mar del Plata y el Banco Nación en Plaza de Mayo.

      Lo que queda claro es que a Bustillo, la arquitectura moderna no le parecía nada bien. El tema es que parece que Victoria era muy persuasiva y, en 1928, le hizo construir lo que vendría a ser la primera casa racionalista de la Argentina en Palermo Chico. El aspecto áspero y decidido, demasiado “desnudo” para la época, la casa impactó negativamente en el barrio. El resto de las residencias vecinas tenían ese aspecto Belle Epoqué que le fascinaba a los ricos porteños. Ornamentos y delitos, diría el asceta Adolf Loos.

      Victoria y Rabindranath Tagore. En Beccar, en 1924, cuando el poeta indio visitó la Argentina invitado por la escritora.Victoria y Rabindranath Tagore. En Beccar, en 1924, cuando el poeta indio visitó la Argentina invitado por la escritora.

      Pero fijate que Victoria estaba más que acostumbrada a que los vecinos se le quejaran de sus obras, creo que hasta le gustaba un poco. Sabemos que Bustillo no quiso ni firmar la obra como diseño propio porque no le gustaba ni medio. Pero Victoria ya había tenido su berretín racionalista que canalizó por su cuenta. En Mar del Plata, se dio el gusto de hacer una casa moderna ella misma.

      Hoy, su casa cubista está escondida dentro del hotel Realidad del gremio de los trabajadores tabacaleros (OSETRA), en la esquina marplatense de Alberti y Pellegrini.

      Villa Ocampo. La casa que heredó de sus padres y en la que vivió Victoria hasta sus últimos días. Un exponente del estilo Tudor que gustaba a la aristocracia del momento.Villa Ocampo. La casa que heredó de sus padres y en la que vivió Victoria hasta sus últimos días. Un exponente del estilo Tudor que gustaba a la aristocracia del momento.

      Según cuenta Ignacio Iriarte en el blog del diario La Capital, la casa que diseñó Ocampo fue levantada en 1927 por Pedro Botazzini, constructor de galpones. Con él, la filántropa de la modernidad hizo una casa pelada, casi unos cubos apilados con excelentes vistas al mar. La casa le duró un año, porque la vendió para construir la otra en Buenos Aires con Bustillo.

      Para los habitué de Mar del Plata, por ese entonces un balneario aristocrático y nada popular, la casa de Victoria era un adefesio. La gente paraba el auto, hacían chistes o simplemente se mataban de risa en las narices de la Ocampo. Se preguntaban si era una usina o un establo y pronto, la casa pasó a ser visita obligada de los paseantes con el interés de conocer la casa más fea de la Costa.

      Así, la primera casa moderna de Argentina sufrió el rechazo de la gente, como pasa con la mayoría de las ideas que se adelantan a su tiempo.


      Sobre la firma

      Miguel Jurado
      Miguel Jurado

      Editor adjunto ARQ mjurado@clarin.com

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