Análisis del BAIC X55 II: cómo anda el SUV que rinde honor a lo mejor de la industria automotriz china

Por sus cualidades el Baic X55 II es uno de esos vehículos que merecen ser conocidos. Y lo decimos porque durante la prueba de manejo ha llamado la atención de varios que, con buenos ojos, intentaban adivinar la marca y modelo que estaban contemplando.

"¿Es eléctrico? ¿Qué marca es Beijing? ¿Se vende acá?" fueron algunas de las preguntas recurrentes que recibimos durante la prueba de manejo.

Vayamos por partes. Aunque lo parezca, sobre todo por el excéntrico diseño futurista, el X55 II no es eléctrico. Esta nueva generación no tiene nada de parecida a la anterior. Cambió de punta a punta, creció en dimensiones e incorporó un arsenal de tecnología.

La marca la cataloga como la tercera generación, pero el X55 Honor (lanzado en 2020) no fue otra cosa que un rediseño.

El BAIC X55 tiene una curiosidad. Su identidad en nuestro país no está representada por la marca y el modelo, si no por su lugar de procedencia: “Beijing”.

Por fuera, esta leyenda tiene un espacio destacado tanto en el centro de la trompa como del portón trasero, mientras que adentro está presente en el volante y en los respaldos de los asientos. Y tiene una razón de ser, BAIC es la sigla de “Beijing Automotive Industry Corporation”, por eso en China el modelo se llama Beijing X6 o Beijing Mofang.

En nuestro país BAIC es comercializada por el Grupo Belcastro. Junto a Haval (representada por Grupo Car One) son las dos marcas chinas de alta gama, por eso es que el principal rival del X55 II es el Haval Jolion, otro SUV sofisticado y muy bien equipado. Otros tres que podrían sumarse a esta lista son Kia Sportage, Hyundai Tucson y Ford Territory, que también se fabrica en China.

El X55 ha sido el referente desde que la marca aterrizó en el país en 2017. Hoy no sólo refuerza ese título, también es un gran exponente de la industria automotriz china.

Para este año, BAIC planea pisar un poco más fuerte con la llegada de más modelos, destacándose los todoterreno BJ60 y BJ80 (se sumarán al BJ40) y el sedán eléctrico EU5, que consigue una autonomía de hasta 500 kilómetros.

Evolución a lo grande

Como toda nueva generación los cambios respecto de su antecesor son enormes. Lo que primero impacta es su diseño moderno, con rasgos que suelen verse en los vehículos eléctricos como la parrilla ciega y el voluminoso paragolpes conformado por pequeños rombos horizontales en relieve.

En el perfil se destacan las manijas inductivas, que siguen la misma línea de la carrocería y sobresalen automáticamente cuando detectan la presencia de la llave. También le quedan muy bien las llantas de 19 pulgadas sobre neumáticos de medida 225/55.

Atrás, el grupo óptico está compuesto por una sola pieza que lo cruza de lado a lado a través de una delgada línea. El portón posee dos sistemas de apertura sin manos: uno, parándose a su lado durante unos dos o tres segundos; otro, acercándose y alejándose unos pasos dos veces seguidas; es decir, hay que repetir el movimiento. Cada vez que el usuario se acerque, siempre con la llave encima, el sistema lo reconocerá encendiendo la tercera luz de stop.

El BAIC X55 II es más largo y ancho que el modelo anterior. Mide 4,62 metros de longitud (+14 cm) y 1,88 de ancho (+4 cm). La distancia entre ejes también creció, y mucho: 70 centímetros (2,73 metros).

Esto lógicamente favorece el confort interior, donde goza de gran espacio en ambas plazas. En el X55 II pueden acomodarse atrás tres pasajeros. Quien viaje en el medio tendrá dónde poner los pies porque el piso es plano, mientras que su respaldo, que también cumple la función de posavasos rebatible, es bastante mullido.

La calidad de los materiales en el habitáculo es de altísimo nivel. Plásticos inyectados en la plancha frontal y paneles de puertas, asientos de estilo deportivo y revestimientos de cuero con detalles de costuras amarillas. La consola, de estilo flotante, potencia la sensación de amplitud despejando espacio para guardar objetos. Está revestida en goma antideslizante e incluye cargador inalámbrico de celular.

Las dos pantallas de 10 pulgadas, una para el tablero de instrumentos y otra para el sistema de infoentretenimiento, mantienen la modernidad que el vehículo inspira por fuera. Aunque aquí debemos hacer un alto.

El X55 II tiene tantas funciones que permite a cada usuario personalizarlo a su manera; desde los colores de las luces de ambiente interior hasta los grados de apertura del portón trasero, pasando por la selección de los modos de conducción, la regulación del climatizador, la configuración de la vista del tablero y la activación o desactivación individual de los múltiples sistemas de asistencia a la conducción, entre otros.

Aquí encontramos dos contras. La primera es que la falta de botones físicos obliga sí o sí a concentrar la atención en la pantalla, y al ser tantas opciones disponibles, es indispensable quitar la vista del tránsito.

La segunda es que el sistema de infoentretenimiento no ofrece Android Auto ni Apple Car Play. Para poder emparejar el teléfono es necesario bajarse una aplicación (CarbitLink), que espeja la pantalla del celular en el display del vehículo y que para que funcione es necesario compartirle datos. Eso sí, tanto la calidad de imagen como su respuesta al tacto son muy buenas.

Quizás lo más raro del diseño del interior es el lugar que se eligió para ubicar la tecla de la baliza: ¡el techo!. La primera vez que quisimos activarla nos llevó unos cuantos segundos descubrirla.

Comportamiento y confort de marcha

Otro punto destacable es la nueva fórmula mecánica, conformada por el propulsor naftero 1.5 turbo que desarrolla un potencia de 183 CV y 305 Nm de torque (antes 148 CV y 210 Nm) y se combina con una transmisión automática de doble embrague y siete marchas (antes CVT).

Esta dupla permite que la experiencia de manejo sea ampliamente satisfactoria. El andar en el tránsito urbano es sereno y silencioso, aunque cuando se busca reacción inmediata lo cumple con creces. El turbo comienza a hacer lo suyo desde las 2.000 vueltas, siempre a un nivel sonoro bajo.

La caja, por su parte, es suave en el paso de marchas pero no todo lo veloz que uno puede esperar de una de doble embrague. En empedrados o superficies irregulares el trabajo de las suspensiones independientes (atrás con esquema multibrazo) es destacable, mientras que el aplomo que entrega en ruta da una sensación de seguridad notable.

El X55 II está dotado de múltiples sistemas de asistencia a la conducción que prácticamente lo convierten en un vehículo semi autónomo. Lleva algo de tiempo acostumbrarse al manejo cuando todos estos dispositivos están activos, porque en ciertas situaciones (transitando en autopista, por ejemplo) quien lleva el control es el vehículo.

El sistema permite desconectarlos individualmente, pudiendo así adaptarlo a los gustos y preferencias de cada usuario.

Una última particularidad: cuesta 36.900 dólares, unos 26.000 menos que cuando fue lanzado a mediados de 2023.

Ficha técnica

• Largo: 4.620 mm
• Ancho: 1.886 mm
• Alto: 1.680 mm
• Distancia entre ejes: 2.735 mm
• Peso: 1.665 kg
• Baúl: 390 dm3
• Tanque de combustible: 56 litros
• Motor: Naftero, 1.5 turbo
• Potencia: 183 CV (a 5.500 rpm)
• Torque: 305 Nm (1.500-4.500 rpm)
• Transmisión: Automática (doble embrague), 7 velocidades
• Tracción: Delantera
• Velocidad máxima: 200 km/h
• Aceleración 0-100 km/h: 7,8 segundos
• Consumo promedio: 7,7 L/100 km

Equipamiento principal

• Ocho airbags
• Control de estabilidad
• Freno autónomo de emergencia c/ reconoc. peatones y autos
• Alerta por cambio involuntario de carril
• Asistente activo de mantenimiento de carril
• Control de velocidad crucero adaptativo
• Asistente de estacionamiento automático
• Detección de punto ciego
• Asistencia autónoma en embotellamientos
• Asistente de arranque en pendiente
• Control de descenso
• Cargador inalámbrico de celular
• Cámara de visión 360°
• Pantalla multimedia táctil de 10”
• Techo solar eléctrico c/ sensor de lluvia
• Climatizador bi-zona con salidas de aire traseras
• Llave inteligente
• Llantas de 19 pulgadas