“El Río de la Plata y los Andes no deberían ser fronteras”

Estamos ante un mundo tan cambiante. Jaqueados por la pandemia. Con economías enfrentadas y con desafíos externos e internos en constante crecimiento. En un marco donde en el extremo sur de América cada día nos sentimos más y más vulnerables y aislados viendo como potencias externas codician nuestros bienes básicos, muchos aún casi sin explotar.

En ese escenario deberíamos buscar cómo transformar nuestros infinitos potenciales bioceánicos transformándolo en realidades de riqueza y bienestar comun.

El cono sur, ese triángulo integrado por Chile, Argentina y Uruguay, deberíamos integrarnos en una nueva confederación y mercado común que nos daría el consumo de alrededor de 70 millones de almas. Todo con la gran ventaja de ser naciones de cultura, idioma e idiosincracia semejantes. Otros países homólogos podrían luego integrarse también.

El Río de la Plata y la Cordillera de los Andes deberían dejar de ser nuestras fronteras y hacer como históricamente se logró en Norteamérica donde unieron culturas, pueblos, idiomas, religiones y etnias tan dispares como los anglos de Massachusetts, los franceses de Nueva Orleans, los hispanos y mexicanos de California y hasta rusos de Alaska y polinesios de Hawai. Así lograron transformar ese territorio en la primera potencia mundial.

Tal vez el gran José de San Martín al cruzar la cordillera tuvo ese gran sueño. Pero intereses mezquinos de aquí y de afuera lograron producir una balcanización de nuestros países.

Es de creer que aquel héroe y gran visionario imaginó este gran territorio como poderoso, culto y protegido, bien defendidos, unidos como hermanos y no dispersos, conflictivos, pobres y vulnerables.

La unión hace la fuerza. Así lo lograron en Canadá, Estados Unidos y hasta la Nueva Europa de posguerra. ¿Por qué no imitarlos y salir del pantano que cada día nos tiene más y más desmoralizados y tristes?

Pantano en el que no vemos ese futuro de grandeza que vislumbraron nuestros héroes como Artigas, O’Higgings y San Martín entre otros patriotas conocidos y anónimos. Patriotas que hasta lograron unir sus ejércitos ante el enemigo común como un escudo protector del Cono Sur, hoy en latente vulnerabilidad soberana.

Tenemos infinitas potencialidades y la gran riqueza dormida. Dos océanos para comerciar con el mundo y una cultura semejante. Un futuro inimaginable de bonanza y felicidad si pensáramos en grande.

Pedro Sylvester

opinion2m@yahoo.com.ar

OTRAS CARTAS

“Noticias que muestran la calaña de la humanidad”

El viernes 29 de enero entre las páginas 8 y 9 de Clarín había cuatro noticias que muestran la calaña de la humanidad. En la primera la Unión Europea (UE) pelea contra las farmacéuticas por la provisión de vacunas, dado que descubrió que AstraZeneca no cumple el contrato y envía lo fabricado en Bruselas a Londres.

La siguiente mostraba que la misma UE vetará la exportación de vacunas para la defensa de sus propios ciudadanos, sin importarle qué ocurre con ciudadanos de otros lugares. Tampoco quiere cumplir con los contratos firmados. En la tercera noticia, el Imperio Británico se niega a entregar su excedente de dosis a la UE. No cumple los contratos firmados.

Por último, en España unos 700 políticos, militares, sindicalistas y hasta un obispo usaron su poder e influencias para colarse en las listas de vacunación pasando por sobre grupos vulnerables.

Esto muestra que la raza humana es la peor especie que habita en la tierra y que la sabia naturaleza está tratando de extinguirla por medio del simple Covid-19.

Rafael Madero

rafamadero@hotmail.com.ar

Pide que los aeronavegantes puedan volver a trabajar

Debaten acerca de todos los rubros menos de los aeronavegantes, que tambien están sin trabajo. Tal es el caso de uno de mis hijos que es piloto comercial y se ha quedado sin trabajo el mismo día en que nació su primer hijo el 10 de junio de 2020.

Todos tienen derecho a tener trabajo u ocupación, pero el no puede hacer un streaming ni tampoco reinventarse. Estudió y se formó como piloto comercial, así tambien como su compañera de vida que se ha quedado sin empleo en la misma compañía aérea. Ellos tambien tienen compromisos comerciales, familia y un sinfín de cosas para cumplimentar.

Se habla de los restaurantes, personal doméstico, artistas (músicos, teatro, circos), abogados, escribanos, inmobiliarias. ¿Y los pilotos? ¿Cuándo van a incluirlos en sus manifiestos? A ellos nadie les provee ayuda ni les paga obra social ni tampoco cubren nada para el bebé.

Sean ecuánimes al momento de hacer (se) la voz del pueblo. Ya sé que algunos aeropuertos internacionales están cerrados y/o cerrando, pero nombren a los pilotos, a los comandantes que tantas veces postergaron situaciones familiares para llevarnos a todos a nuestros destinos.

Paula Carmen Rubio

paula2501@hotmail.com

Reclama estudios psicológicos a los candidatos

Se me ocurre un posible solución para encontrar candidatos idóneos. Teniendo en cuenta los innumerables hechos históricos repetidos en nuestro país durante más de 200 años.

Y, por otra parte, poniendo especial atención en el acto sexual realizado por un diputado de la Nación frente a las cámaras hace pocos meses, propongo instalar un sistema por el cual todos los pre candidatos a cargos electorales deban realizar un test psicodiagnóstico antes de presentarse a las elecciones.

La intención de esta iniciativa es anticiparse a que los candidatos no se encuentren con un alguna condición que les impida desarrollar su función.

Este dispositivo de prevención en salud mental podría desarrollarse a través de los hospitales municipales de todo el país. Con este trámite garantizaríamos una cierta legitimidad que nos posibilitará desarrollar una democracia más sana.

Daniel Maccagnoni

republicracia@gmail.com

“Justifican la evasión, pero se oponen a la venta callejera”

Empresarios y anarco libertarios con ínfulas de dirigentes justifican la evasión fiscal por la presión tributaria. Ciertamente el peso impositivo ahoga a empresas y cuentapropistas. Pero eso nunca justifica las operaciones en negro ni la evasión.

Son los mismos que protestan por la venta callejera ilegal, la delincuencia común y la intrusión de propiedades. Partiendo de este razonamiento que bordea la apología del delito también podríamos justificar a los manteros, los robos a mano armada y la ocupación de terrenos y casas: la desigualdad de oportunidades, las recurrentes crisis económicas y la desocupación son las excusas.

Este fenómeno se llama anomia social. Las normas desaparecen en su cumplimiento. Se ha generado un círculo vicioso que quienes tienen un buen pasar económicos sólo advierten cuando avanzan contra su propiedad y su propia vida. Pero ya es tarde.

Ricardo Fuentes

fuentesric@yahoo.com.ar