Cristina no tiene autoridad moral para alzar la bandera de la pobreza

¡Perdón!... ¿alguien me puede decir si era Cristina Fernández de Kirchner la mujer que hablaba el otro día en el estadio Arsenal de Sarandí? Porque no pude verla bien en el televisor del bar donde estaba en ese momento. Sí, alcancé a escuchar que fundaba un partido llamado “Unidad Ciudadana, para volver a tener futuro”. Si era ella, me resulta irónico que haya fundado un nuevo partido, tal como, en 2012 y 2013, se lo había recomendado a la gente que protagonizaba las masivas protestas contra su gobierno. Al final, esos ciudadanos -siguiendo al pie de la letra su recomendación- le ganaron las elecciones con la nueva coalición política “Cambiemos”.

Ahora parece que es ella la que aplica su propia sugerencia para atraer los votos de esos mismos, a los que antes ninguneó. ¡Si hasta copió el modelo del tipo de acto que hace “Cambiemos”! Además, si esa mujer era Cristina, se torna increíble que haya llegado a la desfachatez de ponerle como objetivo esencial a su nuevo partido “volver a tener futuro”. ¿O se cree que nos olvidamos de que su gobierno fue el que les estuvo robando a los argentinos ¡justamente su futuro!, mediante la innegable corrupción récord y el aumento de la pobreza: según la UCA, Cristina recibió el país con 25,6% de pobreza, y -como ya todos sabemos- finalizó su segunda presidencia con cerca del 30 % y tratando de ocultar a los nuevos pobres debajo de la alfombra. Además, dejó una pobreza potencial de más del 2%, que fue la que se le desató a su sucesor -apenas corrigió algunos desajustes que inevitablemente había que efectuar en el tipo de cambio y las tarifas-. Por lo tanto, Cristina ya no posee más autoridad moral para pretender enarbolar la bandera de la pobreza, como también hizo ese día, porque fue ella quien, teniendo la oportunidad de disminuirla, la incrementó y luego procuró ocultarla.

Tal vez, por todo esto, prefiero pensar que no era Cristina la que vi ese día. Si realmente lo era, hay que felicitarla por dos cosas: por su audacia y por su capacidad de camuflarse. Pero se sabe que “aunque el mono se vista de seda ... ”

Jorge Ballario

jballario@coyspu.com.ar

Siguen las críticas para Vallejos, la candidata K

Nuestra historia estuvo plagada de persecuciones, de amenazas y de palos en la rueda, cualquiera sea el tinte ideológico del gobierno de turno. Derrocamientos, golpes de Estado y numerosos enfrentamientos internos hicieron de nuestro país una larga y compleja enseñanza. Los peronistas saben (y mucho) de cómo actuar y sobreactuar ante estas supuestas persecuciones, lo que no saben es cómo defenderse ante las mismas.

Fernanda Vallejos tuvo la desafortunada necesidad de comparar a Boudou con personajes como Irigoyen, tildando a los medios y la oposición como operadores destituyentes del ex vice presidente. Claro que la memoria histórica no suele ser el lado más fuerte de la economista. A diferencia de Yrigoyen, Boudou suma más de 50 causas, entre ellas la falsificación del título de un auto, la compra de bonos del Estado con sobreprecios para el fondo de jubilaciones (cuando era titular de la ANSeS), malversación de caudales públicos, utilización de las reservas del Banco Central para cancelar deuda, etc. Señora Vallejos, si quiere ubicar a Boudou puede ir hasta su domicilio ubicado en un médano, algo raro, pero posible en el imaginario kirchnerista.

Yrigoyen fue perseguido, pero su idea era torcer el rumbo político y social del país (anhelo fundacional de la UCR), generar equidad, dar derechos al campesinado, fundar YPF, hacer un Estado fuerte, que la política esté definida por el voto, y otras causas fueron los motivos por los cuales los conservadores querían poner ese palo en la rueda. No encuentro los parecidos entre Boudou e Yrigoyen, no entiendo de qué persecución habla y sobre qué fundamentos se maneja.

Si investigar a un corrupto es sinónimo de persecución, bienvenida la persecución al país.

José Luis Traverso

vadanito@hotmail.com

Se queja porque fue dada de baja en el plan “Progresar”

Soy ex alumna del Colegio Nacional de Buenos Aires y de la Escuela Mariano Acosta, y estudio en la Universidad Nacional de las Artes. Pero hoy soy una más de los 234.000 suspendidos del plan Progresar.

Luego de varias llamadas logré que la ANSeS me diera una razón: un supuesto incumplimiento de los requisitos para cobrar. Yo estoy al día con mis materias, entonces me mandaron a hacer una queja en la UNA alegando que era su responsabilidad, ya que habían pasado mal mis datos. “Si no te apurás a llenar de nuevo todos los formularios quedás suspendida y perdés la plata”.

Un mes después reconocen el error y nos dicen que por haber presentado los papeles ponemos en riesgo el cobro de los meses de suspensión y el retenido, por impacientes. En la Web de Progresar, en Facebook, encontré cientos de consultas por suspensiones, pero ninguna respuesta oficial. Me enteré de que ya había sucedido el año pasado la misma problemática, pero el año pasado nadie se enteró. Se me ocurrió hacer una encuesta y en 48 horas contestaron cientos de alumnos de todo el país: estudiantes regulares suspendidos este año, otros el año pasado, reclamaron los meses de la baja injusta y nunca los cobraron, a otros nunca les pagaron el reservado de los $ 1.600, inclusive habiéndolo solicitado. Hay quienes cobran más de $ 720, otros menos de $ 700. Algunos suspendidos ambos años, otros que lo tienen hace un mes y los dieron de baja. Ni uno dejó sus estudios.

Leyendo la nota “ANSeS dio de baja a 94 mil alumnos del Plan Progresar porque este año dejaron de estudiar”, publicada el martes 27, me surge la pregunta, ¿es realmente una demora burocrática? La ANSeS culpa a las instituciones educativas por no avisar al Ministerio. (¿Por segundo año consecutivo?) En las universidades dicen que pasaron los datos en tiempo y forma. (¿Se equivocaron todos a la vez?) Somos el futuro del país. Somos de derecha, izquierda, apolíticos. Pero todos queremos estudiar.

Melina Vasiliadis

meliluavb@gmail.com

A pesar de los bolsillos flacos llama a tener fe en el Gobierno

En la Argentina, desde hace tiempo sentimos palabras como desempleo, default, déficit fiscal, cesación de pagos, inflación, estanflación, dólar, la suba de combustibles, etc, y a pesar de lo que los economistas nos dicen, poco a poco nos acostumbramos a sentir en el pobre bolsillo el peso de los precios, los impuestos, los servicios, etc, que no parecen acomodarse al aumento de salarios que resulta insuficiente para la economía en la casa. Por lo tanto, habrá que ajustarse los pantalones y priorizar los gastos para seguir para adelante, con lo que te queda el bolsillo.

Señores, nuestro Presidente nos pidió que tengamos confianza en él y en su equipo de trabajo, ya que la recuperación económica va a llevar mucho tiempo. Mientras tanto, a no deprimirse, tengamos fe ...

Héctor Montero

monterohh@yahoo.com.ar

Teléfono para el intendente de Escobar por otra “Saladita”

Quería preguntarle al señor intendente del partido de Escobar, Ariel Sujarchuk, ¿qué medidas va a tomar para desalojar la feria ilegal, o “Saladita”, ubicada en Loma Verde, denominada “República de Bolivia”, dado la relación que existiría entre la misma y la recientemente desalojada feria “La Saladita”, de Jorge Omar Castillo?

Deborah Sardegna

deborah.sardegna@gmail.com