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      Deseos para elegir un camino que lleve al país al desarrollo

      OTRAS CARTAS. Los K no tienen “aptitud moral para las elecciones”. Una historia más sobre “La cofradía de los relojes”. Por la puesta en valor de la Capilla Santa Felicitas 

      Deseos para elegir un camino que lleve al país al desarrolloLograr un desarrollo económico para el país
      Redacción Clarín

      Ha llegado un nuevo año. Un año en el que el pueblo argentino va a decidir su destino como nación. Si durante el último siglo ha sufrido la frustración de no lograr el desarrollo económico ni la organización institucional que merezca el respeto del mundo, creo que se hace necesario un cambio de actitud del pueblo, que es el verdadero actor de todas las transformaciones y la del gobierno para interpretar sus inquietudes. Ello reclama estructuras legales, políticas y económicas que fijen objetivos de crecimiento y una equitativa distribución de la renta como sustento de un vivir ordenado en sociedad.

      Aspiro a un país donde sea positivo invertir capitales, trabajo e ideas, con un gobierno republicano y poderes que rechacen toda forma de corrupción, respeten la verdad y la especialización en su gestión lo cual le otorgará créditos de ética, moral y tecnología ante adictos y oponentes. Que el Presupuesto General de la Nación sea respetado en el destino dado a sus partidas. Que la emisión sin respaldo sea descartada para financiar sus obras en defensa del valor de la moneda y no despertar expectativas inflacionarias. Un Poder Legislativo que sancione leyes, no por ideologías partidarias, sino en función de los intereses del país, porque el todo es más importante que la parte, que no actúe como una escribanía de reacciones demagógicas del Poder Ejecutivo. Con una educación que enseñe a aprender, a enseñar, investigar, crear alternativas de progreso y aprovechar oportunidades de trabajo e inversión.

      Deseo un sector privado orientado a todas las actividades productivas lícitas que demanda sostener una economía de libre mercado para competir a costos y precios rentables y mejoras en la calidad. Que no sea víctima del nocivo intervencionismo estatal, que el ahorro se estimule como recurso de financiamiento interno evitando el pago de intereses por créditos del exterior. Que se capacite a la clase obrera para lograr el incremento de la productividad con un parque industrial de avanzada tecnología y que la evolución de ese indicador en cada empresa sea la base para que el gremialismo fundamente sus pedidos salariales. Que el sistema previsional sea viable y no contemple otros privilegios que no sean los años trabajados y aportes efectivamente realizados. Que los fondos de la ANSeS no tengan otro destino que los haberes de los jubilados. Que la actividad gremial muestre transparencia en el manejo de las obras sociales y declaren anualmente su situación patrimonial. Que se elimine la dádiva de los planes sociales y que toda asistencia sea compensada con una prestación laboral del beneficiario. Que el corte de calles y rutas sea descartado como protesta. Que el ingreso a la administración pública exija antecedentes intachables, estudios y títulos obtenidos. Que la asistencia a la niñez se realice a través de dispensarios para combatir el hambre y preservar su salud, y no sea una retribución al ocio improductivos de sus progenitores. Que el crédito público se destine a la inversión productiva, con tasa de retorno asegurada. Que los jueces hagan cumplir rápidamente las condenas en firme para no caer en retardos de justicia.

      El día que inculquemos en nuestro pueblo el respeto por las leyes que valida nuestra Constitución, no habrá razón para la controversia y los argentinos podremos coincidir en la elección del camino que lleva al desarrollo.

      Víctor La Pietra

      lapietrav-@hotmail.com

      Los K no tienen “aptitud moral para las elecciones”

      Es vergonzoso y humillante para los argentinos que Cristina, que junto con su esposo dirigió la más tenebrosa organización de saqueo del tesoro público de toda la historia, tenga más del 30% de intención de voto, y alarma además que la dirigencia del peronismo, supuestamente decente y más ilustrada que el simple votante, nunca haya salido a condenar de manera corporativa las gravísimas inmoralidades ya evidenciadas sobre el gobierno K y las que a diario son descubiertas por la Justicia. Los bolsos de Cristina, los millones de dólares que sin trabajar ahorró Florencia K., Báez, Boudou, etc, nunca figuraron en las intervenciones públicas de estos dirigentes. Al robar ¿no reparaban en que era dinero del pueblo que tanto dicen amar? ¿La falta de condena a Cristina se debe a que piensan que en una hipotética victoria electoral suya estarían en condiciones de ser tenidos en cuenta para algún puestito? Si así fuera, se confirmaría una vez más que el principal problema del país es su clase dirigente, mayoritariamente sin firmes principios morales. ¿Qué se puede acordar con quienes no tienen la honestidad de reconocer lo bueno y condenar lo manifiestamente malo, del partido que fuere? Los políticos que durante el gobierno anterior no supieron de prácticas objetables o sabiéndolo callaron, no tienen aptitud moral como para pres entarse como la alternativa salvadora. El cambalache debe finalizar, no todo es igual.

      Humberto Guglielmin

      guglielmin.humberto@live.com


      Una historia más sobre “La cofradía de los relojes”

      He leído la nota “La cofradía de los relojeros”, publicada el domindo 30 de diciembre de 2018. Emoción, alegría, nostalgia, son algunas de las cosas sentidas durante su lectura.

      Tengo 84 pirulos , el primero que fue relojero fue mi hermano mayor, Luis Osvaldo, hizo el curso en la Escuela Suiza que quedaba en la calle Sarmiento, después me enseñó el oficio arreglando despertadores. Él era tallerista y trabajaba para varias relojerías, durante mucho tiempo fue la changa para agregar unos pesos a mis ingresos, después trabajé en Ceriana Hnos., una casa que vendía fornituras, en ese momento existían Dillenius (Libertad 40), Dirrenzi, Hullman, San Andrea, otro en la calle Corrientes 1111, Winter tenía de todo los difíciles, pero era muy caro. Más tarde, entré a trabajar en el Banco de Desarrollo, pero siempre continué con el oficio ganando buena plata arreglándoles los relojes a mis compañeros y siempre haciendo de tallerista para varias relojerías. Después estudié, pude crecer y aparecieron los japoneses con sus relejes a pila, no más áncora 15 rubíes, automáticos, cilindros, AS984 AS 1130, tige corona,etc. También había un repuestero de despertadores en la calle Maipú, era un desarmadero que después se transformó en un museo de relojería, el hijo heredó el negocio del padre . Alguno de los integrantes de la mesa deben ser contemporáneos míos y habrán pateado esa calle Libertad procurando las fornituras necesarias para sus trabajos.

      Me encantaría poder saludarlos personalmente, pero a través de esta carta les envío un abrazo y les deseo un Feliz 2019.

      Carlos Torres

      cotpyme@gmail.com


      Por la puesta en valor de la Capilla Santa Felicitas

      Rescatar de la vorágine y del olvido a la Capilla Santa Felicitas, en el porteño barrio de Barracas, es un necesario acto noble que eleva el espíritu.

      Construida en 1870, para recordar el amor familiar hacia Felicitas Guerrrero de Alzaga, posee un estilo neorrománico alemán, que incluye el clasicismo greco-romano y el barroco en una conjunción de sublime estética, con componentes decorativos, como vitrales, arañas, un reloj inglés y esculturas que en una simbiosis unen el amor familiar con el espíritu religioso, en armonía con ángeles protectores y la música que emerge de un órgano de 783 tubos. Sin embargo, esta simbiosis artística, está hoy en un estado de incomprensible deterioro. Buenos Aires tiene una riqueza arquitectónica y cultural que debe ser promovida y cuidada. Esperamos desde el gobierno de la CABA su aprecio y acciones para su restauración y puesta en valor.

      Damián Ballester

      dpballester@hotmail.com