La serpiente pitón que apareció en Villa Luro vivirá en el Instituto Malbrán

Una serpiente pitón que fue encontrada el fin de semana por una mujer en Villa Luro fue trasladada ayer al Instituto Malbrán, donde vivirá en cautiverio ya que no puede ser liberada en su hábitat natural por ser un ejemplar albino, informaron desde la Asociación Civil Lorianne, quienes se hicieron cargo del animal luego de que éste fuera encontrado.

"La pitón fue llevada al mediodía al Instituto Malbrán ya que lamentablemente no se puede reinsertar en la naturaleza porque es un ejemplar albino", explicó a Télam Pablo, padre de Lorianne, la joven de 15 años que encabeza la ONG que recupera animales para devolverlos a la vida silvestre y que se hizo cargo de esta pitón de pocos meses de vida. (Mirá el video).

"Como en el Malbrán trabajan con serpientes para hacer sueros antiofídicos (antídotos contra las mordeduras), allí tienen los recintos adecuados para que estos animales puedan vivir, ya que pueden alcanzar 7 metros y pesar más de 100 kilos", agregó, y lamentó que "va a vivir en cautiverio toda su vida".

La pitón fue encontrada el sábado cerca de las 20 en el barrio porteño de Villa Luro. Sara Torres bajó de su departamento para pasear a su perro y a las pocas cuadras el animal comenzó a ladrar desesperadamente porque notó algo entre las ramas de unos árboles, sobre la calle Miranda al 5500.

"Venía caminando con mi perro y de repente se quedó parado enfrente de unas ramas. Ladraba y no se quería mover de la vereda. Estaba muy asustada y no sabía qué hacer. Yo tenía miedo de que mi perro la ataque", relató la mujer.

La vecina alertó a policías que estaban por la zona quienes inmediatamente retiraron el animal de la vía pública.  "Aparecieron casi 10 policías que estaban sorprendidos por lo que veían. Luego, uno de ellos la agarró de la cola y la metió dentro de una caja", explicó Torres.

La policía cuidó al animal durante 24 horas en la Comisaría 44° de Versalles  y luego se comunicó con la Asociación Civil Lorianne para entregar a la serpiente, que pertenece a la especie Python Molurus.

Desde la ONG explicaron que son serpientes que, en general, se compran y luego no saben cuidarlas, por eso aparecen en lugares inesperados.