Noticias hoy
    En vivo

      Candela: buscan a un nuevo sospechoso y siguen las dudas

      Lo acusó uno de los detenidos. Pero siguen sin aclararse los puntos claves del caso.

      Redacción Clarín

      Como ya es una constante en la causa por el crimen de Candela Sol Rodríguez (11), los anuncios de “grandes novedades y avances significativos en la investigación” comenzaron ayer bien temprano en la mañana y se diluyeron con el paso de las horas. Pese a los rumores varios, y ya con nueve personas imputadas (seis de ellos, detenidas), aun nadie ha contestado la gran pregunta del caso : ¿por qué secuestraron y asesinaron a la nena? El único hecho cierto que sobrevivió a la catarata de desmentidas de ayer fue que la Policía está buscando a un nuevo sospechoso , que fue incriminado por Alberto Espíndola, uno de los ya detenidos. Este hombre fue apresado la semana pasada en un hospital luego de recibir una golpiza por parte de los hermanos de su mujer. Supuestamente (la información nunca fue confirmada oficialmente) lo molieron a palos por haber confesado que tenía algo que ver con el crimen de la nena.

      En los tribunales de Morón la información que comenzó a correr a primera hora fue que Guillermo López y Fabián Gómez –dos de los últimos apresados, imputados ambos como “partícipes necesarios”-se habían quebrado, confesado su participación y marcado a la persona que había secuestrado a la nena hace un mes , el lunes 22 de agosto.

      Sus abogados salieron a desmentirlo enérgicamente pero la historia duró horas, hasta que el panorama terminó por aclararse: el que había hablado era Espíndola, quien marcó a ambos hombres al declarar –hace ya varios días– en el expediente. El fue también quien dio el nombre del actual prófugo, al que “busca toda la Policía”, según fuentes oficiales.

      Casualidad o no, la información se dejo trascender ayer al mismo tiempo que el dato de que los primeros cinco cotejos de ADN, tan esperados desde hace días, habían dado negativo . Se suponía que revelarían si en la casa de alguno de ellos había rastros de la nena, mientras que aún faltan los que buscan determinar si algún sospechoso estuvo en el chalé de la calle Kiernan 992 donde –según rastros genéticos– sí estuvo Candela.

      Volviendo a Espíndola, sus dichos no parecen gran cosa. “Dijo que se cruzó en el barrio (en Hurlingham) con Gómez, López y este tercer hombre, hoy prófugo, al que identificó. Aseguró que los tres iban en un VW Gol verde y le preguntaron si había visto policías en la zona porque ‘andaban en quilombos por el tema de la pendeja’ ”, confiaron fuentes del caso.

      Este no es el único testimonio que, insólitamente, muestra a los sospechosos comentando a los cuatro vientos su participación en el caso. En la causa hay al menos tres testigos de identidad reservada y uno de ellos (se dice que es un comerciante del barrio) habría declarado que López y Gómez andaban pidiendo plata “para fugarse porque estaban metidos en el quilombo de Candela” .

      “Hay pruebas, hay pruebas”, se entusiasmó ayer una de las fuentes consultadas, y detalló que en una agenda secuestrada a López se encontró el número telefónico de Hugo Bermúdez. Este hombre está preso y acusado de ser el autor material del homicidio, básicamente porque lo señaló un primer testigo de identidad reservada.

      “A Hugo se le fue la mano” , dijo aquel testigo, cuya declaración fue desmentida por varias personas a las que mencionaba.

      En la causa también constarían más testimonios de identidad reservada que ubican a López, Gomez y Bermúdez en la casa de la calle Kiernan. En tanto, estaría probado que Gladys Cabrera sí estuvo en el chalé, pero por el simple hecho de que le pertenecía y lo estaba por alquilar. Y el albañil Néstor Ramón Altamirano siempre reconoció que iba a esta propiedad, pero sostuvo que lo hacía para alimentar al perro .

      Ahora la Policía busca a un nuevo sospechoso “clave” que, dicen, tiene la llave para entender el caso. Mientras, los días corren. Ya pasaron tres semanas desde que el cuerpo de Candela apareciera a un costado de la Autopista del Oeste y la trama de su crimen parece seguir en el misterio.