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      Una amenaza cara a cara

      Redacción Clarín
      13/05/2012 02:23

      Desde que comenzó el caso Candela, Moreyra fue amenazado dos veces . Estando preso, se enteró de que alguien había intentado llevarse a su hija de 14 años del colegio. Y el domingo pasado tuvo un encuentro extraño e intimidante.

      “Llegué a mi casa, que es la de siempre, y en la vereda de enfrente había un Peugeot 405 gris con vidrios negros. Estaba cerrando el portón cuando el auto arrancó y se me acercó. El coche quedó en marcha y se bajó un hombre. Me dijo: ‘Hola, ¿me conocés, Topo?’. Y yo: ‘No, no te conozco’. Creo que se quiso asegurar si lo conocía o no. Me dijo: ‘Me enteré de que estás por hablar, te conviene que no hablés, vos sabés porqué. ¿Vos sabés de donde viene esto?’. Le dije: ‘No no, no tengo idea’. Me contestó: ‘De La Matanza’. Chau, se subió al auto y se fue. Me quedé mal, le comenté a mi hermano y fuimos a dar vueltas para tratar de encontrarlo”.

      –Cuando dijo “La Matanza”, ¿a qué se refería? -Yo sé lo que me estaba diciendo, yo sé lo que es “La Matanza”: son los que me armaron la causa.

      –¿Piensa que lo van a matar para que no hable? –Sí, sí, para que no hable de la Policía.