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      “Fue él, todas las pruebas están arriba de la mesa”

      Griselda González pidió justicia por el crimen de su hija. "Tiene que pasar el resto de su vida preso, que se pudra en un calabozo. Si sale, yo misma me encargo de matarlo", dijo en relación a Walter Vinader, principal sospechoso del asesinato.

      Redacción Clarín

      "No va a salir de la cárcel, aunque tenga que mover cielo y tierra. Que no declare. Fue él, todas las pruebas están arriba de la mesa. Están las huellas digitales, las llamadas del celular y una filmación en la que se lo ve a él con mi hija. La persona que le hizo esto tiene que pasar el resto de su vida preso, que se pudra en un calabozo", dijo en declaraciones a la prensa, y en relación a Walter Vinader, la madre de Araceli Ramos (19), Griselda González. Tras once días en los que no se supo nada de la joven que había ido a una supuesta entrevista laboral, apareció asesinada en un descampado, en La Matanza.

      Frente a los periodistas, y horas después de haber reconocido el cuerpo de Araceli, González agregó: "La forma en la que ví a mi hija me destruyó el alma. Pero pedí verla porque necesitaba despedirme de ella. No se lo deseo a ninguna madre. Estaba atada de pies y manos con un alambre, y en posición fetal. Voy a seguir en pie, se va a quedar el resto de su vida donde tiene que estar".

      González también pidió a la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, y al gobernador, Daniel Scioli, que "cambien las leyes". "No quiero que le den 10 o 25 años. Si sale, yo misma me encargo de matarlo. No puede ser que una madre tenga que ver a su hija así, en una morgue".

      Por último, agradeció a los policías que se encargaron de realizar la investigación, a las autoridades de la Municipalidad de Tres de Febrero, a la gente que la acompañó en las marchas y a los periodistas. "No me dejen sola, vamos a seguir con las movilizaciones", cerró.