Noticias hoy
    En vivo

      Cuarentena por coronavirus: el hombre que transformaba sus noches en ley

      Con toques de humor e ironía, en la novela "El sueño del señor juez", el escritor Carlos Gamerro da vida a un personaje cuyos sueños son evidencia suficiente para encarcelar gauchos o combatir indios, a fines del siglo XIX.

      Cuarentena por coronavirus: el hombre que transformaba sus noches en leyEl escritor Carlos Gamerro. / G. Dell'Oro

      Corre el año 1877, faltan dos años para la campaña al desierto, pero el enfrentamiento militar con los indios ya está en marcha. En Malihuel, un paraje en algún lugar de la pampa argentina, Urbano Pedernera, un juez de paz, sueña con fundar un pueblo que lleve su nombre. Necesita habitantes, necesita un juzgado, necesita gauchos que salgan a defender el poblado si aparece el malón. Pero este es un juez muy particular: da por real las cosas que sueña, de modo que es frecuente que al levantarse cada mañana encarcele a un gaucho por las macanas que se ha mandado en su sueño o mande a tomar las armas y salir al campo de batalla inducido por un presagio onírico. Todo esto es apenas el planteo inicial de El sueño del señor juez, una creación de la elegante y satírica pluma del escritor Carlos Gamerro, uno de los escritores más destacados de la narrativa contemporánea.

      Cada mañana, los pobres habitantes hacen correr la voz de lo que ha soñado el señor juez, con el único objetivo de saber de antemano qué les deparará el día si es que por esas cosas del inconsciente aparecieron en las ensoñaciones de Urbano Pedernera. Hasta se ponen todos de acuerdo en soñar lo mismo e intentar desactivar las acciones del juez. Pero no hay caso. Por más que lo planeen, sueñan todos cosas distintas y el plan fracasa.

      Carlos Gamerro también publicó "Las Islas" y el ensayo "Facundo o Martín Fierro". / A. D'ElíaCarlos Gamerro también publicó "Las Islas" y el ensayo "Facundo o Martín Fierro". / A. D'Elía

      El gaucho Rosendo Villalba decide, un día, irse del pueblo: acaba de soñar que mata al señor juez. “Me disgracié”, dice. ¿Y si el juez se entera? Mejor se va, ya suficientemente humillante es que Pedernera tuviera encuentros con su mujer. Porque el juez lo soñó y si lo soñó debe ser cierto. Termina en una tribu de indios famélicos y espectrales, arrasados por la violencia del hombre blanco. La cacique es una mujer cautiva que le enseña al tozudo gaucho el arte de la actuación. Entonces, a Rosendo Villalba se le ocurre una idea.

      La novela, publicada en el año 2000, motiva la risa y sonrisa del lector a medida que avanza la historia de un realismo mágico prodigioso. Y si de sueños reales o realidad soñada se trata, imposible no recordar, de paso, Las ruinas circulares, aquel magistral cuento de Jorge Luis Borges, o El sueño de los héroes, aquella lúcida novela de Adolfo Bioy Casares.

      El sueño del señor juez

      Fragmento:

      “Toda la gente del fuerte y la estancia debía ponerse de acuerdo y soñar lo mismo, y así, en malón, el sueño de todos entraría en el del juez y lo tomaría cautivo. Para empezar decidieron probar con algo simple: un tesoro de los españoles enterrado al pie del mangrullo. Si a la mañana el juez les ordenaba cavar en el lugar, sabrían que había funcionado y podrían pasar a mayores; pero por las dudas lo olvidara al despertar prometieron contarse, sin hacer trampa, si habían tenido el sueño convenido. Se pasaron media mañana de domingo diciendo sí sí, lo soñé clarito, esquivándose las miradas, pero la orden de agarrar las palas no venía y al final Venancio Reyes, el entrerriano, fue el primero en animarse a confesar: la verdá es que yo soñé con el ruido del viento en el palmar, su mujer la Teresa que la velaban desnuda, Vicentino Sosa que desenterraba un hueso, y solamente dos, como era de esperarse Zenón y Calixto, habían soñado lo mismo: que conocían el mar y lo cruzaban a caballo como si no fuera más profundo que un bañado”.

      PC


      Sobre la firma

      Paula Conde
      Paula Conde

      pconde@clarin.com

      Bio completa