Noticias hoy
    En vivo

      El origen del escándalo en el Superclásico: provocación tras el gol, batalla campal y show de rojas con siete expulsados para River y Boca

      Mientras los jugadores millonarios festejaban el gol de Borja, de penal, empezó la pelea que se extendió durante un cuarto de hora.

      El origen del escándalo en el Superclásico: provocación tras el gol, batalla campal y show de rojas con siete expulsados para River y BocaLa debacle total en el Superclásico. Foto: Emmanuel Fernández

      Un papelón. No hay otra forma de describir el final del Superclásico del fútbol argentino, después de la batalla campal que se armó entre los jugadores tras el gol de Miguel Borja de penal. Duró unos 15 minutos y tuvo, además de los jugadores, a los efectivos de la seguridad privada como protagonistas. Es que, mientras intentaban separar a los futbolistas, también repartieron manotazos. Darío Herrera expulsó a tres jugadores de cada equipo y tras el encuentro Agustín Palavecino, Luis Vázquez y Marcos Rojo tuvieron que ir a la fiscalía a declarar, los dos primeros por incitación al desorden, y el segundo por estar en un lugar sin autorización.

      ¿Pero cuál fue la mecha que encendió el escándalo? Mientras todos los jugadores de River festejaban en un costado del campo de juego llamados por el colombiano goleador, Agustín Palavecino se quedó en la puerta del área gritando el gol delante de varios jugadores de Boca, entre ellos Jorge Figal y Sergio Romero. Enseguida, Chiquito Romero lo encaró, lo sujetó por la parte superior de la espalda, lo rodearon varios jugadores xeneizes, y se armó la gran pelea.

      Enseguida, llegaron tres jugadores de River y en los primeros empujones cayeron al piso fueron Romero y Advíncula. Ahí se sumó Alan Varela, que había salido disparado desde el banco, y lanzó una piña al aire que impactó en la cabeza de un rival. El volante zafó de la roja.

      Entraron ambos bancos de suplentes al campo de juego, los futbolistas de River que estaban festejando se sumaron a la gresca, también los hombres de la seguridad privada con sus chalecos anaranjados, y durante un cuarto de hora se vivió una escena dantesca, una montonera de más de 50 personajes que se movían amenazantes desde el centro del campo de juego hacia el costado de la platea San Martín.

      Entraron ambos bancos de suplentes al campo de juego, los futbolistas de River que estaban festejando se sumaron a la gresca, también los hombres de la seguridad privada con sus chalecos anaranjados, y durante un cuarto de hora se vivió una escena dantesca, una montonera de más de 50 personajes que se movían amenazantes desde el centro del campo de juego hacia el costado de la platea San Martín.

      Por eso la bronca de Chiquito Romero en la reacción inicial y después en la conferencia de prensa. “Los jugadores de River, con el entrenador anterior, habían logrado algo bueno, que era que todo el mundo hable bien de ellos. Cuando un chico, en vez de ir a festejar el gol de penal con sus compañeros, se pone a gritar en la cara de los jugadores rivales, la verdad que es una falta de respeto terrible. Se lo dije a él, se lo dije al entrenador. Es normal que la gente va a reaccionar. De hecho no voy ni agredirlo ni a pegarle, simplemente lo agarro de la cintura y para decirle ‘qué estás haciendo, en vez de ir allá te quedás adelante de los jugadores’”.

      También Enzo Pérez se mostró reflexivo tras la victoria. “Entiendo las chicanas, pero los protagonistas debemos bajar las revoluciones. Eso lo fui aprendiendo de grande. Lo que hizo Palavecino no está bien. No estoy de acuerdo con lo que pasó”.

      Pasaron más de diez minutos hasta que los ánimos empezaron a calmarse. En la zona de los bancos, la policía advirtió la presencia de Marcos Rojo, quien participó de los incidentes, y lo denunció. Por eso tuvo que ir a la fiscalía. También Palavecino, porque su actitud provocó el inicio de los incidentes, y Vázquez, porque le hizo un gesto a la gente de River (se frotó el pecho) cuando fue reemplazado. 

      En tanto, el árbitro Herrera, el mismo que un 14 de mayo tuvo que suspender el famoso partido en la Bombonera del gas pimienta, empezó a repartir rojas. En el local, además de Palavecino, los suplentes Ezequiel Centurión y Elías Gómez. En la vista, Miguel Merentiel, Ezequiel Fernández , Nahuel Valentini y el técnico Jorge Almirón.

      El partido se reanudó con 10 jugadores locales y 8 visitantes. Se jugaron un par de minutos más, River estuvo cerca del segundo gol y tras el pitazo final de Herrera, comenzaron los festejos locales. Hubo algunas protestas más e integrantes del cuerpo técnico de Boca discutieron con integrantes de la seguridad privada. Poco a poco se fue calmando todo, pero de este escándalo seguirá hablando durante toda la semana y será recordado por mucho tiempo, porque se trata también del Superclásico con más expulsados de la historia. El récord anterior se había registrado en el Metropolitano de 1982, el 22 de diciembre, cuando Carlos Espósito echó dos por bando en la Bombonera:Oscar Ruggeri y Ricardo Gareca del local y Emilio Commisso y Reinaldo Merlo en la visita. Aquella vez, también ganó River, pero perdió el fútbol.


      Sobre la firma

      Oscar Barnade
      Oscar Barnade

      Periodista y docente, con especialización en historia y estadística de fútbol. También en SportsCenter (ESPN), Deportea y Éter. Trabajó en Sólo Fútbol, Súper Fútbol, Olé, Radio Continental y Rivadavia y TyC. Publicó más de 10 libros, entre ellos: "Mitos y creencias del fútbol argentino" y "1986 La Verdadera Historia". Es vicepresidente del Centro para la Investigación de la Historia del Fútbol (CIHF). obarnade@clarin.com

      Bio completa