Girolami “vivió” la carrera y la punta del campeonato

“La viví y la sentí como si estuviera corriendo en la Fórmula 1.” Tan entusiasmado estaba Néstor Girolami con lo vivido en la carrera y con su condición de flamante puntero del campeonato, que se permitió la particular comparación que luego explicó: “En la forma que hubo que administrar y cuidar las gomas.” Supo cómo hacerlo y desde el 10° lugar de largada, no se desesperó por avanzar sino que esperó los momentos justos para escalar en base a la buena velocidad de su Peugeot 408. Además disfrutó de una carrera de alta velocidad, como pocas en Argentina.

“Es lindo manejar a casi 300 Km/h en grupos de cinco o seis autos. Te genera una adrenalina especial”, dijo Girolami antes de contar que “en la 4ta vuelta por la alta velocidad se volaron los burletes, parecía que se abrían las puertas”. Un rato después, en la 10°, Girolami vivió su momento más incierto y estuvo cerca de perderlo todo. “A la salida de la chicana se me paró el motor. Por suerte pude resetearlo y agarró de vuelta”, recordó Bebu, que fue superado por su compañero Facundo Ardusso. Este tardó cuatro vueltas en devolverle el puesto para favorecer su posición en el campeonato. “Me lo indicaron por radio y fue lógico” reconoció Ardusso, antes de señalar que “sobre el final por cuidarlo a Néstor se me hizo complicado contener primero a Pernía y luego a Ponce. Quería cuidarlo a Girolami pero también quería mantener mi lugar en el podio”. Pudo hacerlo Ardusso y así le puso el buen cierre que merecía un fin de semana iniciado con el récord de promedio. Pese a que no llegó al podio que buscó hasta la última vuelta, también rubricó con una buena actuación su paso por Rafaela Gabriel Ponce de León, el otro récordman del viernes. Como en Oberá heredó el mejor lugar de Honda, que Risatti perdió esta vez por el retraso por una vibración.

“Por lo menos sumé algunos puntos”, se consoló Mariano Werner, retrasado por un problema en la dirección hidráulica que obligó a ir al box. “Otra vez no pudimos redondear lo que insinuamos”, lamentó su compañero Rossi, retrasado por romper una goma. Feliz quedó Agustín Canapino, tras la escalada que hizo hasta el 5° lugar tras un toque con Ortelli. “Fue mi mejor carrera por los huevos que lo puse” dijo extenuado.