La Copa Davis y una lógica aparte que también juega a la hora de tomar decisiones

No la tuvo facil Guillermo Coria la decisión que -según el mismo capitán aseguró- les comunicó anoche a los jugadores. Porque entre Francisco Cerúndolo, Sebastián Báez y Tomás Etcheverry, tres tenistas de un nivel muy parejo y separados por apenas seis lugares en el ranking mundial, debió elegir a los dos singlistas titulares para la serie ante Kazajistán.

Los tres ya debutaron en la Copa Davis pero hay una diferencia que les permite a Cerúndolo y Báez tener una ventaja: a diferencia de Etrcheverry ellos ya jugaron “por los puntos”.

De todos modos hay dos factores para analizar a la hora de una elección teniendo en cuenta el juego actual de los tres y que enfrentarán a adversarios sensiblemente inferiores en el ranking: la adaptación a las condiciones (cancha, clima, pelotas) y el estado emocional (energía, comunicación, nervios).

Sólo el cuerpo técnico del equipo argentino que además de Coria integran Leonardo Mayer y Martín García y los equipos de los tres protagonistas en cuestión saben realmente y a la perfección cómo llegó cada uno a la serie rosarina.

La lógica además indica que ante tanta paridad deberían jugar los dos que tengan el mejor ranking (y otra vez la balanza acá se debe inclinar por Cerúndolo y Báez) pero en la Davis son varios los factores externos que influyen.

Y aquí el foco está puesto de nuevo en los dos porque ninguno todavía pudo rendir en su mejor nivel en la máxima competencia por equipos. Cerúndolo sufrió para conseguir sus dos únicas victorias ante el finlandés Otto Virtanen y el lituano Vilius Gaubas y Báez tampoco la pasó bien contra el también lituano Richard Berankis en su última presentación.

Cuestiones de la Davis. De la bendita y querida Copa Davis.