El misterio del hombre armado y con barbijo que suspendió el Brasil - Argentina de septiembre de 2021: quién era finalmente

Jeans azules, remera negra lisa, barbijo, lentes, papeles jurídicos en el bolsillo trasero y un revólver sobre su espalda. Aquel fue el estilo con el que eligió presentarse la figura de un atípico clásico entre Brasil y Argentina en el que lo sanitario estuvo por encima de lo futbolístico. Su imagen recorrió el mundo entero aquel 5 de septiembre de 2021 al ser responsable de causar un hecho sin precedentes en el fútbol: ingresó al campo de juego con el partido iniciado, discutió con los jugadores y obligó a suspender el encuentro por encima de las decisiones organizativas de la Conmebol.

Su accionar tomado en el Arena Corinthians de San Pablo apareció en todos los videos y fotos que resumían aquella tarde, la cual en un principio pintaba para ser un duelo de talla mundial. Sin embargo, la identidad de quien tiró abajo el encuentro nunca fue revelada con exactitud. Solamente, ante la repercusión del caso, se dio a conocer que se trataba de un policía militar que contaba con el permiso para ponerle punto final al partido por motivos sanitarios.

El contexto futbolístico era inmejorable. Dos meses habían pasado de la consagración de Argentina en la Copa América justamente ante Brasil en el Maracaná. Y una Scaloneta que cada vez jugaba mejor soñaba con aprovechar ese envión para vencer a su máximo rival por primera vez en la historia por Eliminatorias en condición de local. Pero el partido tendría un desenlace poco oportuno.

Cuando tan solo se habían disputado cinco minutos, esta figura extraña vestida de civil, entró a la concha desde el túnel por el que ingresan los equipos y empezó a medirse cara a cara contra Nicolás Otamendi y Marcos Acuña, quienes intentaron frenar la suspensión. Rápidamente, el resto de las delegaciones formaron un tumulto con las mismas intenciones.

La previa de aquel encuentro había sido bajo un contexto social especial. Aún en un mundo repleto de medidas sanitarias por el peligro que significaba el COVID-19, hisopados constantes para evitar contagios y estadios vacíos, los jugadores argentinos Emiliano Martínez (Aston Villa), Cuti Romero (Tottenham), Emiliano Buendia (Aston Villa) y Giovani Lo Celso (Tottenham) habían estado bajo el ojo de la tormenta brasileña.

A raíz de un rebrote de casos a nivel mundial, Brasil implementó de forma urgente varias resoluciones preventivas. Entre ellas, la necesidad de realizar una cuarentena obligatoria a todo aquel que ingrese al país desde Reino Unido, India y Sudáfrica.

Es por ello que, al no llegar a cumplir con los días solicitados para estar autorizados para jugar, todos los futbolistas verdeamarelos que participaban de la liga inglesa no pudieron viajar para aquella doble fecha de Eliminatorias. No obstante, los argentinos no dudaron en trasladarse rumbo a la concentración albiceleste y viajar a Brasil.

Allí es cuando el hombre misterioso entró en acción. Lo que en un momento parecía ser un hincha que logró colarse dentro del césped, terminó demostrando no serlo cuando se distinguió que aquel incógnito estaba acompañado por varias autoridades. Se trataba de enviados por la empresa Anvisa (Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria), la cual determinó que los jugadores argentinos provenientes de Inglaterra debían abandonar Brasil de forma inmediata.

El plantel nacional había llegado a tierras vecinas tres días antes del encuentro sin problema alguno. Incluso, la Conmebol había dado el visto bueno para el desarrollo del clásico luego de firmar una excepción de cuarentena que le había emitido a los jugadores albicelestes. No obstante, esto no resultó suficiente para la empresa sanitaria.

La identidad del personaje principal de aquella tarde nunca terminó de revelarse. Se volvió un secreto absoluto. Los únicos personajes que terminaron dando explicaciones al respecto de la situación fueron Alex Campos, director de Anvisa por ese entonces, y Antonio Barra Torres, actual presidente del organismo y que en su momento había declarado que los argentinos de la Premier League “estaban en desobediencia”.

Qué es Anvisa

Cuando el partido entró en conflictos sanitarios y discusiones entre los jugadores de ambos equipos contra el policía secreto, en el pensamiento popular surgió inmediatamente la pregunta: ¿Qué es Anvisa y por qué pudo frenar un partido?

Se trata de un ente regulador independiente del gobierno brasileño, creado en 1999, que está presente a lo largo de todo el país con una sede central en Brasilia. La misma afirma que su objetivo es "promover la protección de la salud de la población, a través del control sanitario de la producción y consumo de productos y servicios sujetos a vigilancia sanitaria, incluyendo los ambientes, procesos, insumos y tecnologías relacionados con ellos, así como los puertos de control, aeropuertos, fronteras y zonas francas". Esto responde a su involucramiento en el asunto futbolístico.

Cómo avanzó la resolución del partido

Con el ingreso de las autoridades sanitarias, nadie logró dar el brazo a torcer para que el partido se reanudara. Ni el enojo de Lionel Messi importó. "Hace tres días estamos acá. Esperaron a que empezara el partido, ¿por qué no avisaron antes?, ¿por qué no fueron al hotel? Nos está mirando el mundo", recriminaba Leo, vistiendo una pechera de camarógrafo, a las autoridades sanitarias cuando aún estaban en medio de la cancha.

En un principio, el encuentro quedó asentado que volvería a jugar en algún momento. Sin embargo, tanto Argentina como Brasil terminaron sus Eliminatorias con un partido menos disputado y nunca hubo una respuesta en el corto plazo a la situación anormal que se vivió en San Pablo.

Incluso, la FIFA le dio la razón a Anvisa por suspender el partido, obligó a la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) a pagar una multa de 270 mil dólares y suspendió por dos partidos a los jugadores que viajaron desde Inglaterra. Lo mismo llevó a la entidad nacional a elevar una queja al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS).

Finalmente, la organización con sede en Lausana, Suiza, le comunicó a la AFA que el partido se dio por terminado y que los cinco minutos disputados no contarían para el registro histórico. Además, le redujo su sanción económica por la mitad.

De esta manera, en los libros de historia, aquel 5 de septiembre intentará ser dejado en el olvido y figurará que la siguiente edición del Clásico sudamericano luego de la Copa América fue el empate 0-0 disputado en San Juan, por la vuelta de las Eliminatorias.

Ahora, este martes desde las 21.30 será la segunda vez que se midan desde el duelo en el Maracaná, o la tercera, para aquellos que quieran considerar la aparición del hombre de jean azules, barbijo y lentes.