La extraña explicación del jugador de LA Galaxy que discutió con Messi: “Se quería meter en mi cabeza”

En su segundo partido oficial, Lionel Messi ya tuvo su primera actuación como héroe del Inter Miami en la nueva temporada de la MLS. Fue el autor del agónico gol del empate 1-1 contra Los Ángeles Galaxy, en un encuentro donde las Garzas no mostraron su mejor juego. Pero el equipo no solo pudo disfrutar de la habilidad del astro para conseguir un punto sobre el final, sino que también lo vio en su faceta gladiadora, sin pelos en la lengua a la hora de tener un áspero cruce con uno de sus rivales.

Cuando el encuentro aún no había roto el marcador, varias chispas ya habían saltado entre los jugadores del Inter Miami y el estadounidense Edwin Cerillo, quien tuvo la misión de intentar anular el juego de Leo lo máximo posible.

Así fue como a los 34 minutos del primer tiempo, el jugador con raíces mexicanas primero tuvo que sufrir un encontronazo con el uruguayo Luis Suárez. Con varios empujones de por medio entre ambos jugadores por protestar una acción de partido, el '10' se acercó a defender a su amigo y compañero de ataque, aprovechando a hablarle al jugador que venía atormentándolo desde el inicio delencuentro.

Tapándose la boca para que las cámaras no lograran captar lo que decía fue en la forma con la que Messi se dirigió hacia Cerillo para protagonizar un áspero cruce.

Pero lejos de esconderse estuvo el jugador de Los Angeles Galaxy, quien se plantó mientras asentía con la cabeza de forma irónica a las palabras del '10'. Incluso, por varios segundos se lo vio cara a cara intercambiando palabras con el rosarino, ambos en un tono desafiante.

Luego se sumaría Sergio Busquets que, con un Luis Suárez que no dejó pasar fácilmente el tenso momento vivido con el jugador, ayudarían a distender la situación junto a otros jugadores de Los Angeles Galaxy.

No obstante, una vez culminado el partido, el mediocampista con pasado en Dallas FC logró ser consciente del momento que vivió y lo analizó: "Primero me quedé sorprendido de que me estaba hablando, así que lo primero que me dijo ni lo entendí, ni se me grabó. Lo estaba diciendo en serio y en ese momento sabía que necesitaba tener la calma yo porque era temprano en el partido".

Y no dudó en cuestionar a Leo acerca de su intención por generar el cortocircuito. "Él sabe lo que hace y a lo mejor se quería meter en mi cabeza. Y como con cualquiera, no me iba a quedar callado", fundamentó.

"Cuando vinieron Suárez y Busquets a defenderlo... Bueno, es bonito, pero es parte del fútbol y en ese momento era cuando tenía que tener la calma. Lo que se dijo me lo voy a quedar grabado yo, es algo que siempre lo voy a tener en mi mente y eso me lo quedo yo", cerró el jugador de 24 años.

Tras el cruce, Messi y su perseguidor en cancha no volvieron a mirarse las caras. Si bien el centrocampista intentó mantener durante los 90 minutos su marca personal contra Leo, la cual resultó efectiva al no permitirle gravitar con creces en la zona de ataque, sería durante el tiempo de descuento cuando el astro frotó la lámpara una vez más para dejar incompleto el objetivo de Cerillo.