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      ¿Cuánto arriesga Messi si juega ante Real Madrid?

      El crack de Barcelona volvería hoy en el clásico después de casi dos meses. Recibió el alta médica ayer.

      ¿Cuánto arriesga Messi si juega ante Real Madrid?CLAIMA20151121_0070 Andreu Dalmau Leo quiere jugar. Messi está feliz , en la previa del clásico su esperada vuelta es el gran tema. (EFE)

      Hoy es el Día M. O al menos eso es lo que parece: poco menos de dos meses después de la rotura parcial del ligamento colateral interno de la rodilla izquierda (en el partido frente a Las Palmas), Lionel Messi está de regreso. No sucede en un escenario cualquiera: enfrente está el Real Madrid -el villano favorito en su vida de superhéroe- en pleno Santiago Bernabéu y con el liderazgo de la Liga en juego (Barcelona le lleva tres puntos al equipo de la Casa Blanca, disputadas 11 fechas).

      Pero hay otra verdad detrás del entusiasmo. El crack rosarino recibió el alta médica ayer y fue incluido en la lista de convocados. Finalmente, el DT Luis Enrique decidió que no fuera titular y esperara su chance en el banco de suplentes.

      Esta situación invita a la pregunta: ¿cuánto arriesga Messi en este regreso? El cuerpo médico del Barcelona confía en qué no hay ningún riesgo. El jugador -cuentan- ya le manifestó al técnico su deseo de jugar. Luis Enrique dijo que quiere verlo jugar. Los especialistas suelen recomendar que el regreso tras este tipo de lesiones sea paulatino. En el cuerpo médico de la Selección observan con cautela este regreso.

      En el terreno de las especulaciones, eran más los que insistían en que arrancaría en el banco. Y que resultaría el revulsivo para el tramo decisivo del encuentro. Luis Enrique había brindado un indicio al respecto: "Es imposible que esté al cien por ciento". Cuando eso acontece, el entrenador suele ser muy cauto.

      La influencia de Messi en ese Bernabéu de tantas mitologías es un fantasma que late en la vida del Real Madrid: jugó diez partidos, hizo ocho goles, ganó cinco, empató uno y perdió cuatro. En ese rubro particular también aventaja a Cristiano Ronaldo, la cara más visible del Real de este tiempo, quien ante Barcelona en el Bernabéu sólo convirtió tres tantos, todos de penal.

      En cualquier caso, como titular o como suplente, La Pulga ya es el gran personaje del Superclásico de España. Sirve un detalle: ayer, hasta que Luis Enrique no puso la peor de sus caras de enojo no se agotaron las preguntas sobre Messi en la conferencia de prensa en el Camp Nou. Sobran las páginas desde Cataluña y desde la capital española enfocando el clásico desde la presencia o no del argentino. Lo mismo sucede en las radios y en cada canal de televisión.

      Sin embargo, los números cuentan que Barcelona no lo extrañó al crack rosarino y universal. Y no sólo porque el equipo llega puntero al Superclásico. En esta temporada, con Messi, el Barcelona disputó 10 partidos, ganó seis, empató dos y perdió dos, incluyendo todas las competiciones oficiales. Hizo 18 goles y recibió 17. Desde la lesión del diez preferido, el gigante catalán mejoró sus registros: nueve partidos, siete triunfos, un empate (con mayoría de juveniles ante Villanovense, por la Copa del Rey) y una derrota. Sorprende un dato: sin Messi hizo más goles en menos partidos.

      De la ausencia de La Pulga se hicieron cargo los otros dos superhéroes sudamericanos con que cuenta la delantera blaugrana: Neymar y Suárez. De los 21 tantos, ellos marcaron 18. El brasileño hizo diez (con un glorioso poker al Rayo Vallecano, el día en el que jugó a ser Messi) y el uruguayo anotó ocho (incluido un hattrick al Eibar). Hay más: Neymar también es quien lo reemplaza como Pichichi. El paulista de Mogi das Cruzes suma once tantos. ¿Su escolta? Suárez, con 9. Cristiano Ronaldo, el archirrival de siempre y también de hoy, suma 8 y pelea el tercer puesto.

      Ahora, con el inminente regreso de Messi, se reacomodarán los roles. Y también regresarán las viejas rivalidades. El destino quiso que fuera justo hoy, bajo el cielo de Madrid. Por eso, desde el contorno, a su vuelta no la acompañarán aplausos sino rechazos. No es casualidad. Si no un modo de admitir el regreso de ese verdugo al que tanto le temen. Lo saben: incluso aunque llegue al límite de sus posibilidades sigue siendo Messi.


      Sobre la firma

      Waldemar Iglesias

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