El “otro” Independiente se llevó un punto de Santa Fe

Si Colón no se quedó con los tres puntos fue por mérito exclusivo del arquero Gabbarini, que atajó casi todo lo que le tiraron . Colón dominó el segundo tiempo a voluntad e Independiente, que jugó un tiempo y medio con uno menos, se aferró exageradamente a la igualdad.

Mientras el equipo titular descansa para jugarse el acceso a la final de la Copa Sudamericana, el próximo jueves, ante la Liga Deportiva de Quito, el Turco Mohamed trajo a esta capital un Independiente para la emergencia, armado con buenos jugadores pero sin el rodaje de los que juegan con continuidad.

Por eso armó un esquema 4-3-2-1 que le permitió al Rojo jugar y ganar el primer tiempo por el camino del juego agradable.

Es que a Colón, que igualmente acumuló méritos y oportunidades de gol como para al menos empatar la primera mitad, le costó demasiado controlar a Brian Nieva (el único delantero) y a Gracián junto con Patricio Rodríguez, que jugaron y manejaron la pelota por detrás del juvenil atacante.

La apertura del marcador llegó cuando Velázquez impactó de derecha un rechazo frontal del boliviano Raldes e incrustó el balón lejos del alcance de Pozo. Como el jueves pasado en Ecuador, cuando un zurdo como Mareque marcó un golazo de derecha, el ex marcador lateral de Lanús repitió la historia en el ya lejano Cementerio de los Elefantes.

No tuvo Velázquez demasiado tiempo para disfrutar su primer gol en Independiente. Porque cuatro minutos después forcejeó con Damián Díaz, con la palma de la mano le pegó en la cabeza y el árbitro lo expulsó.

Ahí arrancó otro partido para Independiente , que cubrió el hueco dejado por el goleador del encuentro con el enorme despliegue físico y la inteligencia para jugar del vigoroso Mancuello. Colón, en tanto, con poco juego en Damián Díaz, dispuso de varias ocasiones para convertir. Pero entre lo que fallaron Moreno y Fabianesi y Fuertes más lo que atajó Gabbarini -sobre todo un disparo recto a Higuaín y un bombazo de Iván Moreno-, el equipo que parece haber resucitado de la mano de Fernando Gamboa se fue perdedor al cabo de la primera mitad.

De entrada en el segundo tiempo se acentuó la presión del equipo local. Antes de los 20, cuando en el visitante se fue Nieva para que ingrese Delmonte en la mitad de la cancha, Independiente renunció al ataque y su mayor objetivo fue proteger a su arquero.

El equipo santafesino fue y fue, constantemente, para terminar llevándose por delante al visitante. Con Quilez jugando prácticamente de extremo derecho, con el alma de Garcé para partir desde el fondo y empujar a los mediocampista, con el fineza de Moreno y Fabianesi para administrar el balón y la vigencia de Fuertes para los últimos 20 metros de la cancha. Hasta que de tanto ir, el Sabalero encontró el empate. Un preciso centro de Quilez cayó en la cabeza del Bichi, que la peinó para someter otra vez a un rival que parece hecho a la medida de su capacidad goleadora.

Colón fue a buscar los tres puntos cuando se dio cuenta de que para Independiente el arco de Pozo era una utopía. Pareció penal de Vallés a Díaz que Loustau interpretó de otro modo. El resto lo hizo Gabbarini, quien con una notable producción sostuvo un empate que de poquito, casi nada, sirvió para ambos.