Mientras ocurrían los incidentes en Congreso, los Moyano celebraban en Avellaneda

Mientras en el Congreso se levantaba la sesión en la que se iba a someter a votación la polémica reforma previsional y en las inmediaciones se recrudecían los enfrentamientos entre la Policía y los manifestantes, Hugo y Pablo Moyano, dos hombres de peso en el sindicalismo argentino, celebraban en Avellaneda la obtención de la Copa Sudamericana que logró Independiente.

Hugo, presidente del club que buscará el domingo la reelección, recibió al plantel de jugadores en el estadio Libertadores de América, tras haber gritado campeón el miércoles, en el Maracaná, frente a Flamengo.

Pablo, en tanto, había viajado para acompañar a la delegación en Río de Janeiro. Tras un regreso triunfal, que incluyó una caravana desde Aeroparque, padre e hijo se reencontraron en la cancha del Rojo y festejaron el título.

Distinta fue la reacción de Facundo, otro de los hijos de Hugo y diputado nacional, quien estuvo en el Congreso y por la mañana había ratificado que si se aprobaba la reforma previsional, la CGT llamaría a un paro nacional para este viernes.

Hugo Moyano delegó en Pablo el manejo del gremio Camioneros al mismo tiempo que sumaba protagonismo dentro de Independiente. Tanto es así que Pablo pasó a ser el candidato a vicepresidente 1° en la lista con la que Hugo buscará la reelección.

El cargo que tomó Pablo era de Noray Nakis, dirigente histórico de la institución detenido por su vínculo con la barra brava del club que encabeza Pablo “Bebote” Alvarez, también apresado.

La fórmula Moyano-Moyano competirá el próximo domingo y tiene como primer vocal al líder bancario Sergio Palazzo.