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      Colegiales volvió a unir a dos amigos después de veintidós años

      Nicolás Chietino y Emiliano Giannunzio comenzaron juntos en el baby fútbol. Luego cada uno hizo su recorrido.

      Colegiales volvió a unir a dos amigos después de veintidós añosEmiliano Gianunzio y Nicolás Chietino, compañeros en Colegiales 2016.

      Los pequeños vecinos de Longchamps, en el sur granbonaerense, empezaron a darse pases, a tirar paredes, a abrazarse en el festejo de los goles, entristecerse juntos por una derrota y a derramar felicidad en vueltas olímpicas compartidas. Así en época de diversión el fútbol los conectó y luego la vida, moldeando sus personalidades, los convirtió en grandes amigos. Aquellos niños que compartían equipo en la Sociedad de Fomento Castelli -saliendo campeones consecutivamente de la Liga ADIAB (Asociación Deportiva Infantil Almirante Brown) en los seis años que jugaron juntos al baby fútbol- cumplieron con el sueño de transformarse, con el correr del tiempo, en futbolistas profesionales. Tanto Nicolás Chietino como Emiliano Gianunzio desarrollaron una extensa carrera con distintas camisetas, separados en las canchas pero reforzando su fuerte amistad.

      Hasta que a comienzos de la actual temporada de Primera B Colegiales les abrió la puerta para volver a ser parte del mismo equipo. Llegaron por distintos caminos. "Con el Polaco nos conocimos de muy chicos, somos del mismo barrio y en la Sociedad de Fomento Castelli compartimos muchos años y a partir de ahí nos une una amistad inseparable. Haber compartido vestuario ahí fue un placer, reencontrarnos después de más de 20 años y ya en el final de nuestras carreras es otro placer", le cuenta Nicolas Chietino a Clarín. "Felicidad pura lo que me regala el fútbol,es una alegría inmensa poder compartir vestuario después de casi 21 años de jugar juntos en la Sociedad de Fomento Castelli de Longchamps y tener una amistad que nos unió a los 6 años", remarcó Giannunzio.

      Atrás quedaron esos chiquilines que se conocieron a los 6 años, jugaron juntos hasta los 12 y a pesar que el lazo de hermandad afectivas jamás se cortó recién volvieron a ser miembros de un mismo equipo a los 34 años. En el actual campeonato de Primera B, el Tricolor de Munro hizo posible esta historia. Chietino y Giannunzio estuvieron en las derrotas ante Comunicaciones y Talleres de Remedios de Escalada y en el empate ante Acassuso en un torneo donde Colegiales no arrancó nada bien.

      Recuerdo de los inicios: Chietino es el anteúltimo y Gianunzio el último de la fila de arriba.Recuerdo de los inicios: Chietino es el anteúltimo y Gianunzio el último de la fila de arriba.

      Emiliano Daniel Giannunzio, nacido el 25 de enero de 1982, comenzó en Lanús y luego jugó en Arsenal, Guaraní de Paraguay, San Miguel, Juventud Unida Universitario, Excursionistas, Temperley, Aldosivi, Talleres de Córdoba, Platense y Gimnasia y Tiro. Integró la Selección Argentina Sub 2001 subcampeona sudamericana en Ecuador 2001 con José Pekerman como técnico.

      Nicolás Alejandro Chietino se formó en las divisiones inferiores de Argentinos Juniors y se graduó en el ascenso de España jugando en Racing de Ferrol, Novelda, Melilla, Algeciras, L´Hospitalet, Marbella, Villanovense, Burgos y Mérida. En Europa también vistió las casacas de Pogon Siedlce de Polonia y Lincoln Red Imps de Gibraltar participando en la fase preliminar de la Champions League europea. El ascenso argentino, antes de esta llegada a Colegiales, lo mostró en Temperley (Primera B 2010-11) y Unión Aconquija (Federal A 2016).

      Este lindo reencuentro está a punto de quebrarse. Una amenaza de la barra brava alejó a Giannunzio, quien está negociando rescindir su contrato. Si se concreta su salida, al menos los dos amigos habrán disfrutado del sabor de revivir viejos tiempos durante un par de meses.


      Sobre la firma

      Guillermo Tagliaferri

      gtagliaferri@clarin.com

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