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      La historia de Andrew Toles, el beisbolista al que le renuevan el contrato año a año tras sufrir trastorno bipolar y esquizofrenia

      Los Ángeles Dodgers dejó en claro que el dinero no es lo más importante y, pese a que el jugador no tiene acción desde 2018, tomó la decisión para que pueda seguir utilizando el seguro médico.

      La historia de Andrew Toles, el beisbolista al que le renuevan el contrato año a año tras sufrir trastorno bipolar y esquizofreniaToles no juega desde 2019 y es casi seguro que nunca volverá a ponerse la camiseta de los Dodgers. Foto AP
      Redacción Clarín

      Más allá de la pasión que genera en el público estadounidense, la Major League Baseball es, para los dueños de las franquicias que la componen, un negocio que mueve millones. Y los jugadores son las herramientas más importantes para generar ganancias. Pero Los Angeles Dodgers dejó claro que el dinero no es lo más importante. Es que el equipo angelino, que en 2020 sumo su séptimo título en la Serie Mundial, renovó el contrato de Andrew Toles -quien no juega desde 2018, tras ser diagnosticado con trastorno bipolar y esquizofrenia-, solo para que su ex jardinero izquierdo pueda seguir utilizando el seguro médico y los servicios de salud mental de la organización.

      De acuerdo a los medios estadounidenses, es la quinta temporada consecutiva en la que los Dodgers firman un vínculo con el ex jugador, de 30 años, para mantenerlo en la lista de reservas, como parte de la franquicia. Este año, el arreglo fue por nada -"0 dólares"-, pero le permitirá a Andrew continuar recibiendo los tratamientos y los medicamentos para tratar su condición médica. 

      Nacido en Decatur, Georgia, en 1992, Toles fue durante un tiempo uno de los jugadores más prometedores del béisbol estadounidense. Tras destacarse a nivel universitario -jugó para la Universidad de Tennessee y la Chipola College-, fue elegido por los Tampa Bay Rays en la tercera ronda del drafts de la MLB de 2012, aunque pasó los años siguientes en diferentes organizaciones de las Ligas Menores, en la que fue reconocido como "Mejor Jugador del Año" en 2013.

      En 2016, firmó contrato con los Dodgers y tuvo su debut en la MLB el 8 de julio de ese año, en un juego ante los San Diego Padres y hasta principios de 2017, fue el jardinero titular del equipo. Pero en mayo de ese año, se desgarró el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha, tuvo que pasar por el quirófano y no volvió a jugar en la temporada. Y su carrera empezó a declinar.

      Tras su recuperación, pasó la mayor parte de 2018 en el equipo Triple A en Oklahoma City y solo disputó 17 partidos con los Dodgers. Se esperaba que volviera a ponerse la camiseta del equipo de las Grandes Ligas en 2019, pero ese año se ausento de los entrenamientos de primavera porque estaba "lidiando con un asunto personal", como informó la franquicia. Finalmente, fue puesto en la lista de jugadores restringidos a comienzos de la temporada y ya no volvió a jugar.

      Aunque ya se sabía que había batallado en el pasado con problemas de ansiedad y depresión -que habían afectado su rendimiento en la cancha-, los fanáticos se preguntaban qué había pasado con él. Y tuvieron la respuesta en 2020, cuando se hizo público el infierno que vivía el jugador.

      En junio de ese año, Toles fue arrestado luego de que lo encontraran durmiendo detrás de un edificio de Federal Express en el aeropuerto Key West de Florida y se negara a moverse. Pasó la noche en la cárcel, acusado de entrar sin autorización a una propiedad privada.

      "¿Saben lo que mi familia sintió al conocer la noticia? Alivio. Es una locura decirlo, pero la foto de la ficha policial, en realidad, fue lo mejor de la historia. No sabíamos si estaba vivo o muerto", le contó su hermana Morgan a USA Today.

      Fue entonces cuando se conoció que el ex MLB había sido diagnosticado en 2018 con esquizofrenia y trastorno bipolar. Que desde entonces había pasado por más de 20 clínicas de salud mental sin completar ningún tratamiento. Y que había desaparecido y vivido en la calle, tras regresar a Estados Unidos poco antes de su arresto, luego de pasar un mes en una prisión en Hong Kong por robar comida en una estación de servicio.

      A finales de 2020, su padre, Alvin Toles, un ex jugador de la NFL, se transformó en su "guardián legal", logró sacarlo de la calle y lo llevó de nuevo a Georgia, porque al ex jugador lo "traumatizan los hospitales". Y desde entonces, se encarga de cuidarlo y asegurarse que tome su medicación todos los días. 

      "Solo quiero que tenga una chance en la vida. Eso es todo. Quiero que tenga una vida saludable y normal", le contó Alvin al USA Today a mediados de 2021.

      "Es un desafío, pero nada que Dios y yo no podamos manejar. La esquizofrenia es muy dura. Ni siquiera puede ver la televisión. Escucha voces y la televisión al mismo tiempo, así que es algo confuso. Le he visto mirar algunos partidos de béisbol en su notebook, pero no creo que entienda realmente lo que está pasando. Creo que ni siquiera entiende que los Dodgers ganaron en 2020 la Serie Mundial", continuó.

      El relato de Morgan Toles es mucho más crudo.

      "La verdad es que no está viviendo, simplemente está flotando", contó la hermana de Andrew. "Es casi como un zombi. No sé si alguna vez mejorará. Ninguno de nosotros lo sabe. Pero, al menos, no nos preocupa si está vivo o no". 

      La foto de Toles tras su arresto en Florida en 2020. "Verlo fue un alivio, no sabíamos si estaba vivo o muerto", dijo su hermana. Foto Policía del Condado de MonroeLa foto de Toles tras su arresto en Florida en 2020. "Verlo fue un alivio, no sabíamos si estaba vivo o muerto", dijo su hermana. Foto Policía del Condado de Monroe

      "Esto ha destrozado a mi familia, ha desgastado a todo el mundo. Intento no pensar en ello. Me rompe el corazón pensar por lo que está pasando mi padre. Me llama y oigo cómo se le quiebra la voz. Lo he escuchado llorar más que nunca en mi vida. Sigue diciendo 'Todo va a salir bien', y no quiere agobiarme con nada, pero sé que está sufriendo", continuó. 

      El calvario que vive Toles despertó la empatía de los Dodgers. Y aunque el jardinero no pisa una cancha de béisbol desde 2019 y casi con seguridad nunca más volverá a ponerse la camiseta de la franquicia angelina, el equipo continúa apoyándolo y acompañando a su familia.

      Este año, por quinta temporada consecutiva, lo confirmaron como un jugador de reserva para asegurarse que siga recibiendo el tratamiento que necesita. Un gesto que, otra vez, fue aplaudido y destacado por todo el béisbol y el deporte de Estados Unidos. 


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