Noticias hoy
    En vivo

      La historia de los hijos de Fangio: cuánto debieron esperar para que la Justicia los reconociera como herederos

      En diálogo con Clarín, los tres hijos del piloto de Fórmula 1 compartieron su emoción en el homenaje a su padre en Balcarce.

      La historia de los hijos de Fangio: cuánto debieron esperar para que la Justicia los reconociera como herederosJackie Stewart con Rubén, Oscar y Juan Carlos, los hijos de Juan Manuel Fangio.

      Cacho se sube al escenario montado en la carpa donde un almuerzo corona un tributo de 48 horas a Juan Manuel Fangio y le hace un pedido especial al invitado de honor, Jackie Stewart: una foto de él con sus hermanos. Cuando Oscar (83 años), Rubén (79) y Juan Carlos (76) se abrazan al escocés parece imposible que exista una imagen mejor. “Estos hombres son el producto de un gran hombre. Sin dudas, ustedes son sus hijos”, les dice el tricampeón de la F1 en 1969, 1971 y 1973. Y sus palabras caen como una bendición.

      No fue sencillo ser reconocidos como hijos de Fangio quienes hace poco eran Oscar Espinosa, Rubén Vázquez y Juan Carlos Rodríguez. Pero las dolorosas heridas parecen curarse con una hermandad que nació cuando ya eran septuagenarios, jubilados y abuelos. Y que les dio la posibilidad de elegir y aceptar la propuesta del Museo Fangio -que nació de Stewart- para llevar allí los restos de su padre, tras 26 años en el Cementerio Municipal. En diálogo con Clarín, concuerdan con que era el lugar “donde tenía que estar”.

      “Es muy emocionante porque igual que los otros hermanos uno siempre busca la dignidad, independientemente que siempre le dijeron a uno quién es, que era el hijo de Juan o no, y eso a la vejez aparece”, explica Juan Carlos Fangio, quien fue reconocido por la Justicia recién este año, tras una muestra genética aportada por Cacho.

      “Yo tengo 76 años, viví toda la vida en Balcarce y era muy amigo de la familia, siempre estuve en contacto, sobre todo con Toto -NdR: el hermano menor del Chueco- éramos muy compinches”, relata sobre esos años previos a iniciar las gestiones para ser reconocido como hijo del Chueco, al tiempo que remarca lo que lo impresionó el homenaje casi tres décadas después de la muerte de su padre.

      La ceremonia final en el Mausoleo del Museo Fangio. Foto: APLa ceremonia final en el Mausoleo del Museo Fangio. Foto: AP

      A Rubén, quien se acercó a su historia casi de casualidad, cuando un cliente del hotel de Pinamar donde trabajaba le remarcó su parecido con Fangio, y debió esperar 13 años hasta que en 2018 la Justicia lo sumó a Cacho como heredero, también lo sorprendió la masiva caravana por Balcarce.

      “Me imaginaba en el fondo que iba a ser emocionante pero llegado el momento me di cuenta de que es más emocionante de lo que uno pensaba. Gracias a Dios cuando nos pidieron trasladar el cuerpo, sabíamos que había que hacerlo, que era el lugar donde tenía que estar: rodeado de sus afectos, sus máquinas, sus trofeos, de todo lo que adoró en la vida”, refuerza ante la consulta de este medio de una decisión que hace 26 años recayó en las hermanas del Chueco, quienes optaron por llevarlo al Cementerio Municipal, pero que ahora ellos pudieron revertir.

      “Se te acelera bastante el corazón, que no es fácil controlarlo, y menos poder hablar, así que no es fácil. Pero está en el lugar que pienso tenía que estar, con todos sus trofeos, los trofeos de sus amigos y las historias de todos los que compartieron y los que no también las carreras con él. Así que para nosotros es el lugar exacto donde tenía que estar”, aporta Oscar, aquel que más tiempo compartió con el Chueco, porque su madre -Andrea "Beba" Berruet- acompañó al piloto en sus años dorados en Europa. Aunque no fue reconocido en vida por Fangio, tuvo una relación cercana tanto con él como con sus abuelos (Loreto y Herminia) y recibió su apellido como “nombre artístico” mientras corría. Y hoy disfruta de su herencia más deseada: dos hermanos.

      La estatua de Fangio en la entrada de Balcarce. Foto: APLa estatua de Fangio en la entrada de Balcarce. Foto: AP

      Sobre la firma

      Sabrina Faija
      Sabrina Faija

      sfaija@clarin.com

      Bio completa