Huracán pasó del lamento por la expulsión de Fattori al éxtasis por el triunfo ante Gimnasia que le da aire en la lucha por la permanencia

Arde el fondo de la tabla anual. Huracán le ganó a Gimnasia de La Plata, salió del fondo y ahora está el Lobo compartiendo el penúltimo puesto con Vélez, que aún debe jugar. Con 10 hombres todo el segundo tiempo, el Globo, que ganó siete de los últimos nueve partidos que jugó, derrotó 2-0 al Lobo con goles de Fabio Pereyra y Walter Mazzantti, está más vivo que nunca.

A Huracán no le alcanzaron las ganas y el apoyo de su gente para quebrar a Gimnasia en la primera media hora de juego. Fue protagonista, tuvo la pelota, intentó aprovechar la banda derecha con las subidas de Souto, por momentos manejó el juego con el chileno Echeverría y por otro con Alan Soñora. Ambos, los encargados de alimentar a Cóccaro y Pusetto. Tuvo aproximaciones, una secuencia de cuatro tiros de esquina seguidos, pero no pudo concretar.

Gimnasia esperó, trató de romper cualquier intento de local de proyección con buen juego. Corte, fricción y esperar una oportunidad para lastimar. Así, aunque fueron escasas sus llegadas al arco de Cháves, tuvo las situaciones más peligrosas de la primera etapa, que terminó con la expulsión de Fattori por una plancha al uruguayo Abaldo, una incorporación que le está rindiendo al Lobo. Herrera primero amonestó al volante de Huracán, pero hubo llamado del VAR, revisó la jugada y le sacó la roja.

Parecía complicada la situación para Huracán en el segundo tiempo tras la expulsión de su capitán. Incluso, Tarragona tuvo una buena chance a los 5 minutos. Pero el fútbol es impredecible. Y de pelota parada, el Globo llegó al gol. Soñora ejecutó un tiro de esquina desde la izquierda, cabeceó Echeverri, Durso dio rebote y apareció Pereyra para poner el 1-0.

La reacción de Gimnasia fue inversamente proporcional a la del miércoles pasado ante Vélez. Con la obligación de ir a buscar el empate, no supo pisar fuerte en el área Cháves. Incluso, más allá de los cambios ofensivos de Madelón que hasta la salida de Abaldo jugó con un volante ofensivo, dos hombres abiertos y un doble nueve. La acumulación de hombres no le rindió sus frutos.

Huracán se dedicó a sostener el 1-0 y buscar definirlo de contra. La más clara estuvo en los pies de Cóccaro, quien se fue solo hacia el gol en una corrida bárbara, se la picó a Durso y el balón se fue apenas desviado. Después, Mazzantti también sacó ventaja con su velocidad pero llegó a cortar justo Gallo para mandar la pelota al córner.

Recién a los 40 minutos Gimnasia puso en riesgo el arco de Huracán con un tiro libre de De Blasis que rechazó bien Chaves. En la jugada siguiente, perdió la pelota el arquero, convirtió Soldano pero antes hubo empujón al arquero. Huracán apostó a la contra y logró sellar una victoria importantísima con ese gol de Mazzanti en el final.