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      Escándalo en la Liga a la que llegó Messi: Sampaoli explotó tras la invasión de hinchas y la agresión a los jugadores del Marsella

      Los ultras del Niza ingresaron al campo de juego y atacaron al equipo rival. El DT estuvo en el medio de la pelea. El partido fue suspendido.

      Escándalo en la Liga a la que llegó Messi: Sampaoli explotó tras la invasión de hinchas y la agresión a los jugadores del MarsellaDimitri Payet, que reaccionó ante las agresiones, trata de calmar a a Jorge Sampaoli. Foto: REUTERS/Eric Gaillard
      Redacción Clarín

      El arribo de Lionel Messi al fútbol de Francia le puso una lupa gigante a la Ligue 1. Porque los equipos, los jugadores y los estadios, no tan familiares hasta ahora, empiezan a mirarse con otra atención. Por eso, las escandalosas imágenes de lo que ocurrió en el choque entre Niza y Olympique de Marsella recorrieron el planeta. Y lo seguirán haciendo.

      Es que no solo se trató de un hecho violento, poco frecuente y con participación de Jorge Sampaoli y su cuerpo técnico, que reaccionaron ante semejante escena de barbarie. También es un mensaje para el crack rosarino que llegó al Paris Saint-Germain: la paz y el confort español se terminaron. Y el fervor de los ultras (barras) tiene otro tipo de impacto en el día a día en el fútbol galo.

      En Niza, los botellazos que los ultras del equipo local arrojaron al campo de juego cada vez que hubo un tiro de esquina en el sector Norte del estadio Allianz Rivera se parecieron a una provocación que no encontró freno pese a las cuatro veces que el árbitro del partido, Benoit Bastien, ordenó la detención del juego.

      Un intento de notoriedad y también de hacer sentir, de la peor manera, que el regreso del público a las canchas después de un año de pandemia trae con eso una carga acumulada de hace meses. Fue Dimitri Payet, del Marsella, el que terminó de encender la mecha cuando devolvió hacia la tribuna una botella que le habían tirado. Su equipo ya perdía 1 a 0 y faltaban 18 minutos.

      Lo que siguió fue imparable: un centenar de ultras dejó las tribunas, saltó el vallado y entró por la fuerza al campo de juego para pelear mano a mano con los empleados de seguridad y también con los futbolistas del Olympique, quienes recibieron agresiones que luego viralizaron en las redes.

      En el griterío, insultos y agresiones hubo argentinos. Uno fue Walter Benítez, arquero de Niza, quien estaba en el arco más cercano al sector donde comenzaron las agresiones. Otro, menos visible, el ex Boca Leo Balerdi. Pero todos los focos apuntaron hacia Sampaoli, que se llevó la atención de todos.

      Porque el DT del Marsella, con su estilo nervioso, estuvo increpando y peleándose con más de un encargado de seguridad e incluso con delegados de la liga que estaban en el estadio. Fue una reacción de impotencia ante semejante escándalo.

      “Es momento de tomar decisiones, dejen de boludear... nos tiran de todo, se mete gente a pegarnos y nadie hace nada”, fueron algunos de los gritos que se escucharon del ex técnico de la Selección, todavía enajenado, ya en la zona de vestuarios.

      Pero lo suyo se pareció a un acumulado, porque en la primera jornada ya había existido una situación similar entre Montpellier y Marsella, que terminó con un futbolista de Sampaoli herido por una botella que impactó sobre su rostro. También los videos arrojaron detalles sobre cómo Jorge Desio, uno de los ayudantes de Sampaoli, agredió directamente a uno de los hinchas que saltó al campo de juego.

      Luego de una hora, y con varios pedidos a los hinchas de Niza, la orden fue la de retornar al campo de juego y reanudar el partido. Así lo hicieron los futbolistas del Niza y el cuerpo arbitral.

      Pero Marsella decidió no entrar a la cancha y su presidente, Pablo Longoria, lo explicó: “El árbitro estaba con nosotros con esta situación; nos confirmó que la seguridad en el campo no estaba asegurada. Su decisión fue terminar el partido, pero la Liga decidió reiniciarlo. No es aceptable para nosotros, con futbolistas lastimados, no pensábamos en volver a jugar”.