Estudiantes ganaba cuando la violencia dijo presente

Lanús necesitaba ganar para no alejarse de la punta, pero Estudiantes en apenas 45 minutos le metió dos goles y el partido se encaminaba para un triunfo Pincha. Pero cuando promediaba el primer tiempo empezaron los disturbios en la popular visitante y el árbitro Patricio Loustau frenó el juego. Habló con la Policía y le dieron garantías para continuar a pesar de que en lo alto de la cabecera los hinchas se enfrentaban con los efectivos policiales.

El partido llegó al entretiempo, pero los equipos no salieron a jugar el segundo tiempo. En el vestuario, el presidente de Lanús, Alejandro Marón les informaba a Guillermo Barros Schelotto y los jugadores que había "un hincha fallecido". El partido quedó suspendido automáticamente. La popular visitante fue desalojada rápidamente y el fútbol otra vez perdió por goleada.