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      Michael Phelps: hace 15 años se convertía en la leyenda más grande de la natación y comenzaba su carrera más dura

      El 16 de agosto de 2008, en los Juegos de Pekín, el estadounidense lograba una hazaña que nadie volvió a repetir: se colgaba la octava medalla de oro en una sola cita olímpica. Tras los éxitos de Beijing y Londres, comenzó una dura lucha contra la depresión que hoy continúa.

      Michael Phelps: hace 15 años se convertía en la leyenda más grande de la natación y comenzaba su carrera más duraAquaman: Phelps rompió todas las barreras del hombre en el agua.
      Redacción Clarín

      El 17 de agosto de 2008 el nadador estadounidense Michael Phelps reescribía la historia de los Juegos Olímpicos con un baño de dorado sin precedentes. Se colgaba la octava medalla de oro en los Juegos de Pekín y arrebataba el récord, hasta ahora de siete, a su compatriota Mark Spitz. Este jueves se cumplen quince años de una hazaña que nadie ha logrado repetir.

      Phelps, la 'Bala de Baltimore', tiene ahora 38 años y cerró su legendaria carrera en los Juegos de Río con un total de 28 medallas olímpicas, 23 de ellas de oro.

      Escribió página más impresionante de una carrera en el Cubo de Agua de Pekín​ (la histórica piscina de aquellos Juegos), cuando, el día después de igualar los siete oros de Spitz, logró el octavo en el relevo 4x100 estilos.

      Tenía 23 años y esa hazaña le lanzaba en el Olimpo del deporte tras ganar consecutivamente los 100 y 200 mariposa, 200 y 400 estilos, 200 libre, 4x100 y 4x200 libre y 4x100 estilos.

      Phelps mira el tablero y no lo puede creer: acaba de ganar su octava medalla, supera su propia capacidad de asombro y todos los récords de la natación.Phelps mira el tablero y no lo puede creer: acaba de ganar su octava medalla, supera su propia capacidad de asombro y todos los récords de la natación.

      Su logro dejó atrás la marca de su ídolo Mark Spitz en los Juegos de Múnich '72. El también nadador había ganado dos oros en la edición de México '86 e hizo historia en Alemania con siete medallas del metal más codiciado.

      La Bala de Baltimore celebró ese octavo oro junto al resto de sus compañeros, Aaron Peirsol, Brendan Hansen y Jason Lezak, e impactó a los presentes en rueda de prensa con unas declaraciones también entradas en la historia.

      "Quiero ser el primer Michael Phelps, no el segundo Mark Spitz", avisó el nadador.

      Su hazaña fue de magnitud tan grande que, sólo con sus oros, Estados Unidos se aseguraba la décima posición del medallero de Pekín. El 'Team USA' ganó un total de 36 oros en esos Juegos y fue segundo, detrás de los 51 de China.

      Phelps regresó a competir cuatro años después en Londres, cuando ganó cuatro medallas de oro, en los 100 mariposa, 200 y 4x100 estilos y 4x200 libre.

      A los 27 años, tras los Juegos de Londres, Phelps anunció su retirada y se dedicó en los meses siguientes a otras pasiones, como el golf, antes de replantearse su futuro y volver a la piscina para su "último baile" en las Olimpiadas de Río.

      Con 31 años, reapareció en Brasil y puso la guinda a su carrera con otros cinco oros, ganados en los 200 mariposa, 200 y 4x100 estilos y 4x100 y 4x200 libre.

      Y es que más allá de lo deportivo, Phelps se convirtió también en un ejemplo al hablar abiertamente de sus problemas de depresión padecidos después de sus grandes éxitos en los Juegos.

      Michael Phelps: de la gloria a la depresión

      Depués de los Juegos de Rio, donde cerró su inolvidable carrera, volvió el vacío. Phelps había reconocido que vivió su momento más complicado después de los Juegos de Londres y que llegó a pensar en suicidarse: "No desparecerá nunca, nunca me curaré", dijo sobre su problema de salud mental.

      "La cuestión es que las personas que viven con problemas de salud mental lo saben, nunca desaparece. Tenés días buenos y malos. Pero nunca hay una línea de meta. Hice tantas entrevistas después de Río donde la historia fue la misma: ‘Michael Phelps habló sobre la depresión, entró en un programa de tratamiento, ganó el oro en sus últimos Juegos Olímpicos y ahora está mejor’. Desearía que fuera la verdad. Desearía que fuera así de fácil. Pero honestamente, y lo digo de la mejor manera posible, eso es simplemente ignorante. Alguien que no entiende con qué lidian las personas con ansiedad o depresión o trastorno de estrés postraumático no tiene idea".

      Sabiendo que es día a día, con la ayuda de terapia psicológica, Phelps logró controlar sus problemas de depresión (al menos por momentos) y trabaja en la actualidad para promover y fomentar la práctica deportiva y un estilo de vida sano entre los niños. El nadador abrió su Fundación en 2008, con sede en Portland (Maine, este de EE.UU.).

      En la pandemia todo se hizo cuesta arriba. EL encierro revivió los peores fantasmas. "Hay momentos en los que me siento absolutamente inútil, donde me apago por completo, pero tengo esta ira burbujeante que está por las nubes. Si soy honesto, más de una vez grité en voz alta: ‘'Ojalá no fuera yo!’' A veces hay una sensación abrumadora de que no puedo soportarlo más. Ya no quiero ser yo".

      Phelps tiene la foto de su hijo Boomer, que nació dos meses antes de los juegos de Rio, presente en su despedida olímpica como uno de us mayores tesoros. Después llegaron Becket (4), y Maveric (3), todos de la mano de su mujer, Nicole, su gran sustento en el triunfo y, luego, cuando vinieron los días duros de la depresión.

      Nicole Johnson y Boomer, en la despedida de honor de Phelps. 
Foto: ReutersNicole Johnson y Boomer, en la despedida de honor de Phelps. Foto: Reuters

      Este jueves 17 de agosto, Phelps celebra el quince aniversario de una hazaña hasta este momento inalcanzable, el día en el que logró la mejor cosecha de oro de siempre. Aunque después de convertirse en leyenda en el agua, tuvo que nadar sobre una ola más grande.

      Con información de Clarín y agencias


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