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      El camino de Maxi Meza: de los potreros de Caá Catí a jugar un Mundial con Lionel Messi

      El mediocampista de 25 años será titular este sábado ante Islandia en el debut de la Selección.  

      El camino de Maxi Meza: de los potreros de Caá Catí a jugar un Mundial con Lionel MessiLos Villalva, Ramón y Keko, y los Meza, Eduardo y Maxi, con la camiseta de Cambá Porá.

      La historia es narrada por Hernán Darío Ortiz, el Indio para los amigos de La Plata. Sucedió en julio de 2010. Diego Cocca, por entonces entrenador de Gimnasia, había borrado a un par de futbolistas: no los llevó a la exótica pretemporada en Cancún. El Indio, técnico de la Reserva, como es habitual recibió a los marginados Esteban Teté González, Jonatan Cháves, Cristian Piarrou, Dardo Miloc y Yair Bonnin, y los sumó a Lisandro Magallán, Alan Ruiz y Nacho Fernández, los juveniles prometedores del Lobo. “Maxi Meza había llegado al club el año anterior y pensé que ya estaba para saltar a Reserva. Lo metimos en una práctica de fútbol y en 5 minutos nos dimos cuenta de que era distinto”, le dice Ortiz a Clarín.


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      El camino de Meza está lleno de esfuerzo y dedicación. Nació en Caá Catí, Corrientes, el 15 de diciembre de 1992. Brilló en su club, Cambá Porá, desde pequeño hasta los 16 años. Ahí, en los potreros de Corrientes, de mucha tierra y poco pasto, como todo buen potrero, compartía equipo con Daniel Keko Villalva: volaban, se divertían, bailaban a todos. No tardaron en llegar a la Primera del elenco correntino. Y la situación era la misma: volaban, se divertían, bailaban a todos. “Ese equipo era una maravilla. Maxi, como enganche, y Keko, como delantero, marcaban la diferencia. Fue algo inolvidable. Estuvimos invictos 6 años”, asegura Eduardo Ercolini, el primer entrenador de Meza y el Keko.

      Maxi Meza corre detrás de Leo Messi en una práctica de la Selección, en Bronnitsy. (AFP)Maxi Meza corre detrás de Leo Messi en una práctica de la Selección, en Bronnitsy. (AFP)

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      El Keko emigró a River y Maxi no pasó la prueba. Ahí aparecieron Gimnasia y Darío Ortiz. “Cuando vino a La Plata no sabía de qué jugaba, pero jugaba bien de todo. A esa virtud aún la mantiene. ¡Nosotros lo pusimos hasta de lateral derecho!”, revela el Indio. Y anticipa: “No tengo dudas de que la va a romper en Rusia. Es un jugador distinto. Los entrenadores que lo tuvimos sabemos lo que pueda dar. Holan, Troglio y Alfaro hablan genialidades de Maxi. Y yo agrego, además, que es un crack como ser humano”. 


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      Leo Palacios, el tío de Maxi, fue quien me dio el dato de su sobrino. Me dijo que la rompía. Fui una tarde a Corrientes y quedé maravillado: no podía creer lo que jugaba”, le cuenta a este diario Sergio Carrizo, representante del mediocampista de Independiente de 25 años. Y detalla: “Lo llevé a Gimnasia con 17 años, en el 2009. Los primeros tiempos no fueron fáciles; le costó llegar a Primera. Estos días son muy movilizantes para mí, no puedo parar de llorar. Yo sé todos los sacrificios que hizo Maxi para estar ahí. Me encantaría acompañarlo, pero él me necesita trabajando acá. Será un mes intenso: tenemos sondeos de muchísimos equipos de Europa”. 

      De derecha a izquierda, Maxi es el primero de los parados; el cuarto, papá Eduardo. Los chiquitos: los hermanos Franco y Juan Cruz.De derecha a izquierda, Maxi es el primero de los parados; el cuarto, papá Eduardo. Los chiquitos: los hermanos Franco y Juan Cruz.

      Sucede algo peculiar con Meza: todos se sorprenden de cómo juega. En los últimos días, Willy Caballero, Nahuel Guzmán, Lucas Biglia, Sergio Agüero y hasta Lionel Messi destacaron el talento del correntino. A los técnicos que lo tuvieron les ocurre lo mismo. Gustavo Alfaro lo dirigió en Gimnasia en 2016 y dejó una frase memorable cuando la salida del volante a Independiente era inminente: “Si el presidente vende a Meza, después no va a poder salir a caminar por La Plata”.


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      La frase quedó marcada a fuego en la ciudad de las diagonales. Desde Rusia, más tranquilo por el paso del tiempo, el actual técnico de Huracán acepta las preguntas de Clarín. “Lo que dije en ése momento me salió del alma. Era una manera de señalar lo importante que era para nuestro proyecto”, repasa Alfaro. Y sigue: “Es un jugador que puede moverse por los dos perfiles, tiene dinámica y cambio de ritmo. Entiende los espacios reducidos y en el mano a mano es desequilibrante. También tiene juego aéreo. Yo lo dejaba que vaya libre a la pelota por su capacidad de salto. Tampoco reniega a la hora de recuperación. Con todo esto quiero decir que Meza es un jugador completísimo”. 

      ¿Cuál es lo posición dónde más cómodo se siente Meza? Responde Alfaro: “Podría ser un buen socio de Messi partiendo desde el centro de la cancha, unos metros atrás de Lionel. Ahí es donde veo que Argentina no tiene un volante de esas características”.


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      El orgullo de Eduardo Meza, el padre de Maxi, se evidencia desde el perfil de WhatsApp: aparece una foto de su hijo con la camiseta Argentina y la palabra mundialista. “A la cabeza se me vienen los momentos difíciles que pasó Maxi. El desarraigo lo sufrió mucho. La gente de pueblo vive hermanada y la lejanía es dura. En la pensión de Gimnasia a Maxi lo trataron de maravilla, pero también pasó días de hambre y miedo por un par de robos violentos. Todo el sacrificio tiene su recompensa. Pero ahora no hay que quedarse: a mayor éxito, mayor compromiso”, le cuenta Eduardo a Clarín desde Rusia, a horas del debut de su primogénito. También están en Moscú la madre Ana, la esposa Mel y el pequeño Stéfano, el primer hijo de la pareja.

      Papá Eduardo, Maxi y mamá Ana, con el mate como compañero.Papá Eduardo, Maxi y mamá Ana, con el mate como compañero.

      Eduardo toda la vida se dedicó a la docencia y a jugar al fútbol. Tiene muy en claro que la familia está tocando el cielo con las manos gracias al empeño de Maxi. Pero Eduardo reconoce otros días especiales marcados a fuego en el almanaque de su vida. “Una tarde le ganamos un clásico a Sol Naciente y me di el gusto de jugar con Maxi y Carlos Facundo, otro de mis hijos. Fue mi mayor alegría como futbolista amateur”, rememora. ¿El otro momento? “Cuando mi mujer se recibió de docente. Ella no pudo terminar el secundario porque quedó embarazada de Maxi y después vinieron Carlos Facundo, Luana y Oriana (las mellis), Franco y Juan Cruz. Pasados los años terminó el secundario y se recibió de docente. Ese es un ejemplo para nuestros hijos”, asegura emocionado.

      Ana, la madre de Maxi, se suma a la charla desde Rusia. “El lunes que dieron la lista oficial fuimos de sorpresa a Buenos Aires por las dudas de que a Maxi no lo convoquen. En las alegrías están todos, pero en las malas no muchos”, cierra Ana. 

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      Sobre la firma

      Maximiliano Uria

      muria@clarin.com

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