Cría cuervos y te sacarán campeón

El estadio Héctor Etchart, testigo de tantas hazañas de la mejor época de Ferro y de varios otros grandes momentos del básquetbol argentino, respira silencio. El viernes recién comienza y ya no hay rugidos de aliento ni de éxtasis, sino sólo papelitos azulgranas en el parqué y aros cuyas redes ya han sido cortadas, como manda la tradición. De algún lado, sin embargo, resuena un “¡Dale campeón!”. En el vestuario local, se vive el primer momento íntimo de los flamantes ganadores de la Liga Nacional, del que Clarín es único testigo. Ahí, en medio de los saltos, el champagne y el paso de mano en mano del trofeo, Nicolás Aguirre, Walter Herrmann y Marcos Mata posan para la foto y charlan con este diario acerca de la consagración que Boedo, barrio de murga y carnaval, esperó durante tres décadas.

-Al final de la fase regular, era impensado un rendimiento como el que tuvieron en playoffs, etapa que cerraron con un récord de 13-2. ¿Qué cambió en el equipo para tener semejante postemporada?

-Mata: No sé si hubo algo puntual. Charlamos y nos propusimos mejorar, pero después, por más que hagas lo que hagas, te puede salir o no. Quiero decir que no hay garantías por más que tengas la mejor charla de tu vida. Se nos fueron dando las cosas naturalmente.

-Aguirre: Lo más importante fue nuestra mentalidad. Saber que si no jugábamos en equipo, no íbamos a llegar a nada. Nuestras individualidades quedaron de lado y privilegiamos lo colectivo.

-Herrmann: Definitivamente hicimos un click. El cambio de cabeza fue tremendo y fue lo que permitió que en los playoffs diéramos ese paso adelante que los demás no pudieron dar. La química que logramos fue casi insólita.

-El resultado de la serie final marca una superioridad absoluta. ¿Fue así dentro de la cancha?

-Aguirre: No, no. La Unión llegó a la final con justicia. Tuvimos la suerte de que les sacamos dos partidos muy peleados en Formosa y pudimos definirlo acá, pero fue mucho más complicado de lo que dice el resultado.

-Mata: Como dice el Penca, ellos jugaron una final bárbara. Nuestra defensa fue clave. A ellos les gusta correr, salir rápido de contraataque y no lo lograron porque se lo impedimos. En general, el sprint de los últimos dos meses fue impresionante.

-¿Por qué son los campeones?

-Mata: Por la garra y los huevos que pusimos.

-Herrmann: Porque somos un equipo. Esa es una palabra muy grande.

-Nicolás, Marcos, ¿qué significó Herrmann para el grupo? ¿Le van a pedir que se quede?

-Aguirre: Es un fenómeno dentro y fuera de la cancha. Ahora tiene que festejar, disfrutar y después ver qué hace de su vida. Nosotros, obviamente, queremos que siga.

-Mata: Todo lo que es lo demuestra en la cancha. Si es por mí, sin dudas quiero que siga Es fundamental para el equipo y lo necesitamos siempre.

-Walter, tus compañeros ya se expresaron. ¿Y ahora qué sigue?

-Después de ver esto, imaginate las ganas que te dan de seguir... No tengo ni que pensarlo: si sigo, es acá en San Lorenzo. Ahora quiero bajar las pulsaciones, quedarme unos días en casa y tomar la decisión correcta.

-Los tres tienen varios éxitos encima. ¿Qué lugar ocupa éste?

-Aguirre: Es de lo más importante, sobre todo porque el club esperó mucho para volver a la Liga y en un año se logró algo enorme.

-Mata: Yo trato de valorar cada final, perdida o ganada, porque cada definición así es especial y te deja experiencias muy valiosas.

-Herrmann: Después de la medalla olímpica, éste es el título más importante de mi carrera. Es una emoción enorme, un shock. La ilusión y las ganas de ser campeón estuvieron desde el comienzo, pero la Liga es muy larga y difícil.

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Nicolás Aguirre. El base santiagueño (27 años), ganó su segunda Liga consecutiva. Había ganado el torneo anterior con Quimsa, en el que había sido elegido Jugador Más Valioso. Esta campaña, en 64 partidos, promedió 11,2 puntos, 4,4 rebotes y 4,8 asistencias.

Walter Herrmann. El ala pivote venadense (37 años), oro olímpico en 2004, ganador de la LNB en 2002 con Atenas y múltiple campeón en Brasil y España, en esta temporada jugó 67 partidos. Fue el goleador azulgrana, con 17,3 tantos por juego, y bajó 5,6 rebotes por encuentro.

Marcos Mata. El alero marplatense (29 años), ganador de diez títulos con Peñarol (incluidas tres Ligas Nacionales y un bicampeonato en Liga de las Américas), jugó 65 partidos en el San Lorenzo campeón. Promedió 10,1 puntos, 5,8 rebotes y 1 robo por juego.