Juegos Olímpicos de la Juventud: ¿por qué los atletas muerden las medallas?

Es una imagen que se repitió a lo largo de estos Juegos Olímpicos de la Juventud y que se continuará repitiendo: los atletas suben al podio, reciben su medalla y la muerden. No importa cuál sea el deporte, tampoco la edad ni el sexo: este tipo de celebración se reitera prueba tras prueba.

Ahora bien: ¿Por qué los atletas muerden las medallas? David Wallechinsky, presidente de la Sociedad Internacional de Historiadores Olímpicos, lo explicó así en una entrevista con CNN: "Se ha vuelto una obsesión con los fotógrafos. Creo que la ven como una toma icónica, como algo que probablemente puedes vender. No creo que sea algo que los atletas querrían hacer por su propia cuenta".

Lo cierto es que también hay otras versiones que hacen de esta costumbre una especie de mito urbano. Una de ellas se basa en el hecho de que en otros tiempos se solía morder los metales (especialmente oro) para determinar si era verdadero o una falsificación.

Si la pieza de oro se mordía y dejaba marca, era de este material; sino, se trataba de pirita, un mineral parecido al oro pero imposible de rayar dada su consistencia.

Morder la medalla en el podio, claro, no es exclusivo de estos Juegos de la Juventud ni es tampoco una práctica que se originó ahora. Es más: no es exclusiva del olimpismo. 

Desde 2005, el tenista español Rafael Nadal festeja cada torneo que consigue mordiendo el trofeo que le entregan, haciendo habitual este tipo de celebración.

Y a lo largo de la historia también se dieron algunas situaciones insólitas, como la que le pasó al alemán David Moeller, piloto de Luge (deporte en el que se utiliza un trineo a alta velocidad). 

En los Juegos de Invierno de Vancouver 2010, el alemán (que había terminado en segundo lugar en la prueba) mordió su medalla de plata con un desenlace inaudito.

"Los fotógrafos querían una foto con la medalla entre los dientes y así lo hice. Más tarde, durante la cena me di cuenta de que había perdido parte de un diente", contó luego Moeller en el diario Bild.