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      La realeza y la política, en una auténtica cumbre del glamour

      Sobresalió la elegancia del príncipe español Felipe de Borbón y su esposa Letizia. Máxima Zorreguieta, ausente.

      La realeza y la política, en una auténtica cumbre del glamourCLAIMA20130907_0097 FOTOS: GUSTAVO ORTIZ. Alfombra roja. El príncipe Felipe y su esposa Letizia Ortiz convocaron a todos los flashes. /FOTOS: GUSTAVO ORTIZ.
      Redacción Clarín

      Con todo el glamour que aportó la mayor reunión de figuras de la realeza internacional que se recuerda en Buenos Aires, el Teatro Colón a pleno fue ayer el escenario perfecto para la fiesta de inauguración de la 125ª Sesión del Comité Olímpico Internacional. El objetivo, que se cumplirá hoy, es definir cuál será la sede de los juegos olímpicos de 2020: Madrid, Tokio o Estambul.

      La organización fue impecable, con horarios que se cumplieron a rajatabla ya que la transmisión de TV internacional obligaba. Y desde el arranque, sorprendió el operativo de seguridad que cerró al tránsito los alrededores del Teatro. Para poder acceder al Colón todos los invitados tuvieron que reunirse en el Hilton de Puerto Madero, desde donde fueron llevados en micros por un corredor cerrado que montó la Policía Metropolitana.

      Puntual, la ceremonia comenzó a las 19, con una recepción en el foyer del Teatro y sin farándula local. En la alfombra roja sobresalieron el príncipe español Felipe de Borbón, de impecable traje oscuro junto a su esposa Letizia, con un vestido corto a tono, aunque con detalles brillantes. Además estuvieron la princesa japonesa Akiko de Mikasa, y el príncipe Alberto de Mónaco, que apenas entró al foyer y mientras todos los ojos lo seguían, no contuvo su impulso por un canapé de pollo. Felipe derrochó simpatía y no se negó a ninguna foto, igual que el basquetbolista Pau Gasol y el boxeador Maravilla Martínez.

      Es que si bien el clima era muy ceremonioso y elegante, a la vez los asistentes se mostraron relajados, con gran confraternidad entre todos. Impresionaba que en cada rincón se escuchaba hablar en inglés, japonés, turco o italiano.

      Los hombres no se apartaron de los trajes en tonos oscuros, mientras que entre las mujeres la tendencia fueron los little black dress , como el de Letizia, que también vistieron Juliana Awada (esposa de Mauricio Macri) o Karina Rabolini (de Daniel Scioli), en un tono más claro. El que no estuvo a tono con el resto fue el ex rugbier de los Pumas, Agustín Pichot, que pese a respetar el traje, lució unas zapatillas rosas y blancas. Y del libreto de las mujeres se apartó Andrea Frigerio, que lució un vestido largo para presentar la ceremonia en inglés junto a Martin Wullich.

      Hubo discursos del jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, del belga Jacques Rogge, presidente del COI y de Gerardo Werthein, titular del Comité Olímpico Argentino. En el auditorio colmado, también hubo representantes de otras casas reales de Europa y Asia. Pero no estuvieron los reyes de Holanda, Guillermo y la argentina Máxima Zorreguieta.

      Anoche se informó que Máxima no vendría a Buenos Aires por cuestiones de agenda y no estaba claro si Guillermo, que es miembro del COI, llegaría para la votación.

      Entre los políticos, además de Macri estuvo el jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y por la Provincia el gobernador Scioli. Y del Gobierno nacional sólo se vio al ministro de Turismo, Enrique Meyer.

      Para la fiesta se eligió un repertorio bien local. Al sonar Adiós Nonino, con la Estable del Colón, dirigida por Carlos Bertazza, arrancó una ovación. Para el cierre, llegaría el sonoro Malambo” del ballet “Estancia”, de Ginastera.