Se retiró el Patón Bauza, el DT que dejó una huella imborrable en San Lorenzo y tuvo un paso en falso en la Selección

Edgardo Bauza se retiró de la dirección técnica y no tiene intenciones de volver a dirigir. Así lo aseguró su representante, Gustavo Lescovich.

"El Patón está en Rosario. Ahora vuelve a Quito la semana que viene. Si Dios quiere, el lunes lo voy a ver. ¿Sí está para dirigir? No, no... El Patón ya dejó de trabajar, no trabaja más. Su último paso en Central, que fue lo que él quería, lo cumplió y ya con eso se retiró", dijo Lescovich, en Halcones y Palomas (TNT Sports) en el marco de una entrevista que iba por otros carriles.

El último paso de Bauza fue en el Canalla, en 2018, equipo de sus amores, en el que había iniciado su carrera de DT 20 años antes y en el que pudo terminarla con la coronación en la Copa Argentina.

El Patón dirigió a la Selección Argentina apenas 8 partidos. Asumió el 5 de agosto de 2016, en reemplazo de Gerardo Martino, En ese entonces, el entrenador fue elegido por la llamada "Comisión Normalizadora", un ente formado por la FIFA y la Conmebol para comandar a la AFA.

En su ciclo, Argentina sacó 11 puntos de 24 posibles: ganó tres partidos, empató dos y perdió los tres restantes, dejando un saldo de 45,8% de efectividad. Con la asunción de Claudio Tapia, tras las elecciones en la AFA, decidieron cortar su mandato y lo reemplazó Jorge Sampaoli.

El arranque de su extensa carrera como entrenador fue en 1998 en el equipo de sus amores, Rosario Central, donde ya había trabajado en las inferiores. Llevó al Canalla a la semifinal de la Copa Libertadores de América en 2001, mostrando un perfil copero que años después reafirmaría en Liga de Quito y San Lorenzo (ganó el título en 2008 con los ecuatorianos y en 2014 con el Ciclón).

Esas fueron sus dos conquistas más relevantes como entrenador a nivel continental, pero también consiguió el Clausura 2004 en la liga Peruana con el Sporting Cristal, el torneo 2007 y 2010 de Ecuador con la Liga de Quito y la Recopa sudamericana del 2010 con ese club.

Después de Central, donde promedió un porcentaje de poco más de 50% en 151 partidos (63 ganados, 39 empatados y 49 perdidos), saltó a Vélez en 2001-02: estuvo en 39 encuentros (13 G, 14 E y 12 P). Luego pasó a Colón, donde tuvo dos etapas (2003 y 2005-06) de pobres resultados: 77 partidos, 29 victorias, 27 tablas y 21 derrotas.

En el medio de sus ciclos en el Sabalero, Bauza dirigió a Sporting Cristal en Perú, donde obtuvo un título local. También contó con un breve y frustrado paso por Arabia Saudita: cosechó el 41,66% de los puntos en el Al-Nassr con tan sólo 12 encuentros (4G, 3E y 5P). Quizás en el club donde más recuerden su paso como DT sea en la Liga de Quito, con campeonatos a nivel local e internacional.

En el club ecuatoriano, en dos etapas (2006-08 y 2010-2013) redondeó un porcentaje de más del 54% en 354 encuentros. Ganó 160, empató 99 y ganó 95.

Y en San Lorenzo, claro, donde consiguió el título más importante de su historia a nivel continental, promedió más del 53% de los puntos en 99 encuentros (46 victorias, 20 empates y 33 derrotas) y también fue subcampeón del torneo 2015 de Primera División.

Su último paso por el exterior fue un semestre en el San Pablo hasta que llegó el llamado de la Selección. En Brasil, el Patón tuvo un arranque flojo y logró revertirlo hasta llegar a la semifinal de la Copa Libertadores en la que cayó contra el futuro campeón: Atlético Nacional de Medellín. En ese momento, fue muy valorable su decisión de cambiar esa buena actualidad en el equipo paulistano para ponerse el buzo de la Albiceleste, que atravesaba una dura crisis a nivel dirigencial. Los resultados no lo acompañaron.

Tras la corta experiencia en la Selección Argentina, el Patón tuvo otras dos oportunidades fugaces en combinados nacionales. Dirigió a Emiratos Arabes 4 partidos (ganó 2) y a Arabia Saudita tres amistosos: ganó 2-0 a Letonia y perdió 3-0 con Portugal y 1-0 con Bulgaria. Así alcanzó la extraña marca de ser despedido de tres seleccionados en un año.

En mayo de 2018, cumplió el sueño de volver a Central y, principalmente de salir campeón al levantar la Copa Argentina. Fue el 6 de diciembre, en Córdoba, frente a Gimnasia y por penales.