SIC es el campeón del Top 12 de la URBA: aprovechó la última oportunidad y consiguió el título ante Alumni 15-12

San Isidro Club lo hizo una vez más. Es el nuevo campeón del Top 12 de la URBA. La de este sábado fue la consagración número 27 de su historia. La víctima fue Alumni, al que venció por un ajustadísimo 15-12 que parecía destinado al alargue. Tras un partido mediocre que se activó en el último cuarto del segundo tiempo, La Catedral vivió una jornada de fiesta tras una previa con violencia que demandó la presencia de la APREVIDE.

Sucede que en el partido del fin de semana pasado en el que Alumni accedió a la final tras dejar en el camino a Newman, algunos hinchas agredieron al árbitro Nehuén Jauri Rivero, quien debió ser escoltado a los vestuarios rodeado por personal de seguridad privada.

Tras advertir la sucesión de situaciones de violencia en partidos de rugby, el organismo de Seguridad Deportiva de la provincia de Buenos Aires envió un veedor y sumó efectivos policiales, además de coordinar con la Policía Departamental un plan para ejecutar ante una emergencia.

No fue necesario el operativo. Fue puro rugby en La Catedral. Y el héroe de la tarde fue Joaquín Lamas, quien metió el penal de la victoria después de la chicharra cuando parecía que el partido iba derecho al alargue. Se definió como se jugó: a pura patada. Sin tries, el score se alimentó de tres en tres.

Lo mejor de la final sucedió en los últimos cinco minutos. A tres del final, Joaquín Díaz Luzzi perdió una chance de penal que hubiese cambiado las cosas, pero su tiro se fue afuera y le quitó a Alumni la posibilidad de pasar al frente con nada por jugarse.

El partido fue poco atractivo. La igualdad en 12 fue una construcción de una monotonía poco contagiosa que apenas se rompió con el drop con el que SIC consiguió que Alumni no se escapara en el marcador.

Apenas dos minutos pasaron para que SIC hiciera la primera diferencia. Lamas, de penal, sumó los primeros tres del partido. Pero el rojiblanco no tardó en recuperarse. Por la misma vía, Bautista Canzani empató y dejó claro que el partido sería palo y palo, patada a patada.

Canzani tuvo otra oportunidad y no falló como Lamas, que erró a los palos cuando tenía la oportunidad de poner las cosas 6-6. Con efectividad plena el apertura de Alumni sumó otros tres para dejar el primer tiempo con un 3-9 que parecía anticipar una segunda parte menos trabada: si La Zanja quería dar vuelta el resultado, tenía que arriesgar algo más.

Sin embargo, el desarrollo fue mezquino. Presentó la misma chatura que el comienzo aunque con una particularidad: Alumni no consiguió sostener la diferencia y por SIC se acercó.

En un lapso de 10 minutos Lamas sumó dos penales y SIC consiguió el empate que empezó a cercar a Alumni. Los de Tortuguitas tuvieron la posibilidad de despegarse nuevamente Canzani perdió la efectividad y falló un penal importante, aunque enseguida acertó a los palos y puso el 12 - 9 que le ponía al partido algo más de ritmo.

Parecía que Alumni podía escaparse, pero Paco Lamas rompió la monotonía con ese drop y el 12-12 no hacía más que reflejar la paridad de juego. El alargue parecía inevitable.

El momento clave llegó a los 37 minutos del segundo tiempo, a tres de que sonara la chicharra. Alumni tuvo su penal. Momento de tensión y respeto para la patada que pudo haber significado el título. Pero Díaz Luzzi la mandó afuera.

Eso encendió al club de San Isidro, que quedó con vida. Y vaya si conservaba signos vitales que le alcanzó el poco tiempo que quedaba para conseguir otro penal y ganar la final: Paco Lamas estuvo fino y con su kick a los palos liquidó el partido. Era el 15-12 final que hizo enloquecer a La Zanja, el nuevo rey del rugby porteño.