Se anotó Radwanska

Cuando recibió el trofeo de cristal, las coloradas mejillas de Agnieszka Radwanska resultaron cruzadas por un puñadito de lágrimas. Ya le había pasado unos minutos antes, también pura emoción, cuando el revés a dos manos de Maria Sharapova se había ido largo para decretar su triunfo en la final del Premier de Miami. La polaca de Cracovia, de 23 años, estaba tocando el cielo con las manos: acababa de atrapar el título más trascendente -ya tiene nueve y dos en 2012, sumado el de Dubai- de una carrera que va en claro ascenso. El 7-5 y 6-4 en una hora y 43 minutos le entregó el premio mayor a la jugadora que siempre fue superior y que exhibió un tenis con variantes, con un muy interesante drive cruzado y con una estrategia seguida al pie de la letra: ser sólida desde el fondo y mover a su adversaria por todo el ancho de la cancha.

Sharapova, la segunda del ranking, perdió la cuarta final aquí. Su juego a todo o nada la condenó: metió 31 tiros ganadores (contra seis de Radwanska), pero cometió 45 errores no forzados contra 10 de su rival. Radwanska concretó dos chances de quiebre sobre cuatro; Sharapova, ninguna de tres.

Radwanska juega al tenis desde los 4 años empujada por Robert, su padre, y tiene una hermana menor, Urszula, que figura 98ª en la WTA. Mañana, la feliz campeona subirá un peldaño más en la lista: del cuarto al tercero.