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      La economía en 2011: los riesgos y las claves para un año electoral

      El "escenario base" para los próximos meses es positivo, pero altamente inestable, sostienen Mario Blejer y José Fanelli.

      La economía en 2011: los riesgos y las claves para un año electoral   CLAIMA20100823_0219 Revisiones a la teoría del riesgo en Economía.
      Redacción Clarín


      No lo tomes como que te estoy contradiciendo, pero ..."; "En líneas generales estoy de acuerdo, aunque haría la siguiente observación ..."; "Coincido plenamente, sin embargo, permitime agregar que ...".

      Cada respuesta de los economistas Mario Blejer y José María Fanelli comienza con alguna fórmula de cortesía de este tipo, para luego pasar a describir una visión distinta de la realidad. Fanelli es más crítico, aunque le reconoce al ciclo económico kirchnerista algún logro, en particular en los primeros cuatro años de gobierno. Blejer, en cambio, tiende a resaltar lo positivo de la economía argentina, sin dejar de marcar problemas como la incertidumbre por la medición de los precios.

      Blejer, ex presidente del Banco Central y candidato permanente a ministro o a volver al BCRA, y Fanelli, profesor de la UBA y de San Andrés, cultivan el bajo perfil y casi no hablan con los medios. Ambos son dos de los economistas más reconocidos por sus colegas. Con iEco conversaron durante dos horas sobre la economía que se viene.

      Aunque los dos defienden un "escenario base" alentador, conciden en que el nivel de incertidumbre para los próximos meses es enorme.

      ­Hay colegas suyos que están hablando de una desaceleración. ¿Cómo lo ven ustedes? Blejer: La economía argentina crecerá 9% este año. Hay cuatro factores que determinan la tasa de crecimiento: Brasil, China, el precio de los commodities y las lluvias. Hoy esos cuatro factores soplan para el mismo lado, y no los veo desacelerándose. En 2011, como resultado de que China y Brasil crezcan menos debido a sus estrategias antiinflacionarias, el crecimiento de la Argentina será menor, pero igual en niveles de entre 6% y 7%.

      Fanelli: Todos esos factores están presentes, pero me parece que la Argentina está parada sobre una situación inestable, en la que cualquier desvío pequeño puede generar una onda amplia. Estoy de acuerdo con el cuadro que plantea Mario, pero yo me detendría sobre otros dos aspectos. El primero es el movimiento de capitales de cara a 2011. La situación internacional no está consolidada, sobre todo la parte financiera, y eso puede generar un shock financiero que afecte a Brasil y por lo tanto a la Argentina.

      El segundo elemento es la inflación. Uno no puede descartar una aceleración de la inflación en los próximos meses y de cara a 2011. Y una aceleración inflacionaria tendría impacto sobre el crecimiento.

      Blejer: Como factores que pueden impactar negativamente sumaría la cuestión energética. A nivel internacional, la incertidumbre es tremenda. Hace unos meses decíamos que el euro se rompía y ahora parece que va a fortalecerse más. Lo que sí veo es que habrá una diferenciación cada vez más marcada entre los países emergentes y los desarrollados en cuanto a crecimiento. No habrá una "W" pero el crecimiento de EEUU, Japón y Europa será mediocre. En los emergentes será sostenido. El otro problema a nivel internacional es la "guerra de monedas": todo el mundo quiera debilitar su moneda para aumentar sus competitividad.

      La próxima burbuja Fanelli: El problema de la situación internacional es que no se ha resuelto todavía. Se bajó la tasa de interés en todos lados, hay apetito por riesgo y los capitales están dando vuelta como aviones, viendo en qué pista aterrizar para formar la próxima burbuja. Brasil tiene un serio riesgo de burbuja porque tiene baja inversión, déficit de cuenta corriente y tipo de cambio apreciado. No estoy diciendo que vaya a colapsar, pero si los capitales ven que surge otra alternativa más atractiva, pueden irse de golpe. Y está el dilema de Europa: si el euro se aprecia parece una moneda mejor, pero también la comunidad es menos viable de esa forma.

      Blejer: La crisis no se resolverá pronto. Parte de la crisis internacional vino por el exceso de liquidez y bajas tasas de rendimiento. Y la solución fue poner más liquidez en el mercado.

      ­¿Hay algún "cisne negro" a la vista? Blejer: Si lo pudiéramos mencio- nar ahora, no sería un cisne negro.

      Pero está todo muy incierto. Un sólo ejemplo: en un mes hay elecciones en los EE.UU, y nadie sabe quién va a ganar. Puede surgir un Congreso que vaya en contra de los estímulos de Obama, que los mercados se lo tomen a mal ... nadie sabe lo que puede llegar a surgir. Y la discusión tiene posiciones extremas, no se están debatiendo meros detalles.

      ­¿Qué les parece la calidad del crecimiento argentino? Fanelli: Es mala, sin duda. Porque no es un crecimiento tirado por la inversión, porque es un crecimiento en un contexto de fuertes distorsiones en los precios relativos y está muy explicado por el gasto público.

      Blejer: No me queda claro qué es crecimiento de mala calidad. Una parte importante del crecimiento actual viene del consumo y no todo el consumo es de mala calidad. Un componente importante del consumo tiene que ver con las asignaciones sociales que se han hecho y mejoraron la calidad de vida de un grupo específico. En términos de inversión, todo lo que tiene que ver con la cadena agroindustrial, metalmecanica y automotrices es de buena calidad. Lo que sí me parece que este tipo de crecimiento es difícil de sostener en el tiempo.

      Fanelli: Con respecto a los subsidios, los que recibe la clase media en términos de energía son mucho más altos que los subsidios que reciben los pobres. Se gastan más de cinco puntos del PBI en subsidios a la clase media y menos de un punto a los pobres. Si la Argentina es un país que para darle un subsidio a los chicos tiene que destruir la moneda y darles un subsidio a la clase media, no puede tener un crecimiento de buena calidad.

      Inflación y elecciones ­Cómo será la inflación en 2011? Fanelli: Si no tocás las tarifas y el tipo de cambio nominal, no vas a tener inflación creciendo. Eso es un hecho. Ahora, todas las veces que se intentó hacer eso, se terminó en una crisis. Entonces la pregunta relevante es cuán sostenible es esta política.

      Blejer: Si el dólar y las tarifas es- tán planchados, la inflación tiende hacia abajo. Para mí el problema fundamental con los precios es la incertidumbre, que puede llegar a disparar pedidos salariales que generen tensión. La incertidumbre tiene que ver con la falta de crédito a largo plazo, de una moneda estable. En Colombia tardaron seis años para bajar la inflación de 20% a 8% y hasta habían estado más de una década con inflación en 20%.

      Pero nunca se les descontroló. No es imposible controlar la inflación.

      El tema es que muchas de la cosas para controlar la inflación son inflacionarias en sí mismas, por ejemplo, bajar los subsidios.

      Fanelli: Los primeros cuatro años del kirchnerismo fueron muy buenos. La Argentina tenía una inflación casi de nivel internacional. Cuando la economía sale de la convertibilidad, los precios se disparan por la devaluación, pero luego se reacomodan en tasas de un dígito. Pero este Gobierno es como que reinventó la inflación.

      La buena noticia es que tenemos espacio fiscal para hacer correcciones graduales.

      ­¿Cómo sigue el proceso de normalización financiera? Blejer: Hay dos normalizaciones. Una es interna. Es muy difícil tener un mercado de capitales porque el público no quiere endeudarse con tasas variables, pero tampoco quiere depositar el dinero en los bancos a tasas fijas. Hay un problema muy serio de descalce. Eso llevará tiempo solucionarlo. Hay un rol para el sector público, de tal vez solucionar ese descalce. La otra normalización es la internacional. Ahí el cierre del default está avanzado y el Gobierno no necesita el dinero. Pero a muchas empresas les serviría que el Gobierno salga al mercado, aunque sea de manera simbólica, para bajar el costo de financiamiento. Lo que sí, hay una desconexión entre la percepción del riesgo que tiene el mercado internacional sobre un default en la Argentina -que es bastante alta- y la probablidad que realmente ocurra un default, que para mí en los próximos tres o cuatro años tiende a cero.

      Fanelli: El país crece fuerte, recau- da bien, pero nos ponen una mala nota. ¿Por qué sucede eso? Porque las políticas generan una volatilidad a la economía enorme. Es verdad que la probablidad de default es cero. Pero eso señala más bien la capacidad de pago. Las ganas de pagar, la voluntad de pago, es otro cosa, y creo que es por esa razón que la nota empeora. Tenemos un buen "hardware", pero el software que utilizamos para correr nuestro sistema es malo. En la Argentina se dice que es difícil generar un mercado de capitales y un mercado financiero profundo. Ahora, ¿alguna vez hicimos las cosas bien? No.

      Hay varias formas de firmar contratos, pero no hay ninguna que no necesite un denominar de contratos. Y la Argentina fue destruyendo los denominadores. Se pusieron contratos en dólares, se destruyó la convertibilidad. Se puso el CER, se destruyó el índice precios. Hay una buena noticia para la reconstrucción del mercado de capitales, y son los US$150.000 millones de argentinos en el exterior que reciben prácticamente cero tasa por ese dinero. Además, los argentinos que tienen dinero en el exterior no pueden esperar que en los próximos años las tasas aumenten porque si los países ricos suben las tasas, entonces estarían más cerca del deafault porque aumentaría la carga de sus deudas.

      Blejer: El sistema financiero está bien regulado en la Argentina. Pero tenemos una falla de mercado que es nuestra historia.

      ­¿Cómo jugará la variable electoral en la economía? Blejer: Normalmente los años de elecciones son de mayor incertidumbre, eso está claro.

      Fanelli: La Argentina se juega mucho en la elección de 2011 porque hace mucho tiempo que los dirigentes políticos no están frente a la oportunidad de poder manejar tantas variables. Más allá de la calidad de crecimiento, estamos hablando de tasas de crecimiento de 7 y 8% que era impensadas 20 años atrás.

      La Argentina se juega la oportunidad de ser un país desarrollado de a aquí a 20 años y, por lo tanto, el costo de oportunidad que tienen los dirigentes políticos aumentó.

      Antes había que hacer un ejercicio de imaginación terrible para pensar algo así. Hoy no.

      Blejer: De todas formas, las pro- puestas económicas no están sobre la mesa y los economistas de cada partido todavía hablan de cosas parecidas. Hay que esperar un poco.