Para no engordar en invierno: las estrategias de las nutricionistas

El invierno -este año, con el agregado del Mundial de fútbol de fondo- suele ser la excusa perfecta para comer de más, y la balanza enseguida hace su acuse de recibo.

¿Es inevitable subir un poco de peso a esta altura del año? ¿El cuerpo necesita calorías extras para enfrentar el frío? La respuesta de los especialistas es un “no” rotundo.

"Nos guste o no, no nos diferenciamos mucho de los animales. Ellos buscan calor y protección, un refugio calentito y comida. Las publicidades de alimentos muestran familias alrededor de la mesa y una fuente humeante. !Eso es lo que necesitamos! Pero la sociedad moderna está lejos de este concepto y propone sumar calorías en vez de alimentos calientes”, explica la licenciada en nutrición Ana Chezzi, especialista en nutrición deportiva, antropometrista y docente de la UBA.

Para salir de este círculo y no resignarnos a sentir que la ropa empieza a quedarnos más ajustada o darnos cuenta que recuperamos los kilos perdidos en el verano, las nutricionistas de Entremujeres dan sus recomendaciones fundamentales.

Frutas y verduras, en la mira

​“Uno de los errores principales es dejar de lado estos alimentos y reemplazarlos por hidratos de carbono (como arroz, papas y fideos, entre otros). Es cierto que las ensaladas o preparaciones frías no son tentadoras. Por lo tanto, la clave será pensar en recetas calientes y que no aporten calorías adicionales”, explican las licenciadas en nutrición Julieta Caramuti y Natalia Vincent, creadoras de la cuenta de Instagram Nutralosophy. Las sopas caseras serán grandes aliadas. “Bien preparadas -sin crema ni grasas- tienen un gran poder de saciedad y aportan numerosos nutrientes”, agregan Caramuti y Vincent. Otra opción: los vegetales grillados y las frutas al horno o a temperatura ambiente.

Sí a las legumbres

“Permiten preparaciones calientes y aportan vitaminas y minerales que garantizan un buen funcionamiento del organismo”, aclaran Caramuti y Vincent. Las claves para un guiso permitido: “no usar panceta ni chorizo -se puede saborizar con pimentón ahumado- y rehogar los vegetales en rocío vegetal y no, en aceite”, detalla Chezzi. También se pueden preparar con un queso bajo en grasas.

Comidas a la cacerola, con menos calorías

​​Igual que con los guisos, el resto de los platos que anhelamos en esta época pueden prepararse en versión light. “Buscar carnes magras y aceites más saludables -como el de coco que se mantiene estable a altas temperaturas. Esto hace que no se oxide y que sus grasas se absorban rápidamente”, explican Caramuti y Vincent. La vuelta de tuerca al clásico pastel de papas: hacer la cubierta de calabaza (también se puede mezclar con papa) y buscar un corte de carne más saludable.

No disminuir la cantidad de líquidos

​“Dejar la botella de agua a temperatura ambiente puede ayudar. También se puede optar por infusiones de hierbas y caldos desgrasados (si son caseros mejor)”, recomienda la licenciada Viviana Viviant, nutricionista especialista en obesidad y personal trainner.

Moverse más

​​Para que el frío no nos lleve a abandonar la rutina de entrenamiento, “una opción es adquirir una bicicleta fija, una cinta caminadora o un elíptico. Se podrá usar mientras miramos tele o escuchamos música. También hay que tener en cuenta que es importante buscar una actividad que resulte placentera”, aconseja Viviant.