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      El obsesivo arte de hacerse la agenda a mano

      Les dicen bullet journals y siguen un método organizativo desarrollado por un diseñador neoyorquino.

      El obsesivo arte de hacerse la agenda a manoBullet journals Bullet journals agendas agenda Bullet journals

      Levanten la mano los hacedores compulsivos de listas: cosas, tareas, pendientes; listas de listas. Y levanten la mano, también, los procrastinadores seriales, los que sienten que están perdiendo el tiempo y que siempre, pero siempre, se están olvidando de algo importante. En la era de los teléfonos superinteligentes, muchos que eligen volver a sistemas análogos para mejorar la organización cotidiana. Uno de los más populares en las redes sociales es el Bullet Journal, un método ideado por un diseñador neoyorquino que promete cambiar la vida de quienes lo ponen en práctica. ¿Desconfían? Vayan al buscador de su navegador o red social favorita y tipeen las palabritas antes de seguir leyendo.

      El desafío de Ryder Carroll -un diseñador de productos digitales que vive en el hipsterísimo distrito de Brooklyn y llegó a hablar sobre su método en una charla TedxYale- era lograr convertir el tiempo “ocupado”en tiempo realmente “productivo”. “Nos la pasamos haciendo listas de cosas: cosas que hicimos, cosas que necesitamos hacer y cosas que aspiramos a hacer. Hay mucho para catalogar. Existen distintas aplicaciones, pero necesitaba idear un sistema lo suficientemente flexible para incluir cualquier cosa y que fuera tan rápido que no estorbara. Registrar el pasado, ordenar el presente y planear el futuro”, resume en el video presentación de su sitio web.


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      Melina (28) lleva un registro detallado de las horas de descanso y de los avances con las materias de la facultad.Melina (28) lleva un registro detallado de las horas de descanso y de los avances con las materias de la facultad.

      Así, en un primer vistazo, estamos frente a una enorme agenda hecha a mano sobre un cuaderno común y corriente. En las fotos de las redes sociales encontramos algunas que parecen obras de arte modernas con dibujos, colores, frases motivacionales. Es cierto, el método pretende ser funcional y la decoración no hace a la esencia, pero los BuJos (porque también tienen apodo, ¿qué se creen?) quedan bonitos, entonces... ¿por qué no?

      Las primeras dos páginas se reservan para el índice que luego se va actualizando con las secciones y la numeración de las páginas que se van agregando: un registro a futuro (para poder visualizar fechas de cumpleaños, viajes de trabajo, vacaciones), un registro mensual y un registro diario (al que se le puede sumar una planificación semanal). Luego se trata de sistematizar las anotaciones con bullets o viñetas que permitan diferenciar rápidamente tareas, eventos y notas (y destacar los importantes). Y señalizar el estado en el que se encuentran (realizado, pendiente o “migrado” a otro momento). A gusto del usuario se pueden agregar cuadros y listas que contemplen los hábitos, deseos, desafíos y costumbres de cada uno.


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      Jorgelina (24) estudia para Contador Público y es empleada administrativa. Además de organizar los temas de la facultad, incluye un espacio para apuntar las series que quiere ver.Jorgelina (24) estudia para Contador Público y es empleada administrativa. Además de organizar los temas de la facultad, incluye un espacio para apuntar las series que quiere ver.

      María Florencia Penén tiene 27 años, es docente de secundaria y estudiante de Letras y hasta publicó artículos en su blog (tedeflor.wordpress.com) contando las bondades del sistema. Allí lo define como “un código personalizable de signos que te ayudan a identificar y catalogar las tareas, eventos e información que recibís en el día, y reprogramarte cada mañana”, y destaca que uno de los puntos claves es que está pensado para aquellas personas que disfrutan de escribir a mano. “No tiene el foco puesto en las citas y las horas del día llenas o libres, como la agenda, sino en los objetivos diarios. Lo voy realizando día a día, a la mañana, y sigo interactuando con él a lo largo de la jornada”, comparte.

      Cuenta Lucrecia -arquitecta y diseñadora de interiores; 27 años; www.lulealmablog.com- que buscaba métodos de organización en Internet cuando llegó a un video en el que un blogger mostraba cómo organizaba su BuJo. “Empecé a investigar en la página web oficial y luego en Instagram. ¡Ponés el hashtag #bulletjournal y comienza la adicción! Me llamaban la atención los testimonios de la gente que lo usaba: todos decían haber encontrado un método para organizar su tiempo y hacerlo rendir al máximo”, avanza.

      Lucrecia (27) es arquitecta, diseñadora de interiores y fan del lápiz y el papel. Además de las tareas hace un plan por escrito de metas y objetivos que incluyen cuidar la alimentación y los hábitos saludables.Lucrecia (27) es arquitecta, diseñadora de interiores y fan del lápiz y el papel. Además de las tareas hace un plan por escrito de metas y objetivos que incluyen cuidar la alimentación y los hábitos saludables.

      Algo parecido le pasó a Alexandra Chimento -39 años, profesora de Biología- tiempo después de que su hija fuera diagnosticada con Trastorno General del Desarrollo (TGD). “Eso alteró mi vida al punto de que no estuve en condiciones de dar clases durante dos años y tuve un cambio laboral que me permitió compaginar con la escuela de mi hija, sus terapias, los trámites y reuniones que me implican su trastorno más el manejo de mi casa. Cuando me tocó volver al aula estaba obsesionada con organizarme para poder cumplir con todo”, recuerda.

      Desde Paraná, Entre Ríos, Agustina San Millán se presenta como “procrastinadora profesional”. Tiene 26 años, es diseñadora de indumentaria, microemprendedora y está a punto de recibirse de profesora de portugués. Terminaba 2015, estaba bastante ajustada con los finales de la facultad y en lugar de estudiar buscaba soluciones mágicas en Internet. “Todo llevó a 'mi cuadernito', como digo frente a los demás para evitar el '¿lo qué?' El proceso de armado es a prueba y error, empecé con una libretita rudimentaria y me funcionó bastante bien”, avanza. “La uso para todo y también llevo el control de mis finanzas, rastreo ciertos hábitos que quiero incorporar, escribo cosas que se me ocurren”, enumera. Laura -artesana, 42 años- usa un sistema tipo Midori, una cubierta de cuero que le permite agrupar varios cuadernitos con un elástico, pero cuando tiene que salir a la calle lleva una libretita más pequeña.

      El ejemplo de Alexandra (39): objetivos mensuales y un desarrollo semanal, antes del almanaque con compromisos diarios.El ejemplo de Alexandra (39): objetivos mensuales y un desarrollo semanal, antes del almanaque con compromisos diarios.

      Melina (28) buscaba un sistema que la ayude a congeniar sus dos cargos como docente, su cursada en la universidad, sus tres blogs (el principal es comotepintaste.blogspot.com.ar) y su canal de YouTube. “Usaba Trello y Google Calendar, pero me resultaba insuficiente y no quería depender del celular. Lo divido en secciones donde coloco listas de tareas a realizar en largo y mediano plazo y desglosarlas según necesite.

      Dice Jorgelina Palacios -24 años, estudiante de Contador Público y empleada administrativa- que de las agendas tradicionales detesta dejar días en blanco y que su rutina va cambiando mes a mes. “Lo uso principalmente para organizarme en los estudios, aunque también incluí algunas colecciones de series, libros por leer y planificación de viajes”, detalla.


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      “Este año descubrí esto de recortar las hojas para que me quede a la vista la semana completa. Ahí va el trabajo pendiente y los objetivos. Y en las hojas recortadas escribo lo del día”, cuenta Laura y comparte un ejemplo.“Este año descubrí esto de recortar las hojas para que me quede a la vista la semana completa. Ahí va el trabajo pendiente y los objetivos. Y en las hojas recortadas escribo lo del día”, cuenta Laura y comparte un ejemplo.

      ¿Un balance? “Me sirve para ver mis actividades, pero también para evaluar mis progresos y en qué gasto o malgasto el tiempo”, responde Lucrecia. “Es clave para mí no mentirme. Con este método aprendí a no anotara nada que no esté dispuesta a hacer hoy. Y que no se trata de escribir mucho ni lindo, sino de gestionar para que las cosas pasen”, apunta María Florencia. “No es magia, uno puede hacer muchas listas pero si no pone manos a la obra, no sirve. Es como un juego que uno se propone: llegar al final del día con la mayor cantidad de cuadraditos rellenos, es decir, tareas resueltas”, cierra Agustina.



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      Para Agustina (26), la planificación empieza con los objetivos generales para desarrollar durante el año.Para Agustina (26), la planificación empieza con los objetivos generales para desarrollar durante el año.

      Sobre la firma

      Einat Rozenwasser

      einatr@clarin.com

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