Ni Almirante Brown ni el Santo sanjuanino pudieron cortar sus rachas adversas. Con el estreno de Héctor Rivoira como técnico, el local acumula 8 partidos sin triunfos en esa condición (3 empates y 5 derrotas), mientras que los sanjuaninos, quienes venían de una apretada de un barrabrava en una práctica, llegaron a 6 partidos sin victorias como visitante, con 2 igualdades y 4 traspiés.
El reparto final en cero calificó el pobre encuentro, en el que ambos carecieron de ideas quebrar la igualdad.
Pablo López despilfarró un contraataque de entrada y Almirante contestó enseguida con una jugada individual de Rodrigo Aillapán, cuyo remate fue desviado al córner con esfuerzo por Luis Ardente. En el complemento abundaron el deslucido tratamiento del balón y las fricciones -Ledesma, Meza Sánchez y Barone se fueron espulsados-.
“Me quedo con la actitud y el orden. Los marcadores centrales estuvieron muy firmes. Del medio para adelante nos faltó y fallamos en tirar muchos centros a las manos de Ardente. Pero hay que tener en cuenta que enfrente tuvimos un rival que se armó para volver rápido a Primera”, dijo Rivoira, jugador de Almirante Brown entre 1980 y 1982.
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