Una sangrienta ola de atentados contra grupos shiítas en el sur de Irak y en dos barrios de Bagdad dejó ayer al menos 73 muertos y decenas de heridos, y reavivó las tensiones étnicas en medio de una profunda crisis política. En el barrio de Kazimiya, en la capital (foto), estallaron dos potentes coches bomba en distintas calles.
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