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      Entre que Harry Styles habría escupido a Chris Pine, que se durmió, y tampoco hubo buen cine...

      La Mostra de Venecia avanza, y pasan cosas dentro y fuera de la pantalla y los cines.

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      A los actores los sentaron juntos en la gala de "Don't Worry Darling".

      Me sorprendí por varias cosas en las últimas horas en el Festival de Venecia. Entre que Harry Styles habría escupido a Chris Pine cuando se sentó en la Sala Grande para la gala de No te preocupes, cariño; que Pine se puso los anteojos negros cuando se apagaron las luces de la Sala y se durmió; y que el veterano director Gianni Amelio se negó a contestar en la conferencia de prensa una pregunta de un periodista ("¡Borré tu número de teléfono, tu título era infame!"), en referencia a un comentario que hizo sobre su filme anterior...

      Esta edición de Venecia da para todo. 

      Se sabe que el músico y actor no se llevó de la mejor manera con Pine en el rodaje del filme. Parece que ahí arrancó el romance entre nuestro próximo visitante ilustre (actúa en diciembre en River) y la actriz y directora Olivia Wilde, quien habría descuidado la filmación. Algunos hasta me cuentan que fue Florence Pugh quien dirigió algunas escenas... 

      Harry Styles en la alfombra roja de la película que coprotagoniza con Florence Pugh y Chris Pine. Foto EFEHarry Styles en la alfombra roja de la película que coprotagoniza con Florence Pugh y Chris Pine. Foto EFE

      Hace unos minutos el representante de Pine dijo a Variety que “para que quede claro, Harry Styles no escupió a Chris Pine. No hay nada más que respeto entre estos dos hombres y cualquier sugerencia de lo contrario es un intento descarado de crear un drama que simplemente no existe”.

      La Mostra avanza, el cansancio se empieza a notar y las butacas de la sala Dársena comienzan a tener menos ocupación, y hay algún ronquido. Bueno, las películas de la competencia oficial por el León de Oro tampoco nos ayudan demasiado.

      Igual, la Mostra tiene figuras que por sí solas, al nombrarlas llaman la atención. Hay actrices que, casi invariablemente, se repiten en las ediciones de los más importantes festivales del mundo (Cannes, Venecia, Berlín). Siempre hay una película con Isabelle Huppert. O alguna con Cate Blanchett. Y otra abonada es Tilda Swinton.

      El director Gianni Amelio le cortó el rostro mal a un periodista que había criticado su película anterior. Foto APEl director Gianni Amelio le cortó el rostro mal a un periodista que había criticado su película anterior. Foto AP

      Swinton, ganadora de un Oscar y la intérprete de las recientes Memoria, La crónica francesa y Erase una vez un genio (que estrena este jueves en la Argentina), protagoniza por duplicado The Eternal Daughter, de Joanna Hogg, producida por Martin Scorsese. Antes de sentarnos a verla, comprobamos su duración. 96 minutos. Con todas películas de más de dos horas, parece el paraíso.

      No lo es.

      Tilda Swinton, con sugestivo peinado. La británica es habitué de todos los principales festivales Clase A. Foto AFPTilda Swinton, con sugestivo peinado. La británica es habitué de todos los principales festivales Clase A. Foto AFP

      Adorable y de terror

      Tilda, siempre adorable, que a la gala fue vestida de plateado largo, con peinado amarillo canario, interpreta a una documentalista que viaja con su madre, interpretada también por ella, cuando regresan a una antigua mansión donde pasaron varios momentos, ahora convertida en un hotel desolador, sin más huéspedes y lleno de ruidos nocturnos. Se quedan unos días para festejar, ellas solas, el cumpleaños de la madre.

      Ah, llevaron al perro de la madre.

      La música es de terror -y no hablo de que la composición sea mala-. Hay alguna aparición, una señora vestida de pijama blanco, o algo así, mirando por una ventana. Y una vuelta de tuerca, de ésas que nos hacen pensar o cómo no me di cuenta, o pará, no me dieron pistas como para que me diera cuenta.

      Swinton tiene dos papeles en "The Eternal Daughter", producida por Martin Scorsese. Foto ReuterSwinton tiene dos papeles en "The Eternal Daughter", producida por Martin Scorsese. Foto Reuter

      En fin, The Eternal Daughter hay que tacharla.

      De Japón llega a la competencia Love Life, de Koji Fukada, un culebrón que podría verse a cualquier hora de la tarde en la televisión abierta.

      Salvo porque el pequeño hijo de la protagonista muere ahogado en una bañadera.

      Vestido para la ocasión. El actor Atom Sunada, el director Koji Fukada y la protagonista Fumino Kimura. Foto ANSAVestido para la ocasión. El actor Atom Sunada, el director Koji Fukada y la protagonista Fumino Kimura. Foto ANSA

      Es una historia de amores y desencuentros, porque el padre de la criatura había abandonado al niño cuando era bebé y a su madre. Ahora regresa, es coreano y sordo. La actual pareja de la protagonista había abandonado a su novia para estar con ella y, ahora y por las vueltas de la vida, vuelven a encontrarse.

      Otra para dejar de lado.

      Local, pero tal vez no gana

      Italia tiene entre sus varias películas en competencia Il signore delle formiche (El señor de las hormigas), de Gianni Amelio, el realizador del que hablábamos al comienzo. Es su séptima vez en competencia por el León de Oro (que ya ganó en 1998, con Cosi ridevano) y, salvo la primera vez que vino, siempre, pero siempre se llevó un premio oficial.

      Se agarra las manos, pero Gianni Amelio no se calló nada en la conferencia de prensa. Foto EFESe agarra las manos, pero Gianni Amelio no se calló nada en la conferencia de prensa. Foto EFE

      A los 77 años, el realizador de Puertas abiertas y Lamerica adapta libremente un hecho real de los años ’60, cuando la homosexualidad no solo en Italia era como una mala palabra. Aldo Braibanti fue un escritor, poeta, filósofo y mirmecólogo (el que estudia el comportamiento de las hormigas: todos los días se aprende algo nuevo), un intelectual que fue destruido por amar a un hombre. Encima, mucho menor.

      Se le hizo un proceso judicial, le dieron 9 años de cárcel, pero tuvo la oportunidad de apelar.

      Si quieren saber más, esperen a ver si se estrena en la Argentina o entren a Wikipedia.

      Walter Hill. A los 80 años le entregan un premio y presentó su nuevo filme, "Dead for a Dollar". Foto EFEWalter Hill. A los 80 años le entregan un premio y presentó su nuevo filme, "Dead for a Dollar". Foto EFE

      El western de Walter Hill

      Y para redondear una jornada molto particolare, por lo flojo de todo lo que se vio, aprovechando que recibirá el premio Cartier Glory al realizador al gran Walter Hill, proyectaron Dead for a Dollar, su nuevo filme.

      Es su primera película como director en seis años (The Assignment, con Michelle Rodriguez y su gran amiga Sigourney Weaver, es de 2016) y a sus jóvenes 80 años se lo nota algo cansado.

      Los actores Christoph Waltz y Willem Dafoe, que protagonizan el filme de Hill, fuera de competencia. Foto ReutersLos actores Christoph Waltz y Willem Dafoe, que protagonizan el filme de Hill, fuera de competencia. Foto Reuters

      ¿Hace falta decir que Hill fue un prócer del cine estadounidense de los años ’70 y ’80, escribiendo el guion de Alien y La fuga y dirigiendo pequeñas obras maestras como Driver, The Warriors, Calles de fuego, 48 horas…?

      En Dead for a Dollar se rinde al western, con una historia para nada complicada. Christoph Waltz es un caza recompensas, un papel similar al que tuvo en Django sin cadenas, salvando las comparaciones, al que un esposo contrata para que rastree y traiga de vuelta a su esposa (Rachel Brosnahan, de The Marvelous Maisel), que en verdad se escapó con un soldado que desertó. Y, encima, es afroamericano (Brandon Scott).

      Max tiene un ayudante (un sargento), y hay un experto jugador de póker y eximio pistolero (Willem Dafoe) que acaba de salir de prisión, que lo odia. Ah, como las acciones suceden en Nuevo México, el señor todopoderoso de la región es un mexicano (Benjamin Bratt, que no lo es, pero no importa).

      Lo que decía. Es el cansancio, que se siente de un lado y del otro de la pantalla de la Mostra.


      Sobre la firma

      Pablo O. Scholz
      Pablo O. Scholz

      pscholz@clarin.com

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