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      Robert Pattinson y Kristen Stewart: De Crepúsculo a las marionetas de Batman y Lady Di

      Muy buenos actores, están desaprovechados: más que interpretar, los directores los hacen gesticular más que trabajar con introspección. Las fotos del accidente de Lady Di, la princesa más popular de la realeza británica, a 25 años de su trágica muerte

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      Ya hay un nuevo adelanto del filme con Robert Pattinson.

      Fueron o se convirtieron en estrellas de la noche a la mañana, precisamente por Crepúsculo, la saga romántico vampírica que estrenó su primera película en 2008. Robert Pattinson tenía 21 años y era el preocupado Edward Cullen. Kristen Stewart, la bella Bella Swan, 18, y ni soñaban en convertirse en los personajes que encarnan hoy: Batman y Lady Di.

      Pero más que interpretar sus papeles, queda claro que son como marionetas de sus nuevos directores: sus personajes no evolucionan a lo largo de la proyección, ni de Batman ni de Spencer, tienen un mismo tono y trabajan más con gestos que con introspección.

      Ante todo, aclaro: tanto Pattinson como Stewart son muy buenos intérpretes, lo demostraron en varias producciones independientes, con directores que los llamaron precisamente por eso, y no por su atractivo a la hora de llenar las salas de cine o trepar en la taquilla.

      Robert Pattinson en la nueva "Batman" y Kristen Stewart en "Spencer": puro gesto. Fotos WB y Diamond FIlmsRobert Pattinson en la nueva "Batman" y Kristen Stewart en "Spencer": puro gesto. Fotos WB y Diamond FIlms

      Pero da la coincidencia que en sus nuevos y hasta el momento más importantes personajes que les ha tocado o han elegido componer, actúan como la masa, la arcilla que los realizadores desearon amoldar para su preferencia, y el resultado, en vez de sumar, les ha restado credibilidad.

      Hablando de gestualidad, lo de Pattinson no llega al extremo de la famosa toma en la que Ben Affleck en la Baticueva miraba el traje de Batman colgado y más que respeto, infundía risa.

      Serio, problemático y antisocial. Así es el Bruce Wayne de Pattinson, por pedido de Matt Reeves ("El planeta de los simios"). Foto WBSerio, problemático y antisocial. Así es el Bruce Wayne de Pattinson, por pedido de Matt Reeves ("El planeta de los simios"). Foto WB

      Y si mencionamos la risa, Pattinson directamente no sonríe en los 175 minutos de la proyección de Batman. Apenas esboza un rictus en una toma. Su look de emo, con los mechones mojados colgando cuando se saca el traje, lo pintan a Bruce Wayne de cuerpo entero.

      Pero ¿no es lo correcto que un actor siga las indicaciones de su director, e interprete a un personaje de acuerdo a lo que le pida?

      "Las primeras tres o cuatro semanas rodaba las escenas con diferentes voces hasta que ya se empezó a asentar", dijo Pattinson. Se nota. Foto WB"Las primeras tres o cuatro semanas rodaba las escenas con diferentes voces hasta que ya se empezó a asentar", dijo Pattinson. Se nota. Foto WB

      Sí, lo es. El actor debe confiar en sus instintos y lanzarse a confiar, también, en la visión de quien lo dirige. El asunto es si ese trabajo le sirve a él o si el personaje termina desintegrándose, quedando como algo anodino, sin matices. Porque entonces no le sirve ni al intérprete ni al personaje y, por ende, ni a la película.

      No se sabe cómo fueron los ensayos de Batman. Sí que Pattison debió trabajar y mucho su voz. O sea: hasta cuando no se lo ve, se lo siente, y su voz debió ser grave, taciturna, monocorde. El mismo lo confesó en declaraciones previas al estreno: "Las primeras tres o cuatro semanas rodaba las escenas con diferentes voces hasta que ya se empezó a asentar", dijo.

      Uno de los escasos momentos luminosos de "Batman", con Zoë Kravitz como Gatúbela. Foto WBUno de los escasos momentos luminosos de "Batman", con Zoë Kravitz como Gatúbela. Foto WB

      El tono grave con el que relata en off el comienzo del filme, en la apertura, preanuncia todo lo que seguirá en esa Ciudad Gótica siempre lluviosa, siempre oscura, siempre mugrienta. Pero el tono monocorde de su voz -algo que trabajaba Eliseo Subiela en muchas de sus películas- sigue con el de su actuación: tiene una sola cuerda, repite una misma nota.

      Kristen copia, no encarna

      En pose. Así luce Kristen Stewart, moldeada como arcilla por el chileno Pablo Larraín.  Foto Diamond FilmsEn pose. Así luce Kristen Stewart, moldeada como arcilla por el chileno Pablo Larraín. Foto Diamond Films

      Algo similar sucede con la Diana Spencer de Kristen Stewart, más allá de que los fans de Lady Gaga peguen el grito en el cielo (tal vez con razón) porque la actriz y cantante no está nominada al Oscar por La casa Gucci y sí aparece la californiana, a la que ni el Sindicato de Actores de Cine y TV (que entregan los SAG) ni la Academia de cine británica la nominó, y los académicos de Hollywood, sí.

      Disculpen, pero su Lady Di tampoco se desarrolla durante ese fin de semana fatídico que narra en Spencer el director chileno Pablo Larraín. Y no es cuestión de que la historia transcurra en pocos días. La frase que lanza Lady Di, perdida en el camino hacia la Casa Sandringham, la finca real donde pasaría esa fatídica Navidad es, casi se diría, premonitoria.

      Copia y no interpretación. Una pena. Foto Diamond FilmsCopia y no interpretación. Una pena. Foto Diamond Films

      “¿Qué carajo hago acá?” se pregunta Lady Di. Ya lo dijimos cuando estrenó el filme -anda por los 26.000 espectadores en su tercer fin de semana en cartel en la Argentina- el interrogante tiene un doble o triple sentido: 1) una desubicación de lugar, pero también 2) Diana advierte que tampoco debería estar donde está, en la familia real británica, y 3) una autorreflexión de Stewart, perdida en el rodaje.

      La diferencia es que Pattinson es un nuevo Batman, y no tiene que parecerse a nadie, y Larraín está más preocupado en que Stewart imite a la Lady Di de carne y hueso, por eso la actriz de Siempre Alice, Los ángeles de Charlie y Blancanieves y el cazador más que interpretar, reinterpreta, copia o hace mohínes.

      El director Matt Reeves marca la actuación a Robert Pattinson en el set de "Batman". Foto WBEl director Matt Reeves marca la actuación a Robert Pattinson en el set de "Batman". Foto WB

      En el Batman de Matt Reeves, Pattinson no tiene mucho donde hundir sus colmillos. Y eso que es un actor impredecible, a veces conectado a 220. Aquí, Batman se esconde. No actúa o reacciona en conflicto. Pattinson por momentos parece aburrido.

      Pattinson llamó la atención aún antes de Crepúsculo, cuando su Cedric Diggory muriera trágicamente en Harry Potter y el cáliz de fuego (2005). Y si repasamos la última década, vemos que el actor londinense cambió su look las veces que se lo pidieron, pero también se fio en producciones pequeñas, o con directores afamados.

      ¿O acaso no fue un multimillonario, como Bruce Wayne, en Cosmópolis, dirigido por David Cronenberg?

      En Venecia, donde "Spencer" tuvo su premiere mundial, posan Pablo Larraín y Kristen Stewart. Foto ANSAEn Venecia, donde "Spencer" tuvo su premiere mundial, posan Pablo Larraín y Kristen Stewart. Foto ANSA

      Stewart filmó no una sino dos veces bajo la dirección de Olivier Assayas, primero relegando su protagonismo al de Juliette Binoche en El otro lado del éxito (Viaje a Sils Maria, 2014) y luego en Personal Shopper (2016). Stewart subió las escaleras alfombradas del Palais des festivals en Cannes seis años después de Crepúsculo.

      En fin, que Stewart y Pattinson son como marionetas de sus realizadores y quedan lejos, muy lejos de composiciones como las mencionadas.


      Sobre la firma

      Pablo O. Scholz
      Pablo O. Scholz

      pscholz@clarin.com

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