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      La eterna lucha contra el más allá

      James Wan, director de “El juego del miedo”, y la actriz Vera Farmiga hablan del filme, basado en hechos escalofriantes y reales.

      La eterna lucha contra el más alláCLAIMA20130804_0072 WB En el rodaje El malayo Wan y Farmiga (“Bates Motel”), en un ensayo de la película, que estrena el jueves./WB
      Redacción Clarín

      El sol del verano de la costa Oeste no perdona. Sin embargo, “ella” llega envuelta en un riguroso (y abrigado) vestido de pana negro para presentar su nuevo filme El conjuro, una lograda película de terror que viaja a los años ‘70. “El”, más exaltado y a tono con el clima, no para de hacer chistes y gesticula mucho.

      La actriz Vera Farmiga y el director James Wan son la cara y ceca de una interesante propuesta basada en hechos reales, que se mete en la vida de Carolyn (Lily Taylor) y Roger (Ron Livingston), la familia Perron que se completa con cuatro hijos. Y son sometidos al yugo sobrenatural más variado que se vio en los últimos años.

      Los papeles principales caen en manos de Patrick Wilson, en la piel del demonólogo Ed Warren, y Vera Farmiga como su mujer, la vidente Lorraine (ver recuadro), quienes lucharán contra los entes del más allá. “Tenía que saber todo sobre la casa, cada detalle era importante, entonces busqué imágenes en Internet”, dice la rubia protagonista de la serie de TV Bates Motel.

      El conjuro le guiña al pasado, recuerda a Horror en Amytville, la más actual The Haunting in Connecticut y hay cierto aire a El exorcista, de William Friedkin. ¿Es más efectivo situar la película en tiempos pasados (retro) porque el horror actual es repetitivo y puede estar en decadencia? “Creo que lo retro le da autenticidad, como si hubiera una historia real en ello. Siempre me gustó mirar atrás como en Death Silence que tiene cierto aire a Contacto en Francia ”, aclara el realizador malayo.

      ¿Cuáles fueron los principales desafíos de la película?

      Wan: Tratar de que pareciese tan real como los padres de la familia y Lorraine me habían contado. El filme debía dar miedo de verdad, ser efectivo, a pesar de que recicla muchos clásicos con tópicos de películas de horror.

      ¿Qué parte disfrutaste más de este filme de terror?

      Farmiga: Toda la parte de investigación fue genial, tenía confianza: sabía que si tenía una buena percepción de quién es Lorraine, sus cualidades, cómo sonríe, cada detalle, todo iba a funcionar bien. Y funcionó.

      No es usual en estas películas que el “caso real” colabore en “el papel”, ¿fue una presión extra o un desafío estar cerca de Lorraine Warren?

      Farmiga: Mi acercamiento fue sagrado. Estoy muy fascinada por esta mujer. Es amable, empática, curiosa, ama a la gente, a los animales, son como las cualidades de los chicos. A pesar de haber vivido toda esa oscuridad, aún conserva esa impronta positiva. Es una gran contradicción. La única presión es que no ofenda a nadie y que sea respetuoso y que tenga los suficientes detalles como para poder hacer un gran trabajo.

      ¿Visitaste Harrisville, la locación real, para inspirarte?

      Wan: No, ni hablar, no quise. Me invitaron un par de veces a la casa de los padres y a la de los Warren, ni loco.

      ¿Te preocupaba que luego te pasara algo?

      Wan: No, sino que soy muy asustadizo, no me gusta tentar al destino. No me vas a creer, pero cuando tengo que ver una película de terror que yo no hice, debo hacerlo con alguien. No puedo solo.

      ¿Te gusta mirar al público, sus reacciones?

      Wan: Sí, es una de las cosas que más me gustan de esto. Cuando es el estreno simplemente miro a la gente, me gusta ese tipo de sadismo.

      En medio del rodaje, ¿por la noche mirabas el reloj a las 3 AM?

      Farmiga: Aún me despierto a esa hora, pero no creo que tenga nada que ver con lo diabólico, creo que es mi propia alarma psíquica, es un juego conmigo misma. No le veo ninguna asociación negativa. Al principio había una sensación de miedo que debí superar con mi propia positividad.

      ¿Te sentís orgulloso diez años después de “El juego del miedo”?

      Wan: Diría que la aprecio más ahora, esa serie me consagró como cineasta y la verdad que no tenía pensado que pasara eso. Y hay una razón por la que no quise hacer otra película de El juego el miedo: quería ir a los clásicos, luego a la acción. Escapé de eso, pero ahora oigo a la gente hablar de esos filmes con nostalgia.

      ¿Tenés miedo de hacer algo que no sea horror para la próxima película?

      Wan: ¿Miedo? No, estoy encantado de hacer algo que no sea horror aunque sea por una vez.

      “El conjuro” combina tópicos clásicos del horror, ¿para el futuro sería bueno desterrarlos e inventar algo nuevo, o es mejor seguir así?

      Wan: No hay nada malo con hacer algo completamente diferente, sería estupendo que a futuro alguien salga con algo nuevo y distinto de lo que se hizo antes. Es bueno impulsar que el cine siga hacia adelante, pero yo no puedo hacerlo. Trato de cocinar el mismo plato con ingredientes distintos.