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      Esta vez la UCR no dará quórum para debatir el Presupuesto

      Lo mismo hará el GEN de Stolbizer. PRO y el PJ Federal definen en las próximas horas, pero ya anticipan una respuesta similar. La oposición alega que ya se votó en el recinto el pase a Comisión para negociar una salida con el oficialismo.

      Redacción Clarín

      En lo que pareció un último intento por lograr que este miércoles se apruebe el proyecto oficialista de Presupuesto 2011, el jefe del bloque de Diputados del Frente para la Victoria, Agustín Rossi, lanzó ayer un pedido de mínima a los opositores.


      “Hay que terminar de debatir esto con responsabilidad institucional. Que la oposición facilite y ayude a aprobar el Presupuesto para no generar un escenario complejo desde el punto de vista institucional”, reclamó en declaraciones radiales. La fórmula que sugirió Rossi consistiría en que los bloques opositores “colaboren” brindando el quórum para la sesión especial y luego “se abstengan” a la hora de la votación, facilitando que el oficialismo se imponga con el voto propio y de sus aliados.


      No parece que vaya a tener suerte. Ninguno de los principales bloques opositores, consultados ayer por este diario, parecía dispuesto a volver al recinto para debatir lo mismo que la semana pasada.


      “Si votamos el pase a comisión fue justamente para no rechazarle el Presupuesto al Gobierno y que el oficialismo se sentara a negociar”, explicó a Clarín el titular del bloque de la UCR, Oscar Aguad. “Queremos aprobar un Presupuesto pero con números reales, no con estos inverosímiles que propone el proyecto del oficialismo, insistió. Y anticipó que el miércoles, a contramano de lo que hizo la semana pasada, la UCR no bajará al recinto: “No vamos a dar quórum porque no se puede hacer una sesión especial sin el dictamen de comisión”.


      El resto de los bloques del llamado Grupo A, que dieron el debate el miércoles, insistió con una postura similar. Pretenden que al proyecto oficial se le introduzcan en comisión reformas en los cálculos de recaudación e inflación y se revisen las facultades delegadas, antes de volver a dar el debate.


      “El oficialismo debería dar aunque sea una mínima señal de que está dispuesto a dialogar, aceptando el debate en comisión. Si se niegan, no pueden reclamar el quórum”, anticipó Eduardo Amadeo del Peronismo Federal, que tratará de consensuar esa postura con su bloque. Fuente cercanas a Federico Pinedo, el titular del bloque PRO, anticiparon una postura similar que definirían oficialmente en las próximas horas.


      “El Presupuesto debe volver a discutirse en la Comisión. Allí, todos los bloques deben realizar el máximo esfuerzo para consensuar un dictamen que contemple la inflación real y descarte la delegación de facultades al Ejecutivo”, afirmó ayer la titular del GEN, Margarita Stolbizer.


      La Coalición Cívica ya había anticipado a través de Patricia Bullrich su impugnación de la convocatoria a una sesión especial por considerarla “ilegal” sin dictamen previo de comisión.


      Con asistencia perfecta, el oficialismo y sus aliados sumarían unos 115 diputados, según admitió la semana pasada Rossi. Lejos de los 129 necesarios para alcanzar el quórum y abrir el debate.


      A las 10.30 del miércoles, la misma hora a la que el kirchnerismo convocó a la sesión especial, buena parte de la oposición tendrá la atención en otra parte: la reunión de la comisión de Asuntos Constitucionales a la que convocó Graciela Camaño para escuchar los testimonios de las diputadas Cynthia Hotton y Elsa Alvarez que alegaron haber recibido presiones y ofrecimientos de funcionarios del Ejecutivo para votar a favor del presupuesto o ausentarse del recinto la semana pasada. Ayer, nuevas denuncias parecieron concentrar la mirada en el ministro Julio De Vido.


      La decisión de apurar una sesión especial para esta semana, sin abrir la posibilidad de una negociación, va en línea con el “todo o nada” con que el oficialismo bajó la semana pasa al recinto, impulsado por la propia Presidenta.


      Si no logra aprobar el proyecto tal como salió de Balcarce 50, el kirchnerismo parece tener como objetivo exhibir a la oposición “poniendo trabas” al funcionamiento del Gobierno.


      De hecho, el jueves en la Casa Rosada, un alto funcionario del Gobierno ya daba por descontado ante Clarín que el nuevo presupuesto no se aprobaría y que el Gobierno encararía el 2011 con el de este año. No parecía muy preocupado.



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