Disparen al mensajero

Cuando la democracia reemplazó a la dictadura en toda América latina, los medios de la región ya no enfrentaron las amenazas del pasado. Pero en varios países advierten que la ausencia de censura oficial no siempre garantiza libertad de publicación. Cuando los líderes de estos países encuentran una prensa opositora, ésta debe enfrentar el acoso. Hugo Chávez, por ejemplo, ya cerró una cadena televisiva, 32 estaciones de radio y dos canales de TV. Y el matrimonio en el poder en Argentina trata de desmantelar al grupo Clarín, desde la cobertura de campaña en los comicios de 2008. Su táctica incluyó enviar agentes impositivos a sus oficinas, convencer a la AFA de romper su contrato con su canal de cable y cancelarles la licencia para proveer Internet.