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      Quién es Majo Cabrera, la paraguaya que se luce al lado de Luis Brandoni y Robert De Niro en Nada

      • Es la revelación que encarna a Antonia en la serie.
      • Inmigrante paraguaya en Buenos Aires, le enseñó malas palabras en guaraní a De Niro.

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      La serie con Luis Brandoni y Robert De Niro.

      "¿Señor Manuel? Soy Antonia, me dijo Grace que estás buscando a una persona para tu casa". Así se presenta María José Cabrera en la serie Nada. Ese hecho es el puntapié que modificará para siempre la vida del protagonista, Luis Brandoni. Pero Antonia, además, llega para darle un cambio total a la vida de la propia Majo.

      La serie creada por Mariano Cohn y Gastón Duprat cuenta con la participación especial de nada más y nada menos que Robert De Niro. La historia gira en torno al crítico gastronómico Manuel Tamayo Prats (Brandoni), quien debido a un acontecimiento excepcional se ve obligado a contratar a Antonia (Majo Cabrera), una joven empleada paraguaya, para reemplazar a su ama de llaves (María Rosa Fugazot).

      Como si fuera poco, en el medio de esta aventura, Manuel recibe la visita de su viejo amigo Vincent (Robert De Niro). Preparen sus paladares para degustar una de las mejores series del año. Por su parte, Majo es una actriz revelación que se lleva todos los aplausos, gracias a una interpretación cálida, inocente y graciosa por momentos.

      Todo empieza en Sapucai

      Majo nació hace 30 años en una ciudad chiquitita de Paraguay llamada Sapucai (significa grito en guaraní), a unos 90 km de Asunción. Su mamá es química farmacéutica y su papá es ganadero, razón por la cual siempre estuvo entre la ciencia y el campo. Vivió una crianza muy cerca de la naturaleza, de los árboles y del verde: “Tuve una niñez muy libre y con una familia numerosa, somos 6 hermanos y yo soy la penúltima. Uno de mis hermanos es concertista de guitarra clásica (se recibió en la Universidad Nacional de las Artes, en Buenos Aires) y es summa cum laude, el laurel máximo que se le da a un egresado. Mis otros hermanos están dedicados a la salud, a la veterinaria, un poco a la ciencia… En Sapucai aprendí el guaraní y fui muy feliz, pero una vez que terminé el colegio, me fui a vivir a Asunción”, cuenta.

      María José Cabrera es Antonia, la nueva empleada del personaje de Luis Brandoni. Fotos Star+María José Cabrera es Antonia, la nueva empleada del personaje de Luis Brandoni. Fotos Star+

      Cuando era chica, en el pueblo, tuvo su primer acercamiento al mundo actoral y, si bien lo artístico siempre la atrajo, la carrera de actuación le generaba algunas dudas, sobre todo por la estabilidad laboral. Así que decidió tomar otro camino y comenzó a estudiar arquitectura. Durante 3 años se dedicó full time a la universidad, hasta que un hecho le torció el destino.

      “Volví a una obra de teatro y definitivamente mi pasión estaba ahí. Veía la obra y sabía que el lugar donde quería estar era en el escenario o frente a la cámara, interpretando. Así que empecé con talleres de nuevo y ahí empezó mi trayectoria profesional, porque ni bien arranqué la escuela de actuación comenzaron mis trabajos profesionales tanto en teatro como en cine”, recuerda y agrega que, sin embargo, haber estudiado arquitectura hoy le sirve muchísimo.

      “Si en algún momento quiero dirigir, que seguro lo voy a hacer porque soy muy curiosa, me va a servir lo aprendido, porque la arquitectura tiene que ver con lo visual, con la perspectiva, con entender bien cómo funciona una estructura. Creo que se puede llegar a fusionar, pero definitivamente mi pasión es la actuación, buscar personajes, investigar, tratar de entender cómo funcionan otras cabezas. Construir un personaje me vuelve loca”, dice.

      Con Robert De Niro. "Primero estaba muy asustada, pero después noté que es un señor súper sencillo".  Con Robert De Niro. "Primero estaba muy asustada, pero después noté que es un señor súper sencillo".

      Antes de filmar esta serie, ya había hecho en Paraguay la película Gracias, gauchito y el cortometraje La maldición, dirigido por Claudia Espínola, gracias al cual ganó el premio a la mejor actriz en el Festival Sombras. Luego tuvo una participación en la serie española Sin límites, con Álvaro Morte y Rodrigo Santoro, y justamente en este punto de la historia es donde Majo comienza a escribir su futuro.

      En una entrevista sobre esa producción salió el dato del casting para Nada. “Hice una entrevista con una periodista paraguaya de arte y espectáculos que se llama Lucía Sapena y mientras charlábamos me decía ‘Me parece que vos tenés el physique du role para hacer un casting’, porque el marido de ella, Diego Maldonado, con su productora Sector Siete films estaban haciendo el llamado a casting. De ahí salió la conexión para que yo llegara a presentarme”, detalla. El casting se tomó en Paraguay y Majo se presentó sin saber para qué era, no tenía casi nada de información.

      Como si a la historia le faltara condimento, aparece un detalle más que hace parecer que estaba todo guionado. Una semana antes de que le confirmen que había quedado, le preguntaron a Majo con qué actor le gustaría trabajar estando en Argentina y adivinen qué…

      “Trabajar con Beto (Brandoni) fue trabajar con un ídolo, pero además se comportó como un maestro conmigo".“Trabajar con Beto (Brandoni) fue trabajar con un ídolo, pero además se comportó como un maestro conmigo".

      “Yo acababa de ver la película de Beto El cuento de las comadrejas y si bien ya era un actor al que tenía fichado, con esa peli quedé impresionada. Cuando me preguntaron, lo primero que dije fue ‘Con Luis Brandoni’. A la semana me llaman y me dicen ‘Quedaste en el casting, probablemente vas a actuar con Luis Brandoni’. No lo podía creer.”

      Identificación con el personaje

      Luego, todo fue progresando. La creación de Antonia fue un desafío para Majo, quien logró una interpretación exquisita: “Antonia es la suma de muchas cosas. Debía tener necesariamente algo de mí, porque yo soy del campo. Me crié en ese ambiente natural y tan saludable y sano que es un poco lo que tiene el personaje. Antonia no tenía súper establecidos los conceptos de clases sociales, era mucho más ingenua, sin malicias".

      "Además, personalmente conozco a muchas Antonias, mujeres y madres que salieron de sus casas a trabajar, conozco hijas de Antonias, así que quería también que se representara la valentía que tienen estas mujeres que dentro de sus propios dramas y de las injusticias que les pone la vida, van un paso más, siempre. Por otro lado, en Paraguay tuvimos una gran migración hacia Buenos Aires y quería representar a la comunidad paraguaya con la mayor dignidad posible, pero a la vez creía que era un personaje muy universal."

      "Hay Antonias en todas partes del mundo. Hay gente en situación de migración en cada rincón del mundo que va en busca de un mejor futuro. En un momento incluso yo me sentí identificada con Antonia, al ser una mujer migrante, artista, que está tratando de ganarse a un lugar. Creo que es un personaje que representa a tantísimas personas. Ojalá esté a la altura”.

      Actuar con dos ídolos

      El otro desafío que se le presentó a Majo fue lograr mantener la calma estando al lado de dos enormes actores, a los cuales ella admira. “Trabajar con Beto (Brandoni) fue trabajar con un ídolo, pero además se comportó como un maestro conmigo. Cada vez que entrábamos al set era una clase magistral. Él tiene todas las técnicas de taquito, sabe muchísimo, me iba tirando tips sobre sobre la luz, sobre la voz, generé esa relación de alumna maestro con Beto.

      En rodaje, con Luis Brandoni, su "patrón" en la ficción de la serie.En rodaje, con Luis Brandoni, su "patrón" en la ficción de la serie.

      Además, tuvimos muchísima complicidad. Y me pasó lo mismo con De Niro. Estábamos todos trabajando con mucha presión al lado del astro del cine, pero también generé mucha complicidad. Primero estaba muy asustada, pero después noté que es un señor súper sencillo. Es una eminencia de la interpretación y estaba súper tranquilo en el set, él pedía las retomas.

      Recuerdo que un día estábamos por grabar y yo tenía que anular la emoción porque necesitaba actuar, así que pensaba que estaba con un señor normal. Y como yo sé que él es muy juguetón y que le causan mucha gracia las groserías, incluso las palabrotas, aproveché y le pregunté si quería saber algunas malas palabras en guaraní. ¡Y le di una clase! De Niro empezó a pronunciar en guaraní y fue muy gracioso. De paso, se generó una distensión en el set. Es una gran anécdota que atesoro.”

      Con el debut ya en marcha, ahora Majo espera que se abran las puertas de nuevas propuestas para poder seguir cumpliendo sus deseos: “Estoy viviendo en Buenos Aires, quiero quedarme y seguir trabajando. Quiero que salgan más proyectos acá y en otras partes del mundo. No descarto para nada la posibilidad de trabajar en España, o de hacer alguna película en inglés. Tengo muchas ganas de trabajar y de que éste sea el inicio de una frondosa carrera”.

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      Sobre la firma

      Ayelén Di Leva

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