Joan Baez revela un abuso de su padre y recuerda el dolor por su ruptura con Bob Dylan

La cantante y activista pacifista Joan Baez estrenó su documental Joan Baez: I Am a Noise (Soy un ruido), en el Festival de Berlín, en el que repasa su carrera musical de 60 años como ícono del folk estadounidense.

A sus 82 años, la artista habla de su lucha contra las drogas, de los abusos en su infancia y de su estrecha relación sentimental con el músico Bob Dylan.

El documental codirigido por Karen O'Connor, Miri Navasky y Maeve O'Boyle entrelaza su última gira de conciertos Fare Thee Well 2018, con su ascenso a la fama, la lucha contra las drogas y otros momentos dramáticos de su vida.

​El filme resulta muy intimista porque incluye películas caseras, diarios íntimos, obras de arte, cintas de terapia y audios de cartas para su familia.

Entre esos materiales hay uno, de 1965, durante una gira por Inglaterra junto a Bob Dylan cuando eran novios y sobre quien dice, sin vueltas que él, le rompió el corazón, al terminar el noviazgo y casarse con una modelo. Aquellos días turbulentos quedaron registrados en el excelente documental sobre Dylan, Don't Look Back.

Fue en otro documental dylanesco, casualmente, el magistral No Direction Home​ de Martin Scorsese, donde Dylan asume aquel destrato humano, amoroso y artístico contra Baez. "Supongo que uno no puede estar enamorado y ser sabio al mismo tiempo", sólo atina a decir a modo de disculpas.

Como un libro de memorias

Baez asegura que lo que la decidió a hacer el documental que cuenta aspectos tan íntimos de su vida es porque conoce a las directoras desde hace mucho tiempo y eso le inspiró confianza. "Probablemente no hubiera sucedido de otra manera, y lo veo como si fuera una especie de tercer libro de memorias", dice.

Y agrega: "He escrito uno en mis veinte años y otro en mis treinta. Probablemente lo que cuenta el documental es lo que hubiera pasado si hubiera escrito un nuevo libro de memorias en este momento de mi vida". 

Sin embargo, no fue una decisión sencilla la de exponer temas tan delicados y según explica Baez, para animarse "solo pensé en cerrar los ojos, taparme la nariz y saltar". Y asegura que si hubiera tenido que revisar todo el material que sirvió para crear la película, no lo lo hubiera hecho.

"Confiaba en que saldría algo digno de confianza, verdadero, no sensacionalista y brillante. Y creo que eso fue lo que pasó", destacó la artista.

Según se devela en el documental, Joan y su hermana Mimi soportaron abuso por parte de su padre, durante su infancia. Y, la cantante lo analiza ahora, desde otra perspectiva pero sin olvidar el dolor por lo sucedido. 

"Amo a mi papá, y no soporto esa parte en la que está hablando negando cualquier abuso de su parte. Porque su realidad es la que fue. No tengo ninguna duda de que no se dio cuenta de que nosotros recordábamos cosas. Por eso es muy difícil para mí ahora", destaca.

La cantante no sabía exactamente qué y cómo se iba a mostrar en el documental. "Así que algunas cosas son sorprendentes y otras no. Y algunas sin dudas son dolorosas".

No todo tan feliz

Las directoras tuvieron muchas charlas previas con Baez y todas coincidieron en que este era el momento más adecuado para sacar a la luz esa parte de su historia. En el documental, se ve a la familia Baez, demostrándose su afecto, aún en los peores momentos.

Y la cantante expresa que, a pesar de todo, hubiera querido cuidar a su padre, como lo hizo con su madre, en sus momentos finales de vida. "Por todo eso, es una historia complicada", resume.

Por otra parte, Baez también admite que pudo hablar de este tema tan doloroso ahora porque su madre y su madre, ya no están. "No podría haberlo hecho mientras todavía estaban aquí, y ya no están", sostiene.

Otra de las presencias importantes en el documental es Bob Dylan, una persona fundamental ya que ambos vivieron un noviazgo por varios años, en la década de 1960, época en la cual también compartieron muchos escenarios.

¿Pero qué pasó con Dylan?

"Ya no estamos en contacto pero no importa tanto eso ahora. Cualquier resentimiento que pueda haber tenido durante todos esos años, quedó en la película", cuenta. Y relata cómo pudo superar la separación que, según ella, "me rompió el corazón".

"Un día, estaba haciendo su retrato en mi estudio de arte. Y era un retrato de él cuando era muy joven. Puse su música, y todo ese resentimiento, toda esa mierda, se esfumó, simplemente se esfumó. Le escribí una carta y se lo dije. Y eso fue todo", explica.

Joan describe: "No puse remitente ni nada, solo quería que supiera cuánto significaba él para mí. Cuánto había significado su música para mí. Puede que nunca lo vuelva a ver, y eso también está bien".

En cuanto a su futuro musical, Joan Baez cree que ya no volverá a un escenario, luego de su última gira y dice: "Volví a casa y nunca más volví a tocar la guitarra. La colgué en la pared, y he cantado bajo presión un par de veces, pero realmente me metí en otras cosas. Ahora estoy dibujando y pintando".

CJL