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      Rolo Sartorio y la impunidad del escenario

      El cantante de La Beriso derrapó en público y luego pidió disculpas. 

      Rolo Sartorio y la impunidad del escenarioRolo Sartorio, el líder de La Beriso y unas declaraciones para el olvido. Foto: Gustavo Ortiz

      De mínima, aún para los músicos que parecieran hacer un arte del desaire al público (“yo escribo las canciones para mí, no me importa si les gusta o no a la gente”, suele ser el discurso) en el rock se necesita cierto espacio de empatía. Es decir, que entre quien comunica y se expone sobre el escenario y quienes son sus receptores haya cierto pacto implícito, del estilo “yo toco y vos me prestás al menos algo de atención”. Sin esa empatía -que puede tener varios grados, desde la condescendencia absoluta hasta la fría pero respetuosa hostilidad del “a ver qué te traés entre manos”- es casi imposible hacer un show, imagínense construir una carrera.

      Sin embargo, Rolo Sartorio – líder de La Beriso- parece empeñado en destruir la empatía con su público. La banda, multiconvocante y en franca expansión, está por estos días en boca de todos y no precisamente por su música, sino por una serie de desafortunados dichos públicos de su cantante.

      Haciendo un breve pero contundente racconto de sus últimas declaraciones, en noviembre y en el estadio de Vélez, mientras festejaban sus 20 años como grupo, mandó a callar al público que empezó a cantar contra el presidente Macri. Sartorio acababa de agradecerle a la gente por hacer el esfuerzo de comprar una entrada para el show “cuando el país está casi destruido” (sic). La reacción de la gente fue entonar el famoso “Mauricio Macri la p…” y Sartorio le salió al cruce: “No puteen a nadie, que no lo dije para que hagan eso, sino porque realmente está mal. Nosotros venimos a disfrutar, no tenemos banderas políticas, así que disfrutemos y dejemos disfrutar. No vayamos en contra de nadie”. Una parte del estadio lo aplaudió, otra lo abucheó. Y Sartorio quedó envuelto en la primera de las polémicas.

      Polémicas que continuaron con una serie de posteos en Twitter del músico Leo García. Allí, García acusó a Sartorio de hacerlo callar en una cena, para hacer luego hacer catarsis en las redes: “Conocí al cantante de La Beriso y fue la decepción más grande de mi vida. Es un milico, posta. No puedo creer cómo hay gente que lo sigue”. En este caso, Sartorio optó por no responder.


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      Pero el último fin de semana, en un show en la localidad cordobesa de Embalse, el cantante derrapó. En un confuso monólogo combinó chistes homofóbicos, antiveganos e insultos a la clase política. “El día que me calle voy a dejar de cantar, muchachos, tengo los huevos llenos. Manga de hijos de puta, hipócritas de mierda. Los de hoy, los de ayer y los de hace 50 años que nos vienen robando”, dijo. Más allá de la fuerte reacción adversa que una vez más provocó en las redes, también salieron a cruzarlo figuras del espectáculo como Flor de la V y la humorista Costa.


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      Tal vez, ante la repercusión, Sartorio sintió esta vez que tenía que pedir disculpas. Y lo hizo a través de un comunicado. “La verdad, jamás pensé verme en un lugar que detesto -escribió-. Digo que detesto porque para mí lo más importante es la libertad. La libertad de expresión, la libertad de poder elegir mi condición sexual y poder dejar que el otro sea libre de elegir de la misma manera. Hoy siento la necesidad de pedir disculpas por un chiste desubicado, fuera de lugar y con mucha gente que se puede sentir ofendida. Soy libre y respeto la libertad de todos. Esta vez me equivoqué y pediré las disculpas las veces que sea necesario”.

      Muchos años atrás, Andrés Calamaro definió al escenario como uno de los lugares en que se sentía más seguro. Pero la seguridad que puede dar un escenario -y en algunos casos la sensación de invulnerabilidad que puede provocar- no debería dar pie para decir cualquier cosa. Esperemos que las disculpas de Sartorio sean sinceras y que todo lo sucedido lo ayude a reflexionar, para que no vuelva a desbocarse en público. Y sólo se lo juzgue por la calidad -o no- de su música.


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      Walter Domínguez
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