Con premios repartidos

Ayer, en la entrega de los Premios BAFTA, otorgados por la Academia Británica para las Artes del Cine y la Televisión, 12 años de esclavitud y Gravedad se quedaron con la mayoría de los principales galardones. El filme de Steve McQueen fue vencedor en los rubros mejor película y mejor actor (Chiwetel Ejiofor).

Gravedad se quedó con las categorías mejor director (Alfonso Cuarón) y mejor película británica. Y también venció en otros rubros, como mejor música, fotografía, sonido y efectos especiales.

El premio a mejor actriz fue para Cate Blanchett, por su trabajo en Blue Jasmine, de Woody Allen. Blanchett le dedicó el galardón al recientemente fallecido Phillip Seymour Hoffman. “Fue un continuo profesor y tenía un talento y una generosidad monumental”, dijo.

Barkhard Abdi (Capitán Phillips) fue mejor actor de reparto; Jennifer Lawrence (Escándalo americano), mejor actriz de reparto. Lawrence, ganadora del Oscar a mejor actriz por El lado luminoso de la vida, planea volver a trabajar con el director de ese filme y de Escándalo americano: David O. Russell. La nueva película se basará en una historia real, y la estrella de Los juegos del hambre compondrá a una madre soltera de Long Island.

En la 67° edición de los BAFTA. que se realizó en la Royal Opera House de Londres, presentada por el actor Stephen Fry, Escándalo... se llevó también los premios a mejor guión original y mejor maquillaje.

Philomena se quedó con el premio a mejor guión adaptado; La grande bellezza, de Paolo Sorrentino, que en la Argentina se estrenará el jueves, fue mejor película en lengua no inglesa; Frozen, mejor filme de animación; The Act of Killing, que se destacó en el último BAFICI y que también está nominada en los próximos Oscar, fue mejor documental.

Fueron muchas las estrellas de Hollywood que presenciaron la gala desde las butacas de la Royal Opera House y las que desfilaron por la alfombra roja bajo un cielo despejado en la capital británica. La visita inesperada de Brad Pitt y Angelina Jolie desató el furor entre los seguidores, que aullaron al verlos, y atrajo la atención de todos los fotógrafos.

Entre quienes se encargaron de anunciar los ganadores y de entregar las estatuillas se destacó el príncipe Guillermo de Inglaterra, encargado de poner el broche final a la gala al entregarle un BAFTA honorífico a Helen Mirren, quien encaró a su abuela, Isabel II, en la película La reina.

El lugar común “la antesala del Oscar” en este caso tiene algo de sentido. Los BAFTA son los últimos grandes premios que se entregan antes de los de la Academia de Hollywood. Su resultado, que tuvo muchas coincidencias con el de los Globo de Oro, puede marcar tendencia. O no. En dos semanas, más exactamente el 2 de marzo, en Los Angeles, el enigma quedará develado.