Amistad en las buenas ¿y en las malas?

Mientras dura la rutina, todo fluye de maravillas. Pero un día, las cosas pueden cambiar bruscamente. Y todo lo que era una idea, una teoría, hay que demostrarlo en la realidad. ¿Entonces?

Entonces, todo sale a la superficie: los secretos, los miedos, las miserias. ¿La amistad avala cualquier cosa? ¿Cualquier acto es lícito en nombre de este vínculo?

Nuestras mujeres, la obra del francés Eric Assous hizo su recorrido exitoso por las carteleras europeas (en 2014 en París y en 2015, en Madrid) antes de aterrizar en Buenos Aires, en el Metropolitan Citi con tres figuras que comparten, por primera vez, un escenario: Guillermo Francella, Jorge Marrale y Arturo Puig, dirigidos por Javier Daulte.

Max (Francella), Pedro (Marrale) y Toni (Puig) se reúnen todas las semanas a comer, a jugar a las cartas y a hablar de sus mujeres. Cada uno tiene una situación sentimental bien distinta pero la amistad de 35 años es más fuerte que todo. Aparentemente.

El vínculo entre los tres hombres se pondrá en riesgo cuando una noche, Toni llega con atraso al encuentro y con una noticia bomba: cometió un crimen.

¿Qué hacer frente a esa circunstancia? ¿Es lo mismo enterarse de semejante situación siendo un conocido o un extraño?

Como sucede en estos casos, ese hecho será, apenas, la punta del iceberg de otros conflictos latentes y ocultos que sólo necesitaban de un (tremendo) disparador para estallar.

El tono de comedia le resta, quizás, cierta hondura a algunas de las pistas que surgen a partir del drama inicial. Pero no por eso resulta menos efectiva la historia. Y tal vez, eso mismo sea lo que lleve al espectador a sentirse más cercano al conflicto.

Los actores ponen el mecanismo de su oficio al servicio del relato. Y lo aprovechan gracias a la química que intercambian en escena. 

Puig pasa de la exacerbación inicial al abatimiento; Marrale juega con la supuesta moderación de su personaje hasta que no puede más y suelta la carga de años. Por su parte, Francella apela a ese recurso que tan bien sabe usar que es el timing para los diálogos picantes. Tan anfitrión para el relato dentro del escenario como para la platea, hacia ese público que va a buscar su carisma (mal que les pese a sus detractarores) que funciona sea la obra que sea. 

La trama tiene intriga, ritmo y buen despliegue visual. Nuestras mujeres celebra los vínculos y también los pone en jaque. 

Crítica Nuestras mujeres Muy Buena.

Con: Guillermo Francella, Jorge Marrale y Arturo Puig.

Dirección: Javier Daulte

Teatro: Metropolitan (Av. Corrientes 1343) de mie. a dom.