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      Un regreso con más vértigo que ironía

      La conductora volvió anoche a la pantalla de América, para estar al frente de "Zapping". Faltó el tono ácido prometido.

      Sin la ironía prometida y con la típica aceleración de todo debut -regreso, en este caso-, Viviana Canosa volvió anoche a la televisión. Y, más precisamente, a América, canal del que se había ido hace 12 años. De nuevo en pantalla, más rubia y con más velocidad en su decir, se puso al frente de Zapping (lunes a viernes a las 20.30), el ciclo que asegura que ‘No te estás perdiendo un programa, estás viendo todos'.

      "Estoy feliz de la vida", fue lo primero que dijo Canosa, de pie frente a cámara, y con cierta impostación en eso de mostrarse relajada. Cuánto mejor le hubiera sentado su estilo genuino. Por momentos se la vio pasada de revoluciones, tal vez impulsada por la necesidad de no perder ritmo. Pero se sabe que ritmo y vértigo -y más en la televisión- no son la misma cosa.

      Luego de explicar de qué va la propuesta, ya conocida para el público en la versión de Guillermo López y Julieta Prandi, la nueva conductora no tuvo reparos en admitir que se verían archivos sobre todos y sobre todo, menos sobre ella: "No me quiero ver en mi pasado".

      Tanto, que de su pasado en América y de su histórica pelea con Jorge Rial no se habló ni mú esta vez. De hecho, el primer informe de la noche se ocupó del televisado cumpleaños de Morena Rial, la niña que el sábado celebró sus 15: las imágenes de su fiesta se convirtieron en una suerte de cadena nacional. El tape duró 7 minutos, con un recorrido sobre los invitados, la anfitriona, su padre y la novia del padre (Mariana Antoniale). Y, cuando terminó, hubo un breve paso por el piso y, de ahí, al segundo informe. ¿Sobre qué? Sobre el cumpleaños de la hija de Rial. Fue como haber estado ahí, de alguna manera. Y, como broche, una confesión de Canosa dirigida al conductor de Intrusos: "Toda mi admiración para Jorge Rial".

      El tercer material se corrió de ese carril y se ocupó de la "prostitución vip", con un compilado de viejos informes de otros canales... que de eso se trata el programa, también. Luego hubo tiempo para reírse del nuevo perfil de músico de Alexander Caniggia -el mediático hijo de Claudio Paul-, de viejos enfrentamientos de la televisión, de Ivo Cutzarida y su ‘Corta la bocha' y de otros personajes coyunturales.

      En ese hilván de notas que propone el ciclo que debutó en agosto de 2007 (por Telefe) se deben colar las acotaciones en el estudio, como hacían ‘El Pelado' y Prandi. Está claro que cuando las caras cambian -a Canosa la acompañan ‘El Rulo' Darian Schijman y la locutora Vanina Parejas- también cambian los estilos. Pero se supone que el toque ácido y la ironía, construidos más sobre la improvisación que sobre el guión, deben estar siempre, según el manual de estilo no escrito de Zapping. Ayer hubo más texto estudiado que rápida acotación al margen. Tal vez, con el correr de las emisiones, el espíritu de espiar el archivo y luego comentar recupere frescura. Y espontaneidad.


      Sobre la firma

      Silvina Lamazares

      Editora de espectáculos slamazares@clarin.com

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