Todo sobre “El Galán”, la comedia negra mexicana de Star+ que se ríe y homenajea a las telenovelas

Nadie podría poner en duda que los mexicanos son, fueron y serán los reyes de la telenovela. Por eso es lógico que también hayan producido El Galán. La TV cambió, él no, la nueva serie de comedia negra de Star+ que homenajea a aquellas historias melodramáticas que fueron furor en los '80 y '90.

Creada por los argentinos Mariano Cohn y Gastón Duprat -en base a una idea del periodista y escritor Horacio Convertini- los 12 episodios de esta producción original Star y de Estudios Teleméxico se estrenan en el servicio de streaming adulto de Disney hoy miércoles 8 de junio.

La historia narra con humor irónico las desventuras de Fabián Delmar, un galán que protagonizó una telenovela exitosa hace 30 años y que hoy intenta encontrar su lugar en un mundo que apenas lo recuerda.

Una figura real

El Galán fue filmada en México y dirigida por Chava Cartas. Y eligió como protagonista a una figura real del género como Humberto Zurita, estrella de algunos de los tantos culebrones de esa época dorada.

“Era mi oportunidad de tomar un personaje que viene de mi época y que estaba esterotipado con esta idea del galán. Y poder realmente desmitificar este asunto de "qué es un galán": si es un actor protagonista o simplemente es una fachada y solamente es un hombre que era guapo”, explica Zurita padre en una charla por videoconferencia con varios medios de Latinoamérica.

Sebastián Zurita, que heredó el oficio de su padre -también es productor y director- encarna al protagonista de joven, en esa segunda línea de tiempo que aborda la serie y que funciona como tributo.

“El Galán es una serie que se burla de ciertos estereotipos de nuestro negocio. Pero también es un pequeño homenaje a lo que eran las telenovelas de los '80 y el simbolismo de las grandes estrellas de ese momento”, resume Zurita hijo en esa misma charla por Zoom.

Sebastián es hijo de Humberto y de la actriz argentina Christian Bach, pareja en la ficción y en la vida real. Y contó que para preparar su papel en El Galán, se puso a mirar algunas de las tantas novelas que protagonizaron sus padres “para tratar de buscar el estilo y el género que hacían y cómo contaban sus historias”.

El concepto del "galán"

A través de episodios de 30 minutos, la trama de El Galán transcurre en la época actual, tres décadas después del momento pico de éxito de Fabián Delmar, actor que alcanzó enorme fama como la estrella de la telenovela noventosa Serás mía.

“En aquel entonces, el galán de una telenovela era muchas veces misógino, violento. Tenía una relación muy diferente a la que se tiene hoy en día con la mujer o con los compañeros. Es una oportunidad de mostrar las tripas de nuestro negocio y que la gente se diera cuenta que estos supuestos galanes no son más que seres de carne y hueso, luchando por sobrevivir y trabajar”, reflexiona Humberto.

-¿Qué les pasa cuando los llaman o los llamaban galanes? ¿Cómo está cambiando el concepto?

-Humberto: En su momento, yo no lo procesaba bien. No lo aceptaba. Era más molesto que gratificante, porque el hecho de que te vean como un galán era casi demeritar un poco tu trabajo como actor. Y efectivamente, el comportamiento de los galanes anteriores no tiene nada que ver con un hombre educado o que maneje ciertos principios, ciertos valores. Simplemente era como un cascarón y ahí se quedaba.

La trama y el mensaje de la serie

La serie apela a flashbacks que abordan esos tiempos de gloria del galán para intentar desentrañar secretos y cuentas pendientes de su presente.

De arranque, se ve cómo tras pasar los últimos quince años embarcado en altamar como animador de un crucero, Delmar regresa a México decidido a reconquistar el espacio perdido en la gran industria de la televisión. Pero está claro que no le será fácil.

Con la ayuda de su mano derecha, Charly (Darío Ripoll), Fabián invierte su tiempo en castings fallidos y shows patéticos, donde se cruza con estrellas reales de la televisión de México.

Mientras tanto, se debate entre un deseo de fama que lo enfrentará a Melina Leclerc (Ana Claudia Talancón), una poderosa ejecutiva de la televisión dueña de un secreto clave en su vida; y la posibilidad de un cambio radical, encarnado en una mujer que acaba de conocer.

-¿Qué opinan de Fabián Delmar? ¿Encuentran similitudes con lo que él vivió o lo que vive después?

-Humberto: No. Encuentro que yo sí formé parte de este estereotipo de la televisión. Pero no comparto muchas cosas con él. Fabián Delmar trae un misterio que no se sabe por qué deja de estar en la televisión durante 30 años. Y no comparto absolutamente en nada el hecho de que su regreso es como retomar ese lugar de galán que él tenía, porque él sigue pensando como en aquel entonces. Vive en el pasado.

-Sebastián: Y hay algo interesante en la búsqueda del arco del personaje. En cómo alguien que vivió esa fama y ese tipo de fanatismo y de éxito, de repente se tenga que mirar al espejo y darse cuenta de que la realidad es totalmente otra. Y cómo va cambiando esa ilusión y cuáles son las verdaderas metas de vida. En eso nos podemos parecer, en lo humano del personaje. Todos tenemos ambiciones, a todos nos gustaría seguir trabajando y hacer cosas interesantes pero lo más importante es qué conexión tienes contigo mismo y si eres feliz haciendo lo que haces.

La construcción del personaje y la nueva televisión

En algún momento de la charla, Humberto contará que fue dirigido por su hijo en teatro. Pero esta es la primera vez que trabajan juntos en una serie de televisión con el alcance global que proporciona el streaming.

"Llevábamos varias ofertas de proyectos que no se concretaban. Este creo que es un proyecto más de mi papá y me tocó venir a apoyarlo porque el protagonismo lo lleva él", cuenta Sebastián.

"Pero me gusta mucho la manera en la que pude aportar en la serie porque es como un homenaje a la época de oro de la televisión mexicana. Y yo, habiendo crecido con ellos, lo último que hacía era ver las novelas. Entonces pude ver las novelas para tratar de ver sus manierismos, sus maneras de hablar, pude verlo trabajar con mi mamá haciendo las novelas que lo hicieron tan famosos; y de ahí empezar a agarrar el rol de los personajes y cómo actuaban", agrega.

"Se volvió muy interesante porque empezamos a crear un personaje que al final de cuentas, lo que yo haga como joven tiene que permear en su regreso, en cómo él disfruta esa vida, cómo cree que se sigue viendo. Y para eso tuvimos que crear un tono de similitud y ponernos de acuerdo en cómo pensamos que tuvo que haber vivido sus momentos de apogeo", dice sobre el trabajo en conjunto con su papá.

-¿En qué género ubicarían a "El Galán"? ¿Y cómo creen que la serie puede convencer a un público global?

-Humberto: Te diría que es una especie de comedia dramática, porque en su parte de comedia tiene mucha acidez. El foco de ese humor ácido está en mi personaje, porque todos los demás siguen siendo ellos mismos. El único que no ha cambiado es él, que se quedó 30 años atrás y no sabe cómo resolver su vida actual. Tiene momentos de reflexión por un lado, y por otro lado tiene toda esta parodia.

-Sebastián: En cuanto a cómo va resonar con las audiencias internacionales, me parece que es un tema universal: todo el mundo tiene a sus actores favoritos, a sus estrellas en cada país, y todos tienen una imagen de cómo creen que deben de ser sus vidas. Y las novelas mexicanas se exportaban a todos lados. Entonces va a haber un poco de nostalgia. Y al mismo tiempo, son historias con valores relevantes: la temática y los sentimientos son universales; y los personajes son adorables en ese sentido.

-¿Qué grandes diferencias encuentran entre la televisión convencional de aquella época y las plataformas actuales de streaming?

-Humberto: Bueno, hay una básica que es la diversificación de género. En las series, podemos tocar muchos géneros que no se tocaban. En la telenovela era solamente el melodrama. Los contenidos de las plataformas vinieron a cambiar totalmente lo que era la telenovela.

MFB