Cuando el público pide otra cosa

Dicen que ganar el Oscar a la mejor película implica, en términos meramente económicos -que son implícitamente los que interesan en Hollywood, por eso adelantan cada vez más la entrega del premio de la Academia para que no se distancie de la fecha de  los estrenos candidateados cerca de Navidad- un plus que suele rondar entre un 15% y un 20% de la taquilla.

En Norteamérica el fin de semana seguido a la premiación, En  primera plana tuvo un incremento de 140%, que así, en porcentaje suena fuerte, pero fue sólo 1.800.000 dólares, totalizando a esa fecha cerca de 42 millones. Pero considerando que allí la película estaba en plataformas hogareñas desde el 23 de febrero, no es poco.

¿O sí?

En la Argentina la película no había despertado mucho interés entre las ocho candidatas a mejor filme. Pero En primera plana, que toca un tema arduo como la investigación del abuso sexual de curas pedófilos, subió exponencialmente con la estatuilla ganada más de un 300% el otro fin de semana. Y este último se mantuvo en la misma posición, la sexta, aunque mermó el  número de espectadores un 39%.

Sus 112.000 entradas no ha blan precisamente de un gran éxito, y está en 75 salas. Claro, no tiene a DiCaprio, no la dirige Spielberg, no es comedia, ni thriller, ni es de terror. Es un drama  excepcional. Y el público, parece,  prefiere otras cosas.